Derramar agua en el maletero de tu coche eléctrico puede acabar en casi 13.000 € de factura: este caso real lo demuestra

¿A quién no se le ha volcado, derramado o dañado algo de lo que llevaba en el maletero después de comprar en el supermercado? Son cosas que pasan. Pero si el coche en cuestión es un coche eléctrico y ese algo en cuestión es una botella de agua, entonces la cosa se te puede complicar. Y encarecer.

Parece cosa de perogrullo, pero de hecho ha ocurrido en la vida real. En Estados Unidos, un conductor volvía de hacer compras en su Lucid Air que tenía en modalidad de leasing cuando de repente se tropezó con un agujero en la carretera que no esquivó a tiempo al conducir de noche. Este agujero hizo que se volcase una garrafa de 5 galones (casi 19 litros), se empezara a verter agua y comenzó el desastre.

Agua en el maletero de un coche eléctrico

En el momento en el que se derramó agua en el maletero del Lucid Air, el cuadro de mandos comenzó a iluminarse con alarmas y se activó el modo de seguridad y el vehículo mandó un mensaje al conductor de detenerse en cuanto fuera posible. En cuanto lo hizo, el coche se quedó inmóvil, sin poder cambiar de P a D para poder volver a casa (y sin poder abrir el maletero desde dentro, teniendo que abrirlo manualmente).

Pero la cosa no queda ahí: al llamar a Lucid, su servicio de atención al cliente le dice que se prepare ante la posibilidad de que el vehículo se considere siniestro, además de llamar a la grúa. Y esa grúa...no se pudo llevar el coche. No lo pudo mover dado que el coche seguía atascado en P, negándose a cambiar a N para poderse mover hacia la parte de atrás de la grúa.

Pesadilla antes de Navidad, literalmente

No fue hasta el día siguiente que el Lucid se dignó a cambiar de P a N y una segunda grúa sí se pudo llevar el sedán EV al fin. Después, se produjo un sinfín de idas y venidas entre talleres recomendados que luego no operaban con modelos de Lucid y los que no se hacían cargo de daños en el interior del vehículo, finalmente encargándose la propia marca del problema.

Y lo peor estaba por llegar, pues el perito estimó los daños en 14.830 dólares (12.727 euros) y, dado que fue el conductor quien se 'comió' el agujero en la carretera, se consideró culpa del conductor, no un problema del fabricante o defecto de fabricación. En la factura se observa que el reemplazo de todo el cableado supone de por sí unos 11.000 dólares.

No es el único caso registrado con maleteros de EV

Este no es el único caso de problemas con modelos de Lucid y una botella de agua en el maletero. En otro caso, el coche funcionaba, pero no se abría el maletero y fallaba el sistema de audio así como algunas luces. Dos días después, dejándose secar, en este caso todos los sistemas volvieron a funcionar con normalidad.

Un caso que pone de nuevo el foco en uno de los aspectos más importantes de la venta de coches nuevos: la postventa. En un entorno en el que están apareciendo nuevos protagonistas (con más de una treintena de marcas de origen chino operando en España), la calidad del servicio postventa se vuelve más importante que nunca debido a la complejidad de los sistemas que incorporan los coches que vemos en los concesionarios.

Cuestiones de seguro y casos similares

Otra cuestión reside en si en estos casos está cubierto, o no, por el seguro. En este caso concreto, en el que aún no se sabe la respuesta definitivo, el seguro cubre desastres naturales, robos e incendios, mientras que un problema originado por un agujero en la carretera se consideraría daños por colisión.

Hace no demasiado ya se dio un caso similar en el que se derramó una botella de agua en el interior de un Hyundai IONIQ 5 N. En este caso, la botella estaba en el habitáculo, mal cerrada, y una frenada brusca derramó el líquido. Siendo un error del conductor, en este caso el seguro no cubrió el desperfecto.