Pruebo el coche autónomo de Denza, más inteligente que la legislación Europea

Pruebo el sistema de conducción autónoma del Nivel 3 del Denza Z9 GT que llegará a Europa en 2026. Durante 40 minutos, recorrimos ciudad y autovía en China sin que el "conductor" tocara el volante.

Pruebo el coche autónomo de Denza, más inteligente que la legislación Europea
Denza Z9 GT, así funciona el coche autónomo que llegará a Europa en 2026

11 min. lectura

Publicado: 07/05/2025 09:30

Hace unas semanas tuve la oportunidad de probar el funcionamiento de la conducción autónoma del Z9 GT, un modelo que todavía no se comercializa en España, llegará en 2026, y pertenece a DENZA, la marca Premium del grupo asiático BYD. La prueba tuvo lugar en China, durante un evento organizado por la propia marca para presentarnos las novedades de todas sus marcas, también incluidas Fangchengbao y YangWang.

La experiencia fue interesante. Durante algo más de 40 minutos recorrimos tráfico urbano, carretera extraurbana y autovía. El trayecto comenzó en las instalaciones de BYD y nos llevó a través de calles repletas de vehículos, rotondas y pasos de peatones.

Hay que tener en cuenta que viajaba de copiloto, acompañado por un responsable de la marca en el puesto de conducción y un intérprete en la fila trasera, que explicaron en detalle el funcionamiento del sistema de conducción autónoma y respondían a nuestras preguntas.

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El Denza Z9 GT es un coche autónomo de nivel 3

Primeras impresiones ¿se nota que el coche se conduce solo?

Tomamos asiento y tras iniciar la marcha, sin darme cuenta, el conductor activa el asistente, del mismo modo que nosotros activamos el aviso de salida involuntaria de carril. En realidad, tuve que preguntar cuando comenzaba la prueba, pensando que vería o sentiría un cambio evidente en la experiencia, pero, la conducción autónoma había empezado de una manera tan discreta que pasó desapercibido para mí. Guay.

Una de las primeras sensaciones sorprendentes fue la naturalidad del movimiento. No era evidente que el coche se estuviera conduciendo por sí mismo: el "conductor" mantenía las manos apoyadas en las piernas, pero el comportamiento del coche era indistinguible de un vehículo conducido por una persona, cuya prioridad fuera la eficiencia en su conducción.

Esta suavidad o naturalidad, hizo que me sintiera cómodo y seguro desde el primer momento, también lo fue el descargo de responsabilidad de ir sentado junto al conductor, es decir, de no ser el responsable final de la conducción. Porque a falta de que las leyes cambien, el conductor es el responsable final en caso de accidente.

A lo largo de toda la prueba, el coche no dio muestras de descontrol y el responsable de la marca no tuvo que intervenir en la conducción en ningún momento. Casi todo el camino el vehículo tenía que tomar decisiones sencillas, exceptuando un par de ocasiones donde la situación era más compleja, como cuento más abajo.

Pero para que tengamos en mente que tipo de coche autónomo es, es bueno recordar que actualmente la clasificación se realiza en base a 5 niveles, donde en el quinto el coche ni siquiera necesita volante ni pedales. La berlina que estoy probando se encuentra -según me indicaron- entre un nivel 2 superior equivalente a lo que en Europa se considera un Nivel 3.

En este nivel, el vehículo puede encargarse de todas las funciones de conducción en ciertas condiciones, aunque requiere que el conductor pueda retomar el control si es necesario. Aquí tienes más información sobre la clasificación de los coches autónomos.

El conductor mantiene sus manos en las piernas, el coche toma decisiones

Como digo, el DENZA Z9 GT que probamos se sitúa en un Nivel 3 de autonomía, lo que significa que puede operar de forma autónoma en condiciones concretas, como ciertas autovías o zonas urbanas bien delimitadas, aunque el conductor debe estar disponible y debe intervenir si el software del modelo así lo solicita. De hecho, como puedes ver en nuestro vídeo, en varias ocasiones el conductor debe tocar el volante a petición del vehículo.

El coche toma decisiones y actúa

Como era de esperar, el modelo acelera y frena manteniendo el espacio con el vehículo que tenemos delante, cambia de carril de manera plena, se detiene ante semáforos y retoma la marcha. Incluso, si un carril está muy concurrido, cambia para ir por otro con menos densidad de tráfico. Rescata la información de la red y luego la analiza a través de sus cámaras.

Sabía que las maniobras sencillas no iban a ser un desafío. Me llamó la atención que en varias ocasiones el coche indicaba la maniobra de cambio de carril, pero que como los otros usuarios de la vía no dejaban suficiente espacio de seguridad, el coche esperaba pacientemente a hacer la maniobra. El sistema no quería comprometer la seguridad de sus ocupantes.

Uno de los momentos que esperaba con ganas fue la gestión de un cruce complejo, que incluía detenerse y ceder el paso. El DENZA Z9 GT se detuvo, avanzó hasta la mitad del carril, activó los intermitentes, dejó pasar a los vehículos con preferencia y cruzó cuando llegó su turno. Todo ello de manera completamente autónoma.

Denza Z9 GT Instrumentación digital
En la instrumentación vemos información de la ruta y próxima maniobra - Denza Z9 GT

La lógica del vehículo le permitió salir airoso de la situación, superando, paso a paso la maniobra. Esta secuencia es posible gracias a un sofisticado sistema compuesto por dos sensores LiDAR frontales en los extremos del paragolpes, tres cámaras en la luna delantera, cámara de aparcamiento frontal, tres cámaras laterales en cada costado (2 en el retrovisor y una en la aleta), así como dos cámaras traseras integradas en el alerón. Los sistemas trabajan solidariamente para saber qué les rodea.

En realidad, el sistema LiDAR actúa como "cerebro" principal, apoyado por las cámaras que ayudan a confirmar la información recogida. Además, en la pantalla central multimedia e instrumentación podíamos ver cómo el coche interpretaba su entorno, diferenciando con precisión coches, camiones, peatones y próxima maniobra a realizar.

La sensación que he tenido con este sistema ha sido como si tuviera un cuidador con un ojo que todo lo ve. Un sistema que evita, o sin lugar a dudas reduce, los riesgos inherentes al transporte de personas. Solo espero que esta mejora en la seguridad vial tenga un coste razonable cuando llegue en la práctica a la calle.

Tiene dos radares LiDAR en su frontal, en los extremos del paragolpes - Denza Z9 GT

¿Preparados para los coches autónomos? Tenemos deberes

En China, los coches con tecnologías de conducción autónoma como el que he probado, ya se comercializan desde hace tiempo. Sus clientes lo usan para ir o volver de trabajar. En España y Europa, sin embargo, todavía estamos lejos de ver vehículos autónomos circulando de forma masiva. No es un problema de tecnología, ni de capacidades de construcción -los fabricantes Europeos también saben-, es un problema de legislación.

Aunque teóricamente confiaría en un sistema como el del Denza Z9 GT, en la práctica aún me costaría dar el salto total. Sin embargo, las ventajas son claras, especialmente para personas que no disfruten de la conducción o tengan limitaciones físicas o incluso desde un punto de vista de seguridad vial. Sobre la diversión de conducir no voy a hablar pues si bien, soy de los que disfruta conduciendo, en este momento eso pasa a segundo plano.

La legislación europea avanza mucho más despacio que la tecnología. Para la adopción real de los coches autónomos, serán necesarios cambios profundos, como infraestructuras inteligentes, por ejemplo, semáforos que se comuniquen con los vehículos, y más adelante nuevos tipos de licencias que contemplen la convivencia entre coches conducidos por personas y otros autónomos. El futuro de la movilidad ya está aquí, pero su implantación necesitará algo más que coches inteligentes, requerirá ciudades y legislación igual de inteligentes. Vamos Europa.

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