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Los coches eléctricos arrancan mejor en frío extremo que los de motor de combustión

Así lo aseguran los servicios de asistencia noruegos tras prestar ayuda durante el pasado gélido mes de enero en las carreteras del país nórdico, algo que contrasta con la creencia que los vehículos eléctricos funcionaban peor con climas extremos.

Los coches eléctricos arrancan mejor en frío extremo que los de motor de combustión
Los coches eléctricos tienen menos problemas para arrancar por culpa del frío extremo.

6 min. lectura

Publicado: 14/02/2024 20:00

Cada invierno se comentan los efectos negativos que puede tener el frío extremo, la nieve o el hielo en los vehículos. La climatología adversa nunca es buena compañera de viaje en la carretera, de eso no cabe ninguna duda.

De los vehículos eléctricos siempre hemos dicho que su autonomía se ve afectada por las temperaturas extremas. En invierno, las bajas temperaturas pueden afectar al alcance de las baterías, y eso es totalmente cierto.

No obstante, hay un detalle importante que quizás no es tan conocido y que ahora queda confirmado por los mismísimos servicios de asistencia de Noruega. Un país nórdico donde el frío es protagonista y que, además, cuenta con la mayor cuota de mercado de coches eléctricos nuevos.

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La empresa de asistencia en carretera Viking revela lo que pocos conocen: los coches eléctricos arrancan mejor con frío extremo que aquellos vehículos con motor de combustión.

Recordemos que Noruega es el país donde los coches eléctricos nuevos tienen una mayor cuota de mercado en todo el mundo: 82,4 por ciento en 2024. Si contamos los híbridos enchufables, el porcentaje asciende al 90 por ciento.

Los servicios de asistencia noruegos atienden menos casos de coches eléctricos con problemas de arranque.

Las cifras en Noruega hablan por sí solas

Durante el invierno es muy habitual que los conductores tengan que llamar a una grúa por culpa de problemas en su batería: el frío ocasiona que el vehículo no se pueda arrancar y entonces tengamos que sustituir la batería, o incluso el alternador.

En los coches eléctricos la situación parece ser diferente. Si hacemos caso a Viking, la problemática en estas condiciones es mucho menor en los vehículos eléctricos. Algo que contrasta con la extendida creencia entre muchos conductores respecto al frío y los eléctricos.

Durante el pasado mes de enero, Viking asistió a unos 38.000 conductores en la carretera, de los que el 23 por ciento se correspondía con vehículos eléctricos. Teniendo en cuenta que, actualmente, el 24 por ciento de los vehículos que circulan en Noruega son ya eléctricos, lo cierto es que las estadísticas se ajustan a la realidad.

La proporción cambia cuando nos fijamos en las asistencias ocasionadas por problemas en el arranque de los vehículos. De los 16.410 coches que no pudieron arrancar a causa del frío, tan solo el 14 por ciento de las llamadas provenían de conductores de coches eléctricos. El 45 por ciento, se debió a problemas con la batería de 12 voltios, mientras que 309 se quedaron sin batería y 289 no pudieron desconectar el cable de carga por el frío extremo.

«Llegamos a la conclusión de que el vehículo eléctrico se comporta significativamente mejor que el coche térmico medio en términos de problemas de arranque con frío. Es un descubrimiento sorprendente, desde el punto de vista de la impresión que se da en general», comenta Svein Setrom, uno de los responsables de la compañía Viking.

Así afecta el frío extremo a los coches eléctricos.

La autonomía de los eléctricos sí se ve afectada

Lo que sí resulta inevitable es que el alcance de los coches eléctricos se vea afectado por las bajas temperaturas. Es una cuestión científica: las reacciones químicas que se producen en el interior de la batería, sobre todo en las de iones de litio, se ralentizan mientras el vehículo está en movimiento, por lo que la autonomía se ve reducida.

Además, debido al frío, el conductor usará más frecuentemente la calefacción, por lo que el consumo energético se disparará por este motivo y, a su vez, afectará a la autonomía de forma temporal.

Este estudio de Recurrent Auto pone nombre y cifras a la bajada de autonomía en coches eléctricos, algo que depende del modelo y también del tipo de batería: por ejemplo, las baterías LFP sufren más, por ejemplo, que las NCM. Se espera que las futuras baterías de sodio reduzcan este efecto, ya que están más preparadas a funcionar con climas extremos.

Fuente: Forococheselectricos.comFotos: Freepik

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