GP AlemaniaVettel rompe su maldición en Nürburgring

No ha sido la victoria más fácil de la carrera de Sebastian Vettel, pero sí ha sido una de las que mejor le sabrá. El piloto alemán ha acabado con su maldición del mes de julio y, además, lo ha hecho ante su público y tras pelear con Kimi Raikkönen y, sobre todo, con un Romain Grosjean que ha realizado una de sus mejores carreras del año. Por detrás de ellos llegó un Fernando Alonso que llegó a besar el podio en diversas ocasiones y de hecho estuvo peleando con Grosjean hasta los últimos metros.

La carrera no estuvo exenta de problemas, ya desde el incio. El 'poleman' Lewis Hamilton tuvo varios sustos antes siquiera de empezar la carrera. El equipo Mercedes detectó un problema en la bomba de gasolina durante los últimos exámenes, a media mañana, y el pánico empezó a cundir. Los mecánicos la retiraron sin problema y la sustituyeron, sin que eso conllevara ningún tipo de sanción ya que la pieza es ajena al motor y, por tanto, no tuvo que romper ningún sello del parque cerrado de la FIA. Sin embargo, en la misma parrilla de salida, se encontraron con un nuevo fallo, en este caso, en los frenos delanteros del W04.

En cualquier caso, ese no fue el principal motivo por el cual los dos Red Bull le pasaran en la salida. Tanto Sebastian Vettel como Mark Webber -y en este último caso sí es noticia- realizaron una gran arrancada, lo que les permitió escaparse al frente de la prueba en los primeros metros. Por detrás, Fernando Alonso mantuvo la posición y comenzó poco a poco a realizar la consecuente remontada que le permitía su estrategia a contrapelo. El primer gran susto de la carrera llegó por parte de Felipe Massa: el brasileño perdió el control de su monoplaza a final de recta, y tuvo que abandonar. En cambio, el siguiente susto sí que hizo contener el aliento a todos.

Estaba haciendo su primera parada en boxes Mark Webber cuando uno de sus mecánicos no le colocó correctamente su neumático trasero derecho. La rueda salió disparada, con tan mala suerte que impactó con un operador de cámara, Paul Allen, que estaba de espaldas. El susto fue tremendo -en 2001 murió un comisario durante el GP de Australia por un incidente similar-, pero todo se quedó en eso, un susto. El cámara fue evacuado al hospital, pero consciente y hablando. Por su parte, Webber volvió a salir a pista, aunque con vuelta perdida.

Por delante Sebastian Vettel se escapaba con un sorprendente Romain Grosjean detrás. El francés, realizando una de sus mejores carreras de la temporada, achuchó al piloto alemán todo lo que pudo y más. Mientras, por detrás los Mercedes se desangraban. Las altas temperaturas en Nürburgring pasaron factura a Rosberg y Hamilton, y precisamente este se convirtió en protagonista por su defensa extrema de posición frente a los ataques de Fernando Alonso. Después de ser adelantado por Raikkönen, Hamilton vio cómo el Ferrari del piloto español le empezaba a comer terreno. Sin apenas neumáticos, el británico comenzó a frenar a un Alonso que venía en un gran ritmo, convirtiéndose en un desesperante tapón para el asturiano. Alonso lo intentó durante varias vueltas, pero no fue hasta que Hamilton entró en boxes cuando le ganó la posición.

Justo cuando Alonso ya se encaminaba directo hacia Raikkönen, el siguiente incidente de carrera cambió todo. El Marussia de Jules Bianchi comenzó a echar un característico humo blanco de motor roto, y cuando estaba parando salió ardiendo. El piloto salió del monoplaza inmediatamente, pero al no tener engranada ninguna marcha se quedó en neutro -similar al punto muerto de los turismos de calle- y empezó a caer cuesta abajo, cruzando la pista. El peligro era evidente, por lo que salió el 'safety car' a pista. Uno de los grandes beneficiados de este coche de seguridad fue Mark Webber, que pudo desdoblarse y comenzar una gran remontada hasta la séptima posición final.

Para la recta final de la carrera aún hubo emoción por ver. Los Lotus llegaron en un gran estado de forma, y la victoria de Sebastian Vettel estuvo en entredicho hasta la última vuelta. Primero, Vettel tuvo que resistir a un Romain Grosjean cuyo ritmo fue superior al del alemán. Sin embargo, no fue él sino Raikkönen el que le hizo apretar los dientes al final. El finlandés y Fernando Alonso colocaron neumáticos blandos para dar las diez últimas vueltas al Gran Premio de Alemania. El español fue el más rápido de la recta final de la carrera, lo que le valió para hacer la vuelta rápida de la carrera, pero no fue suficiente. Sólo Raikkönen le ganó la posición a su compañero, para acabar a sólo un segundo de Vettel, mientras que Alonso se quedaba a apenas dos segundos de Grosjean.

El piloto español llegó al límite de las fuerzas de su F138, como demuestra que le ordenaran parar el coche nada más cruzar la linea de meta. Tuvo que volver a boxes en una scooter de un comisario. Con esta victoria, Vettel, con 157 puntos, amplía más aún su ventaja sobre Alonso, que sigue segundo en la clasificación general con 123.

Resultado final de la carrera del GP de Alemania: