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24 Horas Híbridas Toyota 2015, el desafío de correr sin gastar (con vídeo)

¿En que consiste una carrera de resistencia de consumo? Pues en correr todo lo que se pueda consumiendo lo mínimo posible. Un reto nada fácil de conseguir y que hemos probado este año gracias a las 24 Horas Híbridas de Toyota 2015.

24 Horas Híbridas Toyota 2015, el desafío de correr sin gastar (con vídeo)

15 min. lectura

Publicado: 26/10/2015 11:00

24 horas, 1.440 minutos, 86.400 segundos en carrera, así han sido las 24 Horas Híbridas de Toyota 2015, un reto en el que debes conjugar la velocidad con el ahorro de combustible, pero sobre todo disfrutar. Un pequeño homenaje a las 24 Horas de Le Mans en las que Toyota lleva años participando, y donde ha cosechado grandes victorias y un extenso palmarés. Es hora de sentirse como un auténtico piloto de resistencia.

El circuito de Albacete, próximo a la base aérea, fue el escenario de la prueba por segundo año consecutivo

Pero vayamos por partes. Toyota España por segundo año consecutivo nos reunió a todos, los 42 participantes de esta edición, en el circuito de velocidad de Albacete. 36 representantes de la prensa de motor española estarán acompañados de seis afortunados ganadores de un sorteo realizado por redes sociales.

Antes de nada Toyota nos recibe con los equipos ya conformados, se nos asigna los boxes y nos pertrechan con todo lo necesario para pasar estas 24 horas, saco de dormir, abrigo, sotocascos, camisetas y demás enseres que nos harán la vida más fácil. Por supuesto bar abierto todo el día. El alcohol no tiene cabida, pero cafés y demás bebidas energéticas correrán como el agua. Aquí no se viene a dormir.

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¡Infórmate!

Después de un pequeño aperitivo y de que nos conozcamos todos los integrantes de los equipos, si es que quedaba alguno por conocer, es hora de atender a los comisarios de la carrera que son los quienes nos van a instruir sobre la normativa, el funcionamiento de la prueba y sobre todo de las penalizaciones oportunas. Un último punto muy importante puesto que puede acabar definiendo el resultado definitivo de la prueba, tal y como pasó al final.

Antes de empezar lo primero es saber la normativa de la prueba, y el funcionamiento de la misma

Una vez resueltas todas las dudas es hora de comer, son las 13 horas pero la salida de la carrera es a las 15, por lo que o se come ahora o no se hará después. En las mesas se empiezan a establecer las primeras estrategias y turnos de conducción. Los que ya han hecho pruebas semejantes se convierten inmediatamente en los líderes y los guías, los novatos nos centramos en informarnos lo máximo posible.

A falta de media hora conocemos a nuestras monturas. Otra vez Toyota ha confiado la dureza de la prueba al Toyota Auris Hybrid, aunque en la versión renovada de este año. A este pequeño le queda por delante un esfuerzo mayor que el nuestro, no parará, no descansará y será sometido a torturas poco esperadas para un modelo así, pero a pesar de ello ahí está esperándonos en la pista con el número seis en la carrocería, nuestro equipo.

La hora de salida se acerca, se dan las últimas instrucciones y los últimos consejos, "tranquilos que esto es muy largo", calma, cabeza y a encontrar el ritmo. El procedimiento de salida es el mismo que el de las 24 Horas de Le Mans de antaño, con los pilotos fuera de los coches. Toca correr desde el principio, aunque no será el único inconveniente del primer piloto, puesto que saber marcar un correcto ritmo inicial es vital para el buen devenir de la prueba.

Salida a la antigua, eso si, nada de acelerar a tope, que no hay que gastar gasolina a lo tonto

Aquí hay que hacer un punto y aparte para explicar el procedimiento de la prueba. Como ya habréis podido imaginar la duración de la misma es de 24 horas. Cada equipo dispone de 125 litros de gasolina, 45 en el depósito inicial y 80 más repartidos en cuatro garrafas de 20 litros cada una. A lo largo de la prueba será obligatorio realizar dos paradas para cambiar neumáticos, aunque la gasolina la gestiona cada equipo como ellos consideren.

Cada piloto podrá conducir un máximo de 60 minutos por turno, pudiendo repetir después de haber descansado otros tantos. No hay tiempo máximo de conducción acumulada por piloto, es trabajo de cada equipo gestionar en la manera en la que se realizan los relevos, pero al final de la prueba gana el que dé más vueltas con esos 125 litros, por lo que la manera de consumirlos supone el verdadero reto de la prueba, si los consumes muy rápido los echarás de menos al final, pero si ahorras demasiado puede que te descuelgues excesivamente como para recuperar después.

En eso consisten este tipo de pruebas, en gestionarlas de la mejor manera posible. Hay tres factores clave: tiempo, gasolina y neumáticos. El que mejor sepa controlar cada uno de los parámetros de la ecuación será quien finalmente se lleve el gato al agua, aunque cuidado, puede haber sorpresas, un cambio de piloto de más, un repostaje lento o un cambio de neumático poco eficiente pueden causar problemas difíciles de corregir, lo mismo que cometer alguna irregularidad.

Con el paso del tiempo los cambios de piloto se realizaban cada vez más deprisa

Pero es hora de volver a la carrera. Las primeras horas ya han pasado, y nuestro equipo se pone por delante en la clasificación. Nuestro ritmo es alto, pero los consumos se mantienen a raya y sobre todo las tandas son regulares. Todos seguimos haciendo cuentas y echándonos unas risas, reina un gran ambiente, aún así nada de declarar datos de consumo, somos colegas, pero la información es poderosa.

