El caos tras el apagón de San Francisco dejó al descubierto un fallo crítico de los coches autónomos
Los taxis autónomos de Waymo sufrieron problemas que expusieron debilidades en la forma en la que se entrenaron sus sistemas de IA, algo que no impidió funcionar a los coches autónomos de Tesla.

El pasado 20 de diciembre una de las grandes noticias a nivel internacional fue el apagón que se produjo en San Francisco, dejando a la ciudad norteamericana en la oscuridad más absoluta. Esto implica una serie de situaciones inusuales y algo de caos, como ya pudo vivir toda España de primera mano el 28 de abril con el apagón debido a aquella cascada de sobrevoltaje (salvo Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla, aunque sí lo notaron aquellos que debían volar a la Península ese día).
En este caso no paralizó al país concreto (dado que el origen fue un incendio en una subestación de Pacific Gas and Electric Company), pero a una parte del tráfico sí que dejó completamente paralizada en todos los sentidos. Y es que algunos coches autónomos decidieron quedarse paralizados, con los cuatro intermitentes puestos, bloqueándose por completo al llegar a las intersecciones y ver que no funcionaban los semáforos.

Los coches autónomos de Waymo sucumbieron en el apagón
En Estados Unidos, en estos casos, no es muy diferente de España. En caso de que un semáforo no funcione por el motivo que sea, esta intersección se toma como un Stop según la jerarquía de señales de tráfico. Es decir, si es un cruce de 4 direcciones, son 4 Stop y se procederá cuando sea seguro en función de orden de llegada.
En San Francisco podemos encontrar tanto los taxis autónomos de Tesla (además de muchos conductores que hacen uso del sistema FSD, Full Self Driving) y los de Waymo, empresa de Google que hace uso de sus avances en IA. Ambas están entrenadas de diferente manera y operan de manera distinta, lo que marcó una gran diferencia en un caso tan inusual.
Coches autónomos parados en San Francisco
Una de las diferencias entre Waymo y Tesla es que el primero sí es, como tal, autónomo, sin tener forma de intervención humana para que tome el control en caso de que exista algún tipo de problema. En el caso de Tesla, en cambio, sí que lo tienen, pudiendo ponerse la persona al volante. Esto se aplica tanto a sus coches autónomos como a los coches con FSD (que, recordemos, es técnicamente un sistema de nivel 2, sin ser verdaderamente autónomo dado que el conductor es el responsable de la marcha como supervisor).
Los coches autónomos de Waymo, al encontrarse 'a oscuras', se quedaron inertes en las calles de San Francisco. Sin poder procesar la información en tiempo real, sin Internet, los coches autónomos de Waymo se bloquearon en la oscuridad y sin la posibilidad de pasar el control a los humanos que viajaban dentro.
Diferencias entre Waymo y Tesla
Es decir, se quedaron sin poder detectar e interpretar las señales de tráfico con su sistema LiDAR como suelen hacer en situaciones normales para poder circular de manera segura. Esto fue lo que provocó parte del caos en las calles de San Francisco, afectando a miles de personas en la ciudad de la Costa Oeste.
En el caso de Tesla, que funcionan con datos para simular comportamientos, el hecho de poder tomar el asiento una persona real en lugar de bloquearse por completo les supuso una ventaja para no dejar tirados a sus pasajeros. Sus taxis autónomos no utilizan sistemas LiDAR, al contrario que los de Waymo.
La ventaja de la intervención humana
Ambos casos dejan claro una cosa: la ventaja de permitir que, en situaciones donde la tecnología (no la de los coches autónomos en sí, sino la de Internet o el suministro eléctrico en caso de apagones) se ve limitada, la capacidad del ser humano sea la que resuelva las situaciones. En cierto sentido, ya se vio en el apagón en España hace ya casi 8 meses.
En ambas caras de la moneda, este apagón da lecciones al mundo sobre lo que debe hacer un coche autónomo, robotaxi o no, en este tipo de situaciones. Seguramente veamos maneras de solventar este caos en diseños de futuros modelos o tecnologías, como lo que lleva ya un año Volkswagen desarrollando en Wolfsburgo.
Fotos: Waymo
