Se le derrama una botella de agua en su coche eléctrico y el taller le pasa una factura de 10.000 euros

Un incidente aparentemente tan inofensivo como que se te caiga una botella de agua mientras conduces terminó para este conductor norteamericano en un tremendo disgusto por el pago de una cuantiosa factura cuando lo llevó al taller.

Se le derrama una botella de agua en su coche eléctrico y el taller le pasa una factura de 10.000 euros
Una botella de agua derramada en el habitáculo de un IONIQ 5 causa una factura millonaria a un conductor.

4 min. lectura

Publicado: 02/12/2025 15:00

No hay nada peor para el bolsillo de un conductor que tener que afrontar una reparación costosa e inesperada en el taller. Y si se trata por una tontería, el dolor es mucho mayor. Que se lo digan a Mike McCormick, en Estados Unidos.

Este conductor, propietario de un Hyundai IONIQ 5, circulaba tan tranquilo por una carretera de Florida cuando un frenazo derivó en una situación desastrosa. La culpa la tuvo una botella de agua mal cerrada: quién le diría que la reparación iba a llegar a las cinco cifras.

Interior del Hyundai IONIQ 5

Una reparación pasada por agua y dolorosa

Cuando hablamos de coches eléctricos, seguro que alguno se ha pensado aquello de: ¿están bien preparados en caso de que llueva?, ¿la batería y tanto sistema eléctrico interno resistirán ante una posible fuerte lluvia?

Son dudas que, a día de hoy, nadie se plantea, pero el hecho de unir agua y electricidad suscita dudas en muchas personas. Obviamente, los coches de producción están perfectamente aislados para que el agua de la lluvia no se cuele en los componentes internos.

Otra cosa es que ese “derrame” se produzca en el interior del vehículo. Mike McCormick, propietario de un Hyundai IONIQ 5 en Estados Unidos, lo descubrió en sus propias carnes. La situación se produjo en una autopista, donde un frenazo repentino provocó que una botella de agua cayera al suelo y derramase su líquido.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online
El agua de la botella derramada se filtró bajo el suelo del habitáculo del eléctrico surcoreano.

La mala suerte quiso que ese agua se filtrase por debajo del suelo en la zona bajo los asientos, hasta el punto que acabó afectando al cableado. En el momento posterior al frenazo, el conductor empezó a percatarse de la situación: se encendieron varias luces de advertencia en la instrumentación y los intermitentes dejaron de funcionar.

Al llevar el coche al taller, al no poder apagar el motor, se confirmaron las malas noticias: tuvieron que reemplazar todo el cableado del vehículo. ¿La factura? 11.882,08 dólares, unos 10.300 euros al cambio. Y lo peor de todo, el propietario lo tuvo que pagar de su bolsillo.

Hyundai se negó a cubrir la reparación bajo la garantía al concluir que el daño se provocó por un «factor externo». Por otra parte, la compañía de seguros determinó que los daños en el sistema eléctrico del vehículo se debieron a la corrosión progresiva del cableado, y no al vuelco de la botella.

Sin duda, un caso de muy mala suerte para nuestro protagonista, pero que se une a otra historia que se cuenta en Norteamérica, donde otro propietario tuvo que afrontar una reparación cara por reemplazar el cableado de su IONIQ 5, aunque por otros motivos.

Fuente: Automobile-Propre.com

Pixel