Los turnos siguen su curso y se acerca la hora del ocaso. Por suerte las nubes impiden los incómodos destellos de luz, aunque surge una pregunta: ¿en qué momento se va a poner a llover? Está claro que lo va a hacer, y los smartphones, actuando a modo de informadores meteorológicos, anuncian lluvia desde las nueve de la noche. Lo clavan.

A pesar de los charcos que se están formando en la pista, el Toyota Auris se comporta de manera sorprendente, gracias sobre todo a los neumáticos, que al igual que los de las versiones de carreras, son proporcionados por Michelin. La nueva goma, el Michelin Cross Climate se muestra contundente en seco, pero es en mojado dónde saca lo mejor de sí, pudiendo tomar las curvas de manera rápida sin que se note un baile en la carrocería, aunque es mejor evitar los pianos y las líneas blancas.

Aun así la noche obliga a un cambio de neumáticos, el delantero izquierdo sufre las consecuencias de un circuito donde la mayor parte del tiempo se gira a derechas y donde debemos perder la menor inercia posible en las curvas castigando el neumático por ello. Somos el primer equipo en realizar el cambio, y aunque no disponemos de herramientas mecánicas la maniobra se realiza con bastante rapidez, lo importante es mantener la calma, se puede perder más de lo que vamos a ganar.

La noche y la lluvia fueron todo uno, los repostajes se hicieron dentro de los boxes para no empaparse

La madrugada se presenta con todos los equipos circulando a un ritmo bajo, alguna salida de pista deja la trazada con tierra y barro, pero nada que no pueda solventarse. Mientras que una reserva de dos o tres personas se queda en boxes como apoyo, el resto intentan descansar en los boxes, no hay mucho tiempo para dormir, pero todo lo que se pueda es de agradecer. Por suerte el paso de los coches es tan lento que no molestan.

Con las primeras horas de la mañana el sol se alza y empieza a desvelar una pista seca casi en su totalidad. Algunos equipos siguen rodando a ritmos bajos, está claro que quieren apretar al final, otros por el contrario incrementan el ritmo según avanzan las horas. El café, y ahora el chocolate caliente caldean un ambiente más que fresco, Albacete nos sorprende con seis grados al alba, por lo menos no se pasa calor dentro del coche.

Las últimas seis horas de carrera se presentan apasionantes. Todos los equipos siguen en la batalla y las diferencias no son muy grandes, alguien avisa: el final va a ser muy ajustado. Todo el mundo se ha reservado para este momento y es ahora cuando las cifras tienen que cuadrar, ni perder un minuto ni perder un litro, cada vez es más complicado mantener la calma. No hay nada en juego, salvo la honra, pero todo el mundo quiere hacerlo bien.

Las últimas garrafas de gasolina se acaban, la segunda parada de neumáticos se realiza y algunos empiezan a dudar si llegarán al final de la carrera "hemos corrido demasiado". Por nuestra parte seguimos manteniendo un ritmo bajo, pero posiblemente conservamos más gasolina que el resto, ya habrá tiempo de gastarla después. Nuestro problema pueden acabar siendo los neumáticos, como los comisarios nos obliguen a cambiar una tercera vez, estamos perdidos, ya ha pasado.

Los últimos turnos se vuelven vitales, "corre, pero no gastes mucho, y cuidado con el neumático delantero izquierdo". Un juego de equilibrios difícil de llevar a cabo, intentamos cargar todo lo que podamos el neumático delantero derecho, que para eso está nuevo. Las curvas a izquierdas sin miedo, las de derechas con cuidado. La tensión se ve recompensada, ¡no hay que cambiar neumático, sólo queda correr!

Y ahí va el último piloto, nuestra posición no nos da esperanzas de alcanzar a la cabeza, pero vamos a subir todos los puestos que podamos. Ya no hay premisas, gasta hasta la última gota de carburante, si nos quedamos sin él al menos lo hemos intentado. A falta de más de media hora los Auris empiezan a decir que no tienen gasolina ni para recorrer un kilómetro, aun así los equipos de cabeza siguen tirando a muerte, los tres primeros están en la misma vuelta y separados por menos de medio minuto.

Al final quedamos cuartos, cerquita del podio, pero con una sonrisa enorme en la boca

Algunos no nos explicamos como el coche sigue en marcha, ¡pero si lleva 40 minutos si gasofa! Nosotros mientras tanto jugando nuestra liga, ascendemos puestos y de los últimos pasamos a ser los cuartos, de ahí no nos moveremos hasta el final, pero no está mal. La cabeza sigue a lo suyo, marcando vueltas rápidas, muy rápidas. Se cumplen las 24 horas de carrera, y ¡¡el equipo tres se proclama ganador por nueve décimas de diferencia!! Increíble. Sin embargo una penalización recae sobre el segundo y finalmente queda relegado al último escalón del podio.

Nosotros alegres y contentos, no habremos ganado, pero nos vamos del circuito de Albacete con la sensación de haber hecho bien las cosas, pudimos hacerlas mejor, no cabe duda, pero por lo menos hemos competido, igual nos ha faltado un poco de arrojo, pero para la mayoría de nosotros, novatos en éstos términos, el sabor de boca es muy dulce. Una pena que se haya acabado, pero el año que viene volveremos para hacerlo mejor. Por cierto, enhorabuena a todos, desde los cocineros hasta los organizadores, pero sobre todo a los rivales, dignos competidores, nos veremos las caras.

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