Subaru XV 2019, 5 claves que lo definen como uno de los mejores SUV (con vídeo)

Hay muchos coches que dicen que pueden llegar donde ningún otro puede. Muchos coches que prometen aventura hasta que se quedan atascados en la primera piedra, y muchos coches que dicen ir bien sobre cualquier superficie pero que no pasan de un simple charco. El Subaru XV no es uno de esos coches. Capaz de hacer cosas realmente sorprendentes, las hace con toda naturalidad y con una relación precio/producto difícilmente igualable. Por ese motivo os presentamos las cinco claves de un coche que no promete, cumple.

El XV ha sido el primero en estrenar una línea de equipamiento superior denominada Executive Plus. Disponible en todas las mecánicas posibles, el escalafón más alto de todos trae consigo una serie de mejoras a nivel equipamiento. A todo lo que un Subaru XV puede incluir debemos sumar asientos de cuero, sistema de detección de tráfico trasero, alerta del ángulo muerto, acceso y arranque sin llave, techo solar y reglaje eléctrico del asiento del conductor. En nuestro caso lo hemos dispuesto con la mecánica de acceso, el motor de gasolina de 1.6 litros y 114 caballos que lleva asociado un cambio automático y una tracción total. Vamos con esas cinco claves.

1. Mecánica

Los ingenieros de Subaru son conocidos en el mundo entero por buscar soluciones algo atípicas a problemas cotidianos. El motor, sin ir más lejos. La mayoría de los coches del mundo emplean bloques de cuatro cilindros, como el del XV, pero éste a diferencia de esa gran mayoría no los presenta en línea, sino que los presenta en configuración bóxer. Este sistema, patentado por el famoso Karl Benz hace más de un siglo, y usado por Subaru desde hace más de cincuenta años, presenta la particularidad de que sus pistones no se desplazan verticalmente, sino que lo hacen horizontalmente, y reciben su nombre por recordar a la pegada de un boxeador.

Subaru es propensa a buscar soluciones mecánicas nada típicas. Su motor es buen ejemplo

Esta disposición tan particular presenta algunas ventajas claras. Una de ellas es el bajo centro de gravedad, que a su vez mejora las capacidades dinámicas. Lo segundo es el refinamiento. Al ser un bloque más asentado es capaz de reducir las vibraciones al mínimo, aumentando por ello el refinamiento del interior. La verdad es que se nota en un habitáculo propenso a la calma, solo dejándose notar en fases de fuerte aceleración. Es un motor muy silencioso, y eso siempre es de agradecer. Y la última ventaja que presenta es la fiabilidad, pues ha quedado demostrado que es más duradero que otros diseños.

Seguro que te estás preguntando que si tan bueno es este tipo de motores por qué no los usan el resto de fabricantes. Pues hay una razón bastante sencilla, y es el alto coste de desarrollo y producción. Los motores bóxer suponen más problemas en el diseño y el desarrollo del coche por la complejidad de su funcionamiento y las dificultades que presenta a la hora de integrar todos los componentes auxiliares, y por ese motivo el resto de fabricantes es reacio a montarlo en sus coches.

Siguiendo con el apartado mecánico hay que hacer una mención a la caja de cambios. Los ingenieros de Subaru se han decantado por un variador continuo, un CVT, que ellos denominan Lineartronic. Es una caja automática que en este caso presenta siete velocidades. Bueno en realidad son siete como que podrían ser 80, porque en honor a la verdad esta transmisión no presenta marchas como tal sino que dispone de relaciones de cambio prefijadas. Es un sistema algo complejo pero sencillo de entender.

Imaginemos una bicicleta. En ella tenemos varios platos que mediante una cadena envían la fuerza a la rueda trasera. El plato grande permite obtener una mayor velocidad pero una menor fuerza. Es más difícil de mover. Por el contrario un plato pequeño tiene más fuerza pero conseguimos una menor velocidad. Por ese motivo usamos éste cuando estamos subiendo una cuesta. El caso del Lineartronic es muy similar. En el interior de la caja tenemos dos ejes unidos por una cadena. A través del pedal del acelerador nosotros alteramos la posición de la cadena. De este modo a alta velocidad tendremos menos fuerza, menos respuesta, todo lo contrario que si circulamos a baja velocidad.

