GP Países BajosSube la temperatura... y baja Carlos Sainz, pese a la Q3: "De milagro"

Sin estar en las posiciones que predecían las mejores perspectivas, terminó siendo un sábado relativamente provechoso para los intereses de Carlos Sainz, que partirá en el Gran Premio de los Países Bajos desde la novena posición tras una clasificación en la que jugó todo el tiempo al borde del precipicio, del cual se cayó Alex Albon durante la Q2. Esta es la clase de situaciones en las que el madrileño solía ser el damnificado, pero no fue el caso hoy.

Tras pasar por poco una Q1 en la que nunca estuvo por encima del 13º puesto, y figurar fuera del top 10 en su primer intento de Q2, una fantástica vuelta final le permitió obtener la última plaza dentro del corte por tan solo 21 milésimas, beneficiándose de otro día complicado en la oficina para el Mercedes de Andrea Kimi Antonelli. En la sesión final, ya con una sola bala en la recámara, consiguió rascar una plaza a costa de Fernando Alonso, y se quedó a cinco milésimas de hacer lo propio con Liam Lawson.

No escondía Sainz ante los medios que tenía la esperanza de estar un poco más arriba, desgranando que el cambio de temperaturas no les había jugado a favor. «Después de los Libres 3, obviamente, estaba motivado, con ganas de hacer un top 6 y volver a las qualis de principio de año. Desgraciadamente, ha salido el sol un poco, ha subido la temperatura de pista y de repente estábamos peleando por pasar la Q1. Hemos conseguido pasar la Q2 de milagro, y ya en Q3 el noveno puesto es donde hemos estado toda la clasificación, entre el octavo y el duodécimo, no había mucho más hoy».

«Es una pena, porque con las condiciones de Libres 3, igual podríamos haber luchado por un poquito más, pero es lo que hay», apostillaba Sainz, quien no descartó que un pequeño incidente durante la Q2 le hubiese dañado el fondo plano del coche, aunque no quiso darle demasiada importancia. «Le he dado un golpe bastante fuerte en la salida de la 13 y me ha dado la sensación de que he dañado algo. Ahora veremos en los datos si es así o no, pero no lo sé».

La inconsistencia del Williams FW47 hizo que el principal damnificado cambiase de bando, una diatriba a la que Sainz no es ajeno. «Es difícil para nosotros, para Williams. Tenemos una limitación con las temperaturas de los neumáticos que nos cuesta mucho. Es algo que nos lleva pasando desde principio de temporada, y por eso veis a veces un Williams en el top 7 y otro en la Q1, o uno en Q3 y otro en Q2. Hay una ventana muy pequeña, pero he ido aprendiendo un poco lo que había que hacer durante la qualy con esta temperatura de pista, y más o menos he podido juntarlo todo en Q2 y Q3 cuando contaba, porque es duro».

La mayoría de equipos y pilotos esperan una carrera relativamente plana en lo estratégico, pero la variación que pueda haber en las condiciones climatológicas pueden jugar un papel clave en ello; en especial si la temida lluvia, cada vez menos probable, termina por caer. Sainz está en un punto intermedio al respecto. «Va a ser una carrera interesante, todo el mundo va a intentar ir a una parada, pero la degradación es alta. Será una parada muy cauta por todos, pero igual alguien se anima a ir a dos y se puede adelantar. Será divertido de ver, y espero que sea una carrera más divertida que Hungría».

Fotos: David Moreno - Motor.es