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Prueba Toyota Prius (II): sus armas tecnológicas

Después de ver las principales diferencias del nuevo Toyota Prius respecto a la generación previa, vamos a analizar los principales argumentos de venta que tiene el recién llegado. Los podemos resumir en tres: el sistema híbrido, la tecnología, y el diseño

Prueba Toyota Prius (II): sus armas tecnológicas

10 min. lectura

Publicado: 23/02/2016 12:00

¿Qué hace único al Toyota Prius? A día de hoy, su avanzado sistema híbrido, que es una notable evolución desde el modelo de 2009-2015, y que comparte con los Auris Hybrid, Prius+ y Lexus CT 200h. El motor de gasolina ha perdido 1 CV, y los eléctricos han retrocedido otros 13 CV útiles, por lo que ahora la potencia combinada es de 122 CV. En prestaciones es ligeramente más lento que el Prius 3g, pero lo compensa con una reducción del consumo del 18%.

Es más caro que el Prius Executive que se vendía antes, pero cunde más el dinero

A España solo va a llegar con llantas de 17", es decir, homologa 3,3 l/100 km, frente a los 4 l/100 km del modelo previo con las mismas ruedas. Aunque el depósito de gasolina tiene dos litros menos (43), hará más kilómetros que su antecesor. Comprobado me ha quedado que conduciendo igual, el nuevo gasta menos gasolina.

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El poder usar el motor eléctrico hasta 110 km/h -en vez de hasta 78 km/h- eleva el rendimiento híbrido. También acelera con más alegría en zona urbana, recupera energía más rápido, y las baterías parecen aguantar un poco más. Complementando eso, la transmisión ha reducido un 20% sus resistencias internas, mejorando todo el conjunto.

Su extraño perfil se debe a criterios aerodinámicos, tiene un Cx 0,24, de los mejores del mercado, el Prius 3G tenía 0,25

En otras palabras, es más híbrido que antes, y menos dependiente del motor de gasolina. Es importante recalcar el hecho de que no es un coche híbrido enchufable, todo es transparente al conductor si este lo desea, y no hay que recargarlo adrede. Por cierto, ahora en el HUD se puede ver la carga de las baterías, no hay que bajar la vista, y por primera vez viene a color en el Prius.

El motor eléctrico es más pequeño, pero "mejor"

Puede aportar a la transmisión 72 CV y 163 Nm de par. El Prius 3G tenía un aporte eléctrico de 82 CV y 207 Nm, pero Toyota considera más importante que ocupa menos espacio y pesa menos, más que las cifras de potencia. La conducción es muy placentera, incluso para quien deteste los CVT (variador continuo), merece la pena darle otra oportunidad.

Otra particularidad del nuevo sistema híbrido, es que en el modo POWER, el acelerador no solo es más sensible. Mediante la monitorización de los sensores de fuerzas G, el coche es capaz de determinar que se conduce de forma más deportiva, adaptando el funcionamiento del e-CVT para tener un tacto más realista. Los modos ECO y Normal funcionan de la misma forma que antes.

Se podrán elegir dos ambientes interiores, gris claro y negro. Los altavoces JBL están perfectamente integrados por calidad de sonido y ausencia de vibraciones

Seguimos hablando de tecnología

Aunque el Prius 3G ya trajo al mercado en 2009 cosas como los faros 100% LED, el control de crucero por radar o el aparcamiento automático, el nuevo modelo no se queda corto. De 9 sensores en total, pasa a tener un máximo de 22, el coche es más consciente de lo que hay a su alrededor. Ayuda al conductor a no salirse del carril y a mantener la distancia de seguridad con los demás vehículos.

Al incorporar una cámara de televisión, el Prius es capaz no solo de "ver" las líneas que delimitan el carril, sino las señales de tráfico, los faros de los demás (para quitar las luces largas) y peatones despistados (para el sistema de frenado automático). En este sentido, se ha vuelto a poner al día.

Otros sensores le permiten estacionar automáticamente en menos espacio que su predecesor (en un hueco de 5,5 metros), dar una alerta de tráfico transversal saliendo marcha atrás, y detectar vehículos en nuestro ángulo muerto cuando accionamos el intermitente. En el Prius 3G los espejos tenían muy poco ángulo muerto al no ser totalmente planos, pero la ayuda no está de más.

Con las puntuaciones en eficiencia, el coche nos enseñará a a sacarle el máximo partido al sistema híbrido

Otras medidas tecnológicas en el interior que hacen la vida más cómoda

El nuevo climatizador automático S-Flow, de doble zona, cierra automáticamente las salidas de aire si no detecta pasajeros, ahorrando energía. Por cierto, la refrigeración de las baterías es más eficaz, al tener un filtro en el conducto de aire que va al ventilador, a la altura de los tobillos del ocupante posterior derecho, en vez de a la altura de su costado. Eso, a largo plazo, evitará calentones de las baterías y su prematura sustitución.

Para cargar los teléfonos móviles, cuenta con un cargador inductivo, al igual que el Lexus NX. Si el teléfono no es compatible con ese estándar Qi, hay fundas especiales que añaden esa funcionalidad, y nos olvidamos de los cables. Hay una toma de 12 voltios cerca, por si las moscas. También tiene una toma USB y un conector auxiliar. El sistema de infoentretenimiento, el Touch 2 Go, incorpora navegador, algunas aplicaciones, y puede conectarse a Internet a través del móvil.

Otra de las virguerías del Prius son las dos pantallas TFT de 4 pulgadas en la parte central del salpicadero, que dan más información que antes, pero complican un poco más el manejo. El HUD, de todas formas, da lo que se necesita para conducir: velocidad, estado de las baterías y demanda de potencia al sistema híbrido. Apenas habrá que quitar los ojos de la carretera.

La parte trasera será, probablemente, el criterio decisivo para encargarlo, o para decantarse por otro modelo. La visibilidad trasera es igual de mala que en los Prius 2G y 3G, debido al alerón de la carrocería Kammback

Por último, nos queda hablar del diseño. La marca quería redefinir su icono, y hacerle distinto a cualquier otro coche en el mercado, y eso implicaba arriesgar. Está claro que así ha sido, y al igual que el BMW i3, nos podrá gustar o no, pero es un diseño un poco adelantado a su época. El Prius recupera un poco de su halo de exclusividad.

Los pocos que vamos a ver circulando por España se irán a las manos de gente entusiasta de la tecnología, que quiere lucir lo último. Como no se verá como taxi ni en Madrid ni en Barcelona (requiere homologación, y no la tendrá), su carácter de "coche para taxistas" quedará parcialmente olvidado. En otras ciudades los taxistas sí podrán adquirirlo, aunque es un poco caro para ese cometido.

Todo lo que se ha mencionado en esta prueba, a excepción de la tapicería de cuero, va en el lote. Son 29.990 euros por todo, por lo que el aumento de precio está plenamente justificado por el incremento de equipamiento. Sin más extras. Ahora el Prius se reserva para gente muy concreta. ¿Y qué hay de los taxistas? El Toyota Prius+, con un reajuste comercial, será el destinado a ese propósito para Madrid y Barcelona.

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