La vuelta de Mercedes, fruto del trabajo incesante en la fábrica

El jefe de las flechas plateadas trata de promover un discurso de humildad ahora que parece que su equipo ha vuelto a lo más alto de la tabla, dejando atrás a la todopoderosa Scuderia Ferrari, volviendo a ser los dominadores de la parrilla. Los italianos comenzaron aprovechando sus oportunidades al más mínimo fallo de Mercedes, errores que les costaron más caros que la temporada pasada debido a la mejora de rendimiento del SF70H. No obstante, los de Maranello pasaron a liderar una vez vistos los problemas que presentaba el W08 con respecto al funcionamiento de los neumáticos, demostrando un buen trato de las gomas.

El Gran Premio de Mónaco sirvió como toque de atención para los de Toto Wolff, que empezaron a trabajar sin descanso para intentar dar con la solución a su caída de rendimiento. “Tras la carrera de Mónaco, entendimos rápidamente por qué el domingo fue realmente mal. Sin embargo, teníamos que mirar atrás para entender lo ocurrido el viernes y el sábado”, explica el austriaco. “Por lo tanto, un grupo de ingenieros aunó esfuerzos para evaluar con tranquilidad lo que pasó. Tanto de día como de noche, cuando estabas en la fábrica, podías ver luces encendidas y gente trabajando en el simulador”.

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La fábrica de Brackley estuvo activa a pleno rendimiento por más de una semana ininterrumpida, tiempo suficiente para detectar los contratiempos que les habían lastrado en los últimos Grandes Premios. “Estuvo funcionando las 24 horas del día durante diez días seguidos, y ningún trabajador se tomó un día libre. En este deporte no existen fórmulas mágicas, todo llega analizando datos y sacando conclusiones”. Los dos pilotos responsables de dejar bien alto el listón de los alemanes, Lewis Hamilton y Valtteri Bottas, habían reportado por radio en numerosas ocasiones que los compuestos elegidos por Pirelli no les proporcionaban el agarre suficiente para poder ser competitivos. “Comprobamos todas las áreas; la aerodinámica, el equilibrio mecánico, los reglajes, los neumáticos y la forma en la que los pilotos conducen el coche”.

En este deporte no existen fórmulas mágicas, todo llega analizando datos y sacando conclusiones

Finalmente, Wolff admite que el fin de semana de Mónaco “fue bastante desalentador”, pero no se dieron por vencido. Tendrán que ver cómo se sigue comportando su monoplaza en las siguientes carreras para confirmar que han acertado y aplacado los males del coche. “Los resultados en Canadá han sido muy buenos, pero no diría que todos los problemas se han solucionado. Sin duda entendemos el coche mucho mejor, con información mucho más valiosa, pero ahora tenemos que ir a Baku”.

Fuente: Motorsport.comFotos: Mercedes AMG F1