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Técnica F1Día 3: análisis técnico de los test de F1 en Barcelona

  • La tercera jornada de entrenamientos ha estado claramente marcada por el estreno en pista del Williams FW42, que ha podido unirse al resto de monoplazas por la tarde.
  • La propuesta del equipo afincado en Grove para 2019 presenta distintas soluciones acordes a las tendencias actuales, pero con un alerón delantero convencional.

6 min. lectura

Publicado: 20/02/2019 20:30

Continúan las novedades técnicas en los test de pretemporada y, poco a poco, los equipos comienzan a adaptar sus respectivos monoplazas a las necesidades de estos y del circuito. Pero Williams ha sido el equipo que ha acaparado la mayor parte de la atención al presentar por fin su FW42, que ya ha completado sus primeros kilómetros con George Russell a los mandos.

Claire Williams no ha dudado en pedir disculpas a sus seguidores ante lo que considera una imagen inaceptable y vergonzosa del equipo, pero al menos el nuevo coche ya comienza a acumular kilómetros y experiencia sobre la que comenzar a trabajar en los próximos días.

Un alerón delantero convencional

El FW42 se ha mostrado con una configuración ya acorde a las tendencias de la presente temporada, aunque con un alerón delantero que sigue utilizando el concepto tradicional, alineándose con Mercedes y Red Bull en este aspecto.

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Los dos planos secundarios finales cuentan con un perfil divisor -elaborado a partir del soporte del regulador de ángulo de incidencia- en su extremo final (1-amarillo), pero ninguno de ellos pierde grosor ni altura para unirse al endplate más abajo, por lo que aprovecha toda la altura que el reglamento permite (1-verde) para generar la máxima carga aerodinámica posible, optando de paso por enviar el flujo aerodinámico por encima del neumático delantero.

Más atrás vemos la primera innovación técnica, pues Williams interpreta a su manera el concepto de trapecio superior de la suspensión elevado y atrasado (2-azul). De este modo, el canal aerodinámico creado más abajo se incrementa y se distribuye más limpiamente en dirección a los bargeboards y los pontones.

Pontones elevados

La zona intermedia aparece notablemente trabajada, con un bargeboard muy completo en el que destaca el gran panel vertical curvado en su parte más adelantada (3-azul), asociado a múltiples perfiles de menor tamaño que distribuyen el flujo proveniente del alerón delantero y el canal que circula bajo el morro.

También destaca el deflector lateral (5), que cuenta con seis elementos, el primero de ellos anclado al suelo y los dos siguiente en forma de J y que abrazan por abajo a los restantes. Asociados a ellos, observamos como dos planos horizontales (4- verde y rojo) actúan como desviadores de flujo frente al pontón, buscando la mejor refrigeración posible, pero también una mayor eficiencia en la distribución del aire que se dirige al lateral del pontón.

Dicho pontón sigue la tendencia actual de ser más corto y dejar al descubierto la estructura de impacto lateral, que se incluye en la estructura situada bajo el mencionado desviador de flujo (6-rojo). El retrovisor también se adapta a la tendencia iniciada por Ferrari en 2018, siendo utilizado como elemento aerodinámico, aunque en esta ocasión mediante el soporte lateral, que forma una pestaña (7-amarillo) alrededor el cuerpo principal.

Trasera poco evolucionada

La zaga del FW42 es, posiblemente, la zona menos trabajada del coche en esta primera versión de la temporada, con el alerón trasero prescindiendo de los tradicionales perfiles suspendidos que el resto de monoplazas utilizan a la altura de la S obligatoria por reglamento (9), aunque sí incorpora tres cortes bajo la misma y que llegan hasta el extremo inferior del endplate.

El difusor (10) también aparece poco evolucionado y no cuenta con triple perfil habitual en otros equipos, ni las pestañas propias de los extremos del mismo. En cambio, la suspensión trasera sí incorpora la forma de L invertida (8-rojo) que se ha puesto de moda esta temporada, optando además por un ángulo bastante acusado y que posibilita una considerable elevación del trapecio superior, buscando el mismo efecto que en el caso ya comentado de la suspensión delantera.

Es evidente que el retraso en la finalización del FW42 ha lastrado su desarrollo, pero el nuevo Williams presenta de inicio soluciones interesantes y acordes a las nuevas tendencias, aunque ninguna de ellas ofrece realmente una visión innovadora del reglamento de esta temporada. Es de esperar que pronto el equipo recupere el ritmo normal de trabajo y comience a introducir más novedades en las zonas menos trabajadas.

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