Todos los componentes mecánicos van muy bajos, y eso facilita la conducción

Este sistema presenta varias ventajas. Lo primero de todo es la fiabilidad. Al haber menos componentes la caja es más duradera y menos propensa a fallos. Lo segundo es la suavidad. Al no haber cambios entre marchas no tenemos los típicos tirones. Esto incrementa el refinamiento del coche y la comodidad de sus ocupantes. Y lo tercero es que es más eficiente que los habituales cambios automáticos. Por el contrario, es menos prestacional que un convertidor de par o un doble embrague, lo que se nota cuando queremos subir el ritmo.

2. Tracción total simétrica y permanente

En la actualidad vemos por nuestras carreteras un montón de SUV que tienen apariencia de 4x4 pero que en realidad no lo son o al menos no lo son todo el tiempo, ya que la mayoría de ellos desconecta alguno de sus ejes si no es necesario. Los Subaru son coches de campo, y por ese motivo integran una tracción total permanente, lo que quiere decir que en todo momento las cuatro ruedas tienen capacidad de respuesta.

En el caso del XV la caja de cambios distribuye la fuerza de forma habitual en un 60% al eje delantero y un 40% al eje trasero. En todo momento el sistema monitoriza las condiciones de cada una de las ruedas, el agarre, y si por cualquier motivo alguna de ellas pierde capacidad de tracción el sistema envía más fuerza a esa rueda en cuestión. La respuesta es inmediata, ya que no hay lag de tiempo entre el análisis del estado y la conexión del eje. De esta manera se incrementa la seguridad en todo momento.

El XV tiene alma de campo, le encanta salir y mancharse las botas

En cuanto al término simétrico, se usa para hacer referencia al esquema de diseño que forman el motor, la caja de cambios y el diferencial trasero, que en este caso todo ello está dispuesto de forma uniforme y simétrico, a diferencia de otros modelos donde la geometría no está tan equilibrada. Es algo exclusivo de Subaru, y aunque en realidad no afecte al comportamiento de la tracción, sí que mejora la estabilidad y conducción del coche, ya que el peso se reparte de forma equitativa.

3. EyeSight

De un tiempo a esta parte los asistentes a la conducción se han vuelto esenciales. No solo facilitan la conducción sino que son una poderosa arma para evitar accidentes o para reducir la gravedad de los mismos. Subaru ha desarrollado un avanzado sistema que se denomina EyeSight y que llega de serie en toda la gama, incluido el XV. Se trata de un conjunto de cámaras, sensores y radares que analizan de forma constante todo lo que ocurre en torno al coche, detectando los posibles problemas e informando al conductor sobre ellos.

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Prueba Subaru XV 2018, un SUV con alma de todoterreno (con vídeo)

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La forma de actuación ya nos es bastante familiar. Todas esas cámaras, sensores y radares evalúan de forma constante el perímetro, principalmente lo que ocurre delante de nosotros. En caso de detectar un obstáculo el coche alerta mediante un ligero pitido y una gráfica en la pantalla superior del salpicadero. En caso de que nos acerquemos a un peligro el coche repetirá la señal de alerta, mostrando además otra gráfica en el cuadro de instrumentos, y sin finalmente el conductor no toma las medidas oportunas, o no con la suficiente intensidad, el coche tomará el control gestionando la frenada por sí solo llegando incluso a detener el vehículo de forma autónoma.

Además de esoel EyeSight es capaz de hacer muchas otras cosas ya que también dispone de control del ángulo muerto, asistente de mantenimiento de carril, control de crucero adaptativo, asistente de luces largas/cortas entre otros detalles, y recientemente en el XV informando sobre el tráfico trasero. Todo ello ha permitido que el Subaru XV sea el coche más seguro en la historia de los crash test japoneses.

