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GP Brasil[Vídeo] Brasil 1989: la milagrosa victoria de Nigel Mansell

Nadie daba un duro por que el Ferrari 640, el primer F1 con cambio semiautomático, completara el GP de Brasil, primera prueba de la temporada 1989. Pero, con Nigel Mansell al volante, no solo lo hizo, sino que cruzó la meta en primera posición.

3 min. lectura

Publicado: 08/11/2016 17:30

Nigel Mansell, en la actualidad. Foto: Wikimedia Commons

Para todo piloto, debutar con Ferrari es un momento muy especial. Más aún si el estreno va acompañado de la victoria. Algo que en tiempos recientes han conseguido Fernando Alonso, en 2010, y Kimi Räikkönen, en 2007. Para encontrar el anterior precedente, hay que remontarse al Gran Premio de Brasil de 1989. El protagonista, Nigel Mansell.

El telón de la temporada se levantaba en el circuito de Jacarepaguá (sería la última vez que el trazado carioca albergaba la cita brasileña, que desde 1990 regresó a su actual sede, Interlagos) con los McLaren-Honda como grandes favoritos. Una condición que ratificó Ayrton Senna al hacerse con la pole con más de ocho décimas sobre el Williams de Riccardo Patrese y casi un segundo sobre el Ferrari de Gerhard Berger. Alain Prost y Mansell compartían la cuarta fila.

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Ferrari estrenaba en Río el 640, la primera creación de John Barnard para Maranello. Sin muchas expectativas: el primer monoplaza con cambio semiautomático había padecido de una pobre fiabilidad en los test de pretemporada. De hecho, Mansell estaba tan seguro de no ver la bandera a cuadros que había reservado unvuelo temprano para regresar a Europa. Un avión que no llegaría a coger.

Un incidente en la salida eliminó a Berger y llevó a Senna a la última posición (Ayrton acabaría undécimo, a dos vueltas). Problemas mecánicos eliminaron a Patrese y su compañero Boutsen y Mansell tomó el mando de la carrera con Prost como principal rival. Pero, con problemas de embrague, el francés no estuvo en condiciones de amenazar a su futuro compañero de equipo. Confiaba, tal vez, en que el Ferrari acabaría desfalleciendo. Pero las vueltas fueron pasando y, para sorpresa general, el estilizado 640 cruzó primero la meta con ocho segundos de ventaja sobre Prost.

Fue un falso amanecer: Mansell acumuló después cuatro abandonos consecutivos, y Berger no acabó una carrera hasta Italia, decimosegunda cita del año. Los resultados del 640 mejoraron en la segunda mitad de la temporada, con las victorias de Mansell en Hungría y de Berger en Portugal como puntos culminantes.

Fotos: Wikimedia Commons

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