He probado el coche híbrido que yo me compraría. Tiene diseño, practicidad, dinámica y bajos consumos
El Honda Civic se ha postulado como uno de los mejores coches híbridos del panorama actual. Pero, ¿es tan bueno como prometen? Nosotros ya le hemos podido echar el guante para saber si es recomendable o no y conocer así cuáles son sus puntos fuertes y dónde más puede cojear.
La undécima generación del Honda Civic llegó al mercado hace ya alrededor de tres años. En su inicio comercial, el icónico compacto fue recibido con mucho contraste de opiniones. Por un lado se posicionaban los que sí aceptaban su cambio hacia un concepto más práctico y familiar, mientras que otros no estuvieron de acuerdo con prescindir su tradicional forma trasera redondeada.
Pese a ello, el modelo ha demostrado ser una verdadera alternativa profundamente recomendable dentro del sector precisamente por eso: ser un compacto mucho más práctico que la mayoría de sus rivales. Con todo esto, Honda ha decidido poner al día al modelo con novedades en casi todos sus aspectos: exterior e interior. Donde no han tocado es en su mecánica. No lo necesitaba. Al fin y al cabo, ¿para qué cambiar algo que funciona a la perfección?
El Honda Civic e:HEV recibe cambios suculentos para el 2026
La recién llegada actualización del Civic es apenas notable si no se tiene un modelo anterior justo al lado. De hecho, a grandes rasgos, se podría decir que no ha cambiado absolutamente nada. No obstante, sí que lo ha hecho y en cuanto lo especifiquemos se borrarán todas las posibles dudas al respecto. Donde no varía es en sus medidas. El Honda Civic sigue midiendo 4.560 mm de longitud, 1.802 mm de anchura y 1.408 mm de altura.
Mirando su frontal se encuentra un nuevo parachoques, con líneas más rectas y aparentemente afiladas. En la zona de los extremos se han eliminado las luces antiniebla y se ha rellenado el hueco con más superficie de carrocería. La parrilla superior, situada entre los faros LED (que no tienen cambios), incluye ahora un nuevo enrejado algo más abierto que el anterior. También hay leves cambios en su parrilla inferior, especialmente en sus propias formas, siendo ahora algo más generosa que antes.
El perfil también es bastante continuista, pues no incluye novedad alguna en materia de línea de diseño. Sí hace uso de unas nuevas llantas de hasta 18 pulgadas. Aquí queda más a la vista su particular caída del techo que culmina en una trasera inconfundible. También tiene ahora un nuevo color para la carrocería, llamado «Seabed Blue», que sustituye al anterior «Premium Crystal Blue».
Mirando su trasera, los cambios son prácticamente inexistentes, más allá de algún leve retoque en el diseño del difusor o alguna pequeña modificación en sus pilotos, pero nada más allá de leves pinceladas. De hecho, esto es una buena noticia, pues el conjunto ya encajaba a la perfección con los gustos de sus potenciales clientes.
Un buen interior que ha mejorado lo justo y necesario
Si el exterior es capaz de pasar desapercibido para la mayoría, los cambios en el interior podrían ser incluso más sutiles. En la práctica totalidad de aspectos, este espacio sigue siendo el mismo que ya todos conocimos con la llegada de la undécima generación. No obstante, con este pequeño lavado de cara al Civic, Honda ha introducido algunas novedades.
El principal cambio podría atribuirse directamente hacia su pantalla central multimedia. Esta es ahora algo más grande que la que estrenó el modelo en 2022. Por entonces, dicho panel incluía una diagonal más reducida, mientras que ahora su tamaño es de 9 pulgadas. Como suele ser habitual, también cuenta con las ya clásicas conexiones móviles vía Apple CarPlay y Android Auto, ahora, inalámbricas.
Honda ha tomado partido de igual forma en la actualización de sus materiales empleados, siendo ahora de mejor calidad. También han introducido una mejora en el tapizado del techo y en los pilares. Las molduras que rodean las salidas de aireación ahora son en tono cromado mate, mientras que, a partir del acabado «Advance», cuenta ahora con iluminación ambiental para piernas y, desde el «Sport», también en las puertas.
Lo que no cambia (gracias, Honda) es su generosa disposición de botones físicos por todo el salpicadero. De hecho, el módulo de climatización es individual y tiene tres diales con los que modificar los parámetros necesarios de forma cómoda y directa. También tiene un botón para seleccionar la calefacción en los asientos delanteros.
La botonadura continúa en su consola central, pues la selección de cambios se realiza precisamente a través de cuatro botones (P, R, N y D). Personalmente, este quizás es el punto que menos me convence del coche, pues no es tan intuitivo y para hacer cualquier cambio casi siempre tendrás que mirar qué botón estás pulsando. Creo que se habría solventado mucho mejor con una pequeña palanca o dial.
Junto a esto se sitúa, ahora sí, una pestaña desde la que cambiar los modos de conducción (Sport, Normal y ECO). De la diferencia entre estos hablaremos más adelante, en el apartado de la prueba dinámica. También ofrece buenos huecos donde almacenar objetos personales, así como dos útiles posavasos.
