El coche eléctrico que ha enamorado a Jeremy Clarkson: “Espectacular, ojalá tuviera motor”
El expresentador de Top Gear y The Grand Tour, Jeremy Clarkson, ha sido muy duro con la industria del motor actual, la cual considera en declive a causa del coche eléctrico y la electrónica. Sin embargo, admite que un coche en concreto le enamora.

Pocos personajes relevantes en la industria del motor son tan reacios a admitir el coche eléctrico como el siguiente paso razonable como lo es Jeremy Clarkson.
El periodista y presentador televisivo es una de las grandes estrellas gracias a su papel predominante en dos programas míticos para los aficionados a los automóviles: Top Gear y The Grand Tour, pero la deriva que ha tomado la industria en los últimos años ha contribuido a que haya decidido abandonar y dedicarse a otras cuestiones.
«Antes, si comprabas un coche de hace 10 años, era fiable, cómodo, refinado, bien equipado, rápido, relativamente económico»
La invasión digital
Pero, ¿qué es exactamente lo que frustra tanto a Jeremy Clarkson de los automóviles modernos? El británico de 65 años considera que la transición al coche eléctrico y la proliferación de elementos digitales y electrónicos son los que han pervertido la industria.
Empezando por esto último, Clarkson culpa «a los gobiernos por el declive, porque por ley se deben realizar una serie de funciones antes de poder desactivar el límite de velocidad o las advertencias de cambio de carril».
«Ahora tienes que apagarlos antes de partir. Cuando conduces un coche diferente cada semana —y aprecio que esto no se aplique a todo el mundo— me lleva 10 minutos descubrir en esos menús cómo hacerlo, y eso me distrae», añade Clarkson.
Incómodo e inseguro
Esta no es una queja exclusiva del británico, ya que muchas marcas han tenido que dar marcha atrás en su política de eliminar los botones físicos antes las múltiples opiniones negativas de los clientes. Eso sí, la moda de las pantallas digitales parece haber llegado para quedarse.
«Una vez que la pantalla de cristal se convirtió en la forma barata de proporcionar botones, se volvieron locos. En el nuevo M5 tienes efectivamente 30 aplicaciones diferentes con las que puedes desplazarte, y las opciones son increíbles», continúa Clarkson. «Solías tener un botón deportivo que hacía que el coche fuera incómodo. En ese M5 las opciones eran simplemente una locura. Es como el ecualizador gráfico de un equipo de alta fidelidad de los años 70».
«Con el volante a la derecha tienes que usar la mano izquierda, y como soy diestro no soy tan preciso con la mano izquierda como con la derecha. Por lo tanto, siempre estoy golpeando algo incorrecto. Luego dejas huellas dactilares por toda la pantalla y no puedes ver lo que estás haciendo, ¡y no quiero nada de eso!», añade, visiblemente molesto.
Esto lleva a Clarkson a abogar por los coches con más de una década de antigüedad, los cuales considera más racionales. «La razón por la que conduzco un Range Rover de 18 años y un Jag [Jaguar] de 12 años es que tiene botones. Si quiero cambiar de navegación a música o subir un poco la calefacción no tengo que entrar en un menú – simplemente lo hago».
Los coches eléctricos
Pero al controvertido periodista televisivo la moda digital no es lo único que le incomoda de la industria actual. Clarkson recuerda la razón por la que abandonó The Grand Tour. «Dije que simplemente no me interesan los coches eléctricos y vi que ese iba a ser el futuro».
«Pensé: “¿Cómo puedo estar entusiasmado mientras conduzco cuando la maldita cosa no hace ningún ruido?”», añade, defendiendo una postura sin duda clásica y no compartida por una gran parte de las nuevas generaciones.
Eso sí, Clarkson admite que un coche eléctrico en concreto le ha entusiasmado, aunque lamenta que no lleve un motor tradicional. «El otro día tuve ese Renault 5 eléctrico y pensé que era un coche pequeño con un aspecto espectacular y me gustaron mucho las salpicaduras de amarillo en el interior. Muy bien hecho… ¡ojalá tuviera motor!».

«Manchas amorfas e idiotas»
Sin embargo, para Jeremy Clarkson el Renault 5 eléctrico es un oasis en el desierto en lo que a diseño y personalidad respecta, ya que considera que las nuevas tendencias— sea en el segmento cero emisiones o en el tradicional— carecen de alma.
«Creo que todo el mundo ha perdido la idea de que un coche representa libertad, glamour, velocidad, peligro, ya sea a través de la legislación o de un cambio en la percepción pública», lamenta Clarkson. «El coche ya no se considera algo emocionante. Y eso está representado en las manchas amorfas que hoy en día se consideran diseño de automóviles».
«Los coches llegaron a un punto en el que estaban muy bien hechos, tenían navegador por satélite, aire acondicionado y techos que se podían plegar mientras se conducía», prosigue, muy crítico con los estándares de fabricación actuales. «Llegaron a un punto en el que tenían todo lo que uno podía esperar razonablemente de un automóvil, y ahora todos se han vuelto electrónicos e idiotas».
«Así que creo que hace unos 10 años, si comprabas un coche de hace 10 años, era fiable, cómodo, refinado, bien equipado, rápido, relativamente económico y espectacularmente ecológico, porque nadie había tenido que construirte un coche nuevo», concluye Jeremy Clarkson, para quien, sin duda alguna, cualquier tiempo pasado fue mejor.
Fuente: YouTube Harry’s Garage Channel