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Spy Gate MclarenNigel Stepney explica por qué traicionó a Ferrari

Nigel Stepney admite que en 2007 acusó a su propio equipo de hacer trampas. Le explicó al máximo rival de Ferrari -Mclaren- que la Scuderia había empleado elementos ilegales en su coche conscientemente. Sin embargo, el ex ingeniero de la Scuderia no quiere responsabilizarse de haber entregado el famoso Dossier a Mclaren, y que ni siquiera conocía el contenido del mismo.

Nigel Stepney explica por qué traicionó a Ferrari

2 min. lectura

Publicado: 07/11/2013 19:42

Nigel Stepney, ex ingeniero de Ferrari -conocido sobre todo por su implicación en el escándalo de espionaje de Mclaren a Ferrari que le costó a la escudería de Woking la friolera de 100 millones de dólares-, ha hablado por fin de sus motivaciones para traicionar a su equipo.

En la revista “RaceCar-Engineering”, ha reprochado a su antiguo equipo haber ido en contra del Reglamento de forma totalmente consciente. Con lo que admite que habló con Mclaren del tema, pero sigue sin admitir haberle dado a Mike Coughlan el famoso Dossier de Ferrari.

Me encanta ganar de forma justa, pero cuando estuve allí, no estaba de acuerdo con lo que estaba ocurriendo en Ferrari”, explica. Para concretar, no estaba conforme con el suelo flexible que habían diseñado así como con otra irregularidad reglamentaria en el alerón trasero, elementos presentes en el coche de Kimi Raikkönen con el que el piloto finlandés ganaría su primera carrera con la Scuderia en Melbourne.

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Admite haberle comentado dicha ilegalidad por parte de su equipo a su amigo y en ese momento rival Mike Coughlan. “Creo que no era lo correcto. Y aunque fue mi error hablar de ello, no está bien ganar carreras hasta que le paren a uno. Así que fui contra corriente”, prosigue Stepney.

Cuando Ron Dennis recibió dicha información, fue inmediatamente a hablar con la FIA. A raíz de aquello se prohibió el fondo plano del Ferrari pero no el alerón. Kimi pudo mantener su victoria y Mclaren no reclamó dicho triunfo.

Nigel Stepney también admite que continuó su contacto con Coughlan, pero no quiere responsabilizarse del Spy – Gate. “Hablé sobre un tema, y entonces todo se descontroló. Pero respecto a la entrega de datos: ellos me enseñaron el documento, y el 90% de esa información nunca la había visto”, concluye.

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