Donde el Honda Civic 2026 no ve novedades es en su habitabilidad interior. Los ocupantes delanteros tendrán un buen hueco personal, mientras que los de la segunda fila disfrutarán también de un espacio más que correcto para piernas, aunque no tanto para la cabeza (debido a su particular caída del techo). No obstante, personas de hasta 1,85 metros de estatura viajarán cómodas aquí.
Por último, revisando su hueco de carga, el Honda Civic ofrece un volumen mínimo de 410 litros. Este espacio es realmente amplio y muy aprovechable, dada la enorme boca de acceso, así como las formas cuadradas de todo el maletero. En caso de precisar aún más espacio, la segunda fila se puede abatir para lograr así un máximo de 1.220 litros.
Acabados, precio y mecánica del Honda Civic e:HEV 2026 en España
El renovado Honda Civic ya está disponible para comprar en España. Este se ofrece en tres niveles de acabados. Por orden de precios se posicionan: Elegante, Sport y Advance. Todos ellos, desde el más asequible, cuentan con un buen nivel de equipamiento, con incluso unos asientos delanteros calefactados de serie.
El precio de partida del Honda Civic Elegance en España es de 33.900 euros, sin incluir posibles ayudas o descuentos. Un paso por encima, con el acabado Sport, el precio aumenta hasta los 36.100 euros. Como cabeza de lista, el peldaño Advance hace lo propio desde 38.800 euros. Este último es el más equipado y recomendable de todo el abanico de gama.
Mirando su mecánica, el Honda Civic sólo cuenta con una única alternativa. Esta se compone por un motor de gasolina de 2.0 litros y 143 CV de potencia y con otro eléctrico de 184 CV. Con ello, su consumo medio homologado es de sólo 3,9 litros a los 100 km en ciclo combinado. También es capaz de ejecutar el 0 a 100 km/h en sólo 7,8 segundos y lograr una velocidad punta de 180 km/h.
El mejor punto del Honda Civic está en lo que no se ve: su dinámica
Después de varios años en este sector, he podido probar ya varias generaciones del Honda Civic. Por ello, tengo que reconocer que en un inicio no me terminó de convencer la idea de que la única mecánica en su catálogo fuese híbrida para competir con rivales como el Toyota Corolla. Deduje que, lejos de la realidad, se podría convertir en un «vehículo aburrido». Poco tiempo después de su presentación pude probarlo por primera vez. Ahí, Honda me dejó claro que habían creado el mejor coche híbrido hasta la fecha.
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Ahorras 3.191 €Nada más sentarte tras el volante del Honda Civic puedes darte cuenta de que su concepción es bien distinta frente a la de sus rivales principales. Su posición de conducción puede ser bastante baja y su volante quedar en una postura muy horizontal. Todo ello apunta directamente a una postura eminentemente deportiva; y así es.
Con recorrer unos kilómetros a los mandos del nuevo Honda Civic es posible darse cuenta de su buena puesta a punto. Esta sensación se acrecienta aún más con el paso del tiempo y en ningún momento piensas que ha sido algo pasajero. Cuanto más lo usas más te gusta.
Todo en él emite una sensación de puesta a punto eminentemente deportiva. La dirección transmite muy buen y, además, cuenta con un tarado más o menos rígido que favorece esta sensación. También es bastante directa, lo que remata este punto de vista. De hecho, sus asientos están muy bien diseñados para sujetar el cuerpo en una carretera de curvas. Los ingenieros de Honda sabían lo que hacían.
Con el paso de los kilómetros, su batería se va recargando automáticamente, lo que favorecerá a ejecutar pequeños recorridos en modo eléctrico (sin gastar una gota de combustible), a llevar a cabo el conocido «efecto vela», así como también servirá como apoyo a la hora de ejecutar una aceleración más generosa, en un adelantamiento, por ejemplo.
Sin embargo, he de decir que su caja de cambios eCVT peca de generar ruido mecánico. Esto será especialmente notorio a la hora de hundir un poco más el pedal del acelerador. Con ello se sentirá el motor revolucionarse y, por ende, dejará más ruido en el interior. Aunque es algo que se ha mejorado en los últimos años, el propio concepto de este sistema peca, de por sí, de esto.
Pese a esto, su dinámica es directamente sobresaliente. La puesta a punto de su chasis es realmente cercana a la de un deportivo. Es normal que su versión Type R sea uno de los modelos más pasionales y puritanos que existen en la actualidad. Nosotros lo pudimos probar hace unos meses y nos dejó particularmente entusiasmados.
Aunque todo en él inspire deportividad, el Honda Civic híbrido es capaz de ejecutar consumos de combustible realmente irrisorios (para lo que se podría llegar a esperar). Casi sin quererlo, las medias resultantes serán notablemente bajas. En una conducción totalmente normal, sin preocuparse por nada concreto, lo más sencillo será lograr cifras que bajen de los 5 litros a los 100 km.
De hecho, durante nuestra semana de pruebas con él, el recorrido normal ejecutado fue en vías urbanas o en circunvalaciones que rodean a la capital (Madrid). Con ello, la media general se quedó en apenas 4,6 litros a los 100 km. Insisto, con total despreocupación por este campo. En vías urbanas esta cifra puede bajar aún más hasta los 4,2 litros, mientras que en autopista se situará sobre los 5,4 litros.
