“Estamos haciendo algunas apuestas”, Cardile arriesga para forzar el cambio en Aston Martin
El director técnico de Aston Martin, Enrico Cardile, admite que el desarrollo del monoplaza de 2026 va acompañado de algunas apuestas arriesgadas que probablemente impliquen mayores beneficios a largo plazo. Además, el italiano tiene claro que «el fracaso no es una opción».

Ha sido el último en llegar, pero Enrico Cardile ha tomado el mando con firmeza y ya ejerce como director técnico de Aston Martin de pleno derecho.
El ingeniero italiano, que abandonó Ferrari tras casi dos décadas en Maranello, es el encargado de aglutinar el trabajo de todos y cada uno de los departamentos encargados de crear el próximo monoplaza: el Aston Martin AMR26.
Mientras Adrian Newey se centra en el diseño, Cardile ejerce de director de orquesta para afinar cada acorde de la melodía, que debe dar como resultado un claro avance en 2026. Pero el nuevo reglamento técnico es tan complejo y distinto a lo actual que intimida. Aunque no al italiano, o al menos eso es lo que él afirma.
«No podemos conformarnos con los buenos resultados de una sesión de túnel de viento ni con un ejercicio de pérdida de peso exitoso porque no tenemos una referencia»
2026 no es cómo empieza, sino cómo acaba
La temporada que viene marca el comienzo de una nueva etapa reglamentaria completamente distinta a la actual. Todo será nuevo y planteará numerosos retos, por lo que es comprensible que algunos equipos se sientan tentados de apostar por el conservadurismo a la hora de desarrollar el monoplaza.
«Será un gran cambio con respecto a lo que tenemos ahora. Mucho está cambiando», introduce Enrico Cardile al ser preguntado por el reglamento. «El concepto aerodinámico está cambiando por completo; la reducción del peso mínimo será un enorme desafío para todos. Hay una nueva unidad de potencia, hay nuevo combustible. Hay muchas variables en el aire, y eso dificulta mucho predecir dónde aterrizará cada uno».
Sin embargo, en el caso de Aston Martin, la prudencia no es una opción y Cardile tiene muy claro que buscar el éxito inmediato tampoco lo es.
«Tenemos objetivos claros en mente sobre lo que queremos lograr y estamos trabajando arduamente para explorar nuestras opciones», continúa el italiano. «Es una tarea interesante. Parte de ello consiste en comprender dónde apostar: hay líneas de desarrollo que podrían no dar resultados positivos de inmediato, pero que podrían ayudarnos a alcanzar objetivos finales ambiciosos. Estamos haciendo algunas apuestas».

«Cabe destacar que este no es un proyecto que finalice con el lanzamiento del coche el año que viene», prosigue quien ahora responde ante Andy Cowell (CEO) y Adrian Newey (gerente técnico). «Claro que queremos tener un coche rápido a principios de 2026, y ahora mismo intentamos aprovechar el tiempo que nos queda para aprovechar al máximo lo aprendido».
«Sin embargo, por otro lado, tenemos un proyecto a largo plazo: estamos trabajando en la organización, mejorando nuestras herramientas, mejorando nuestros procesos y cambiando la forma en que trabajamos juntos. En resumen, estamos trabajando en la cultura del equipo», argumenta.
Cualquier objetivo de rendimiento será insuficiente
Si cada temporada la incertidumbre es elevada, pues ningún equipo sabe a ciencia cierta cuánto han evolucionado sus rivales, en 2026 esta será máxima, ya que no habrá referencia alguna con el nuevo reglamento.
Por eso, Enrico Cardile siente «emoción. Sin duda. No solamente por nuestro coche. Tengo muchas ganas de ver los otros diez coches, de ver el rendimiento de todos, de saber si estamos en una buena posición y si debemos seguir presionando para mantener la ventaja o si necesitamos seguir presionando para alcanzar a equipos más rápidos. Será emocionante».
«Pero también es emocionante ahora. Como no sabemos dónde estaremos, nada de lo que hagamos ahora será suficiente», añade, convencido de que el objetivo debe ser mejorar constantemente. «No podemos conformarnos con los buenos resultados de una sesión de túnel de viento ni con un ejercicio de pérdida de peso exitoso porque no tenemos una referencia».
«Esto es cierto en cualquier momento, pero especialmente al comienzo de un nuevo ciclo. Durante las últimas temporadas, todos han podido ver las carencias y saber qué necesitan lograr para mejorar su posición. Para el próximo año, todo está en el aire», reitera.
En cualquier caso, Cardile está plenamente convencido de que Aston Martin lo hará «bien el año que viene. Simplemente, no sé si lo haremos bien en la primera carrera, la segunda, la séptima o la que sea. Lo que tenemos es compromiso, concentración y la confianza de que saldrá bien. Tenemos todo lo necesario para hacer un gran trabajo. El fracaso no es una opción».
El debut de los nuevos monoplazas se producirá a finales de enero en el Circuit de Barcelona-Catalunya con un test de cinco días a puerta cerrada. Posteriormente, los equipos se trasladarán a Baréin para completar una pretemporada más convencional.
Fotos: Aston Martin F1