Tras el parabrisas encontramos el EyeSight

4. Capacidades Offroad

Todo lo anteriormente mencionado da pie a imaginarse a un XV trepando cual cabra la ladera de una montaña. La verdad es que, como ya he dicho al principio, este pequeño es capaz de sorprender por su comportamiento dentro pero sobre todo fuera del asfalto. Si quieres un coche para el campo pocos mejores que un Subaru. Pero lo mejor es que el XV no solo dispone de las armas anteriormente mencionadas, hay más.

Una vez salimos del asfalto es importante tener unos buenos ángulos de carrocería. En el caso del XV tenemos 18º en el ataque, 21,6º en el central y 29º en el de salida. Es decir que si conseguimos que el morro pase, el resto del coche lo acompañará sin problemas. Además de ello hay que sumar una altura libre con respecto al suelo de 22 centímetros que nos permitirán abordar problemas importantes con bastante solvencia.

El XV no dispone de reductora, aunque en el caso de esta mecánica sí de una relación de cambio corta. En detrimento de esa reductora clásica Subaru ha desarrollado el programa X-MODE. Se trata de una ayuda electrónica de último recurso. Esta última bala nos permitirá salir de cualquier situación complicada ya que es capaz de mandar el 100% del par a una sola rueda, la que mejor agarre tenga, gestionando esa fuerza y consiguiendo que el XV salga adelante agarrándose a dónde no se puede. Además de ello el X-MODE nos permite un descenso controlado de pendientes. Realmente útil y válido.

Una vez salimos del asfalto el coche nos informa sobre el trabajo de la tracción total

5. Interior

Está claro que el XV es para aquellos que busquen perderse en la naturaleza, pero no por ello se olvidan de las comodidades y las calidades. Esta es, sin lugar a dudas, otra de las cualidades de este pequeño. Aunque todos conozcamos a Subaru como una marca generalista, de hecho el propio fabricante se enorgullece de ello, la realidad es que el interior del XV tiene más de premium que de generalista. La composición, la dureza de la fabricación y la calidad de los materiales sorprenden a todos aquellos que se suben a bordo.

Tampoco podemos olvidar el factor equipamiento, tan importante hoy en día. El XV, ni ningún Subaru, no es uno de esos coches que saque pecho por su última tecnología, no, no la tiene, pero no la vas a echar de menos ya que dispone de todo lo necesario y más. Asientos delanteros calefactables, el EyeSight, tapicería de cuero, control de crucero adaptativo, luces de LED, tomas USB y auxiliares, indicador del ángulo muerto, y un avanzado equipo de conectividad que hará que tu móvil y tu coche se fundan en uno con toda sencillez gracias a Android Auto y Apple CarPlay.

Pero ahí no se acaban las cualidades del interior, porque hay que sumar una última; la habitabilidad. El XV se integra en el segmento C-SUV, un nicho familiar, y por ello ofrece un espacio interior muy bueno y aprovechable. Cabe destacar los 385 litros de capacidad mínima de maletero, ampliables a 835 como máximo si abatimos la segunda fila de asientos en su proporción 60:40. Un baúl muy rectangular que nos permitirá cargar con muchos bártulos.

La cultura japonesa establece estándares de calidad muy duros. El XV los cumple con nota

Punto extra

Aunque no se ha puesto como una de las claves, bien podría serlo. Y de hecho de haberla incluido sería la más llamativa. Me refiero al precio. El XV está en los concesionarios con un abanico de precios que oscila entre los 21.900 y los 29.350 euros. Esto lo sitúa como uno de los mejores coches en relación precio/producto. Se obtiene mucho por un precio ajustado. Así que con todo lo dicho, además del precio, ya te puedes imaginar que el XV es uno de los mejores SUV que hay actualmente a la venta. Un SUV sin forma de SUV que es mejor que la mayoría de los SUV.