Los coches microhíbridos son los 'nuevos' diésel
Los vehículos con motores diésel fueron la moda en el mercado automovilístico europeo durante más de una década. Ahora, a la espera de que los coches eléctricos cojan impulso, son los microhíbridos con etiqueta ECO los que más están a la moda.
Recientemente, compartiendo mesa con un ingeniero de una de las principales marcas automovilísticas alemanas, me dijo una frase que me dio que pensar: «Los coches microhíbridos son los nuevos diésel». Y razón no le falta, o al menos sabía a qué se estaba refiriendo.
Los coches diésel fueron la moda en su momento, y no hace mucho tiempo. A finales de la década de los 2000 alcanzaron su mayor cuota de mercado en España, con un pico del 71 por ciento de las matriculaciones. El dieselgate y el 'apedreamiento' público de los gobernantes han terminado por condenar a esta tecnología, que ahora roza el 10 por ciento de las ventas en lo que va de año.
Su sucesor en el mercado parece claro, en lo que a término «moda» se refiere: los vehículos que ahora llamamos microhíbridos, híbridos ligeros, 'mild hybrid' o simplemente MHEV. Son modelos de acceso a la electrificación, más baratos que los híbridos convencionales (HEV) pero con la misma etiqueta de la DGT, con todas las ventajas que conlleva.
Y es que si te paras a mirar las últimas novedades que van presentando las marcas de coches, te darás cuenta que prácticamente ya no existen versiones puramente de gasolina o diésel. Las hay, sí, pero son testimoniales, y la mayoría de ellas ya cuentan con algún tipo de hibridación.
Qué es un coche microhíbrido
El endurecimiento de las normativas de emisiones de CO2, las medidas restrictivas en las ciudades con las Zonas de Bajas Emisiones y, sobre todo, la posibilidad de ofrecer a los conductores las ventajas de una etiqueta ECO de forma relativamente sencilla, ha empujado a todas las marcas a ofrecer esta tecnología MHEV.
Estos vehículos constan de una batería o red de 48 voltios que, acoplado al motor principal, le permiten reducir sus consumos y, en algunos casos, poder moverse momentáneamente en modo eléctrico. En comparación con un coche híbrido autorrecargable (HEV), sus baterías son mucho más pequeñas y, por lo normal, no permiten el movimiento en eléctrico puro.
Claro que la tecnología está avanzando a pasos agigantados y en casos como el de Stellantis, que cuenta ya con una gama de 30 modelos con estas mecánicas MHEV, ya están prácticamente rozando el territorio de los híbridos.
Los vehículos microhíbridos, como los híbridos convencionales, no optan a las ayudas del Plan MOVES en España.
Las carreteras y el mercado se inundan de vehículos MHEV
Las ventas de coches nuevos hablan por sí solos. En lo que va de año, los híbridos con etiqueta ECO representan ya el 37 por ciento de las ventas, muy cerca ya del 38,8 por ciento de los coches de gasolina, por cierto. De estos, según la consultora MSI, más de la mitad (57 por ciento) fueron microhíbridos.
Es decir, que casi 6 de cada 10 coches que se venden en España como vehículos híbridos y que tienen etiqueta ECO no se mueven en modo eléctrico (salvo las excepciones de los últimos modelos que, por apenas 1 kilómetro, lo pueden hacer).
Y claro, esto significa que las Zonas de Bajas Emisiones se van a inundar en apenas unos años de modelos que emiten casi lo mismo que un vehículo con motor térmico. Según Transport & Environment, apenas representan un 2 por ciento menos de emisiones medias respecto a estos últimos (137 