Bosch advierte, Europa está poniendo en riesgo su futuro tecnológico por miedo a la IA
Parece inevitable que la Inteligencia Artificial invada nuestras vidas y que llegue a prácticamente todos los sectores industriales. Una de las compañías líderes en automoción, Bosch, pone la voz de alarma sobre la situación que se vive aquí en Europa.

La Inteligencia Artificial ha llegado para quedarse. Lo ha hecho de forma rapidísima, casi sin darnos cuenta, y a cada día que pasa vemos nuevas aplicaciones, nuevas imágenes, nuevos vídeos generados o modificados con IA que nos dejan asombrados.
En el panorama automovilístico, esta tecnología será muy importante en un futuro muy cercano, si no lo es ya. Llegará a múltiples campos, sí, pero aquí en Europa nuestra industria corre el riesgo de quedarse atrás frente a los dos mercados rivales: Estados Unidos y China.
Y todo a cuenta de las leyes europeas, que parecen poner trabas al desarrollo de la IA para evitar que termine eliminando multitud de trabajos realizados por personas, que desproteja los derechos fundamentales, que vaya en contra de nuestra seguridad o que provoque algún tipo de abuso.
Esos son los principales temores existentes en Europa. La última llamada de atención desde el sector del automóvil lo lanza Bosch, proveedor alemán de componentes para automóviles y que, a la vez, posee la mayoría de patentes de IA en Europa.

STOP regulación de la IA
El presidente de Bosch, Stefan Hartung, advirtió que Europa está corriendo el riesgo de obstaculizar su progreso en Inteligencia Artificial. La culpa la tiene su regulación tan excesiva, con enormes restricciones, burocracia y requisitos estrictos, que pueden provocar un efecto contrario al deseado en la sociedad europea.
«Europa está retrasando innecesariamente el futuro de su Inteligencia Artificial con una regulación excesiva. lo que hace que seamos comparativamente menos atractivos. Nos estamos regulando hasta la muerte en contra del progreso tecnológico», advirtió Hartung.
El jefe de Bosch se refiere, en este caso, a lo que están haciendo nuestros grandes rivales, con China y Estados Unidos a la cabeza en este campo, y a la vez pide que las regulaciones se limiten a un marco que cubra solo los puntos más importantes.

En este sentido, recordemos que Donald Trump anunció recientemente una inversión en el sector privado de hasta 500 mil millones de dólares en este campo. Acto seguido, Europa hizo lo propio con hasta 200.000 millones de euros. Sin embargo, el marco normativo en la UE está restringido a la Ley de Inteligencia Artificial (AI Act) aprobada recientemente, considerada como una de las más estrictas.
Tanto China como Estados Unidos permiten una mayor flexibilidad y dinamismo en el desarrollo de la IA, lo que puede provocar que las empresas europeas pierdan un tiempo valioso o que terminen marchándose al extranjero.

La IA en el campo del automóvil
Esto también puede afectar a la industria automovilística, uno de los pilares de la economía de la región. Poner restricciones a la IA ralentizará el desarrollo de sistemas de asistencia avanzada o mismamente el desarrollo de los vehículos autónomos.
La propia Bosch, que advierte de la posibilidad de que Europa se quede rezagada, ha instaurado en algunos de sus métodos de trabajo la IA para mejorar los procesos y las comunicaciones con sus clientes.
De forma genérica, la Inteligencia Artificial tiene múltiples aplicaciones en el automovilismo. Al margen de las antes vistas, ayudará también a mejorar los sistemas de fabricación y control de calidad, mantenimiento de máquinas en las fábricas, en la logística y cadena de suministro, ayudando a planificar rutas más eficientes o gestionando el inventario, o mismamente en el campo del marketing y la experiencia del usuario, como la integración de ChatGPT en el interior de los coches.
Fuente: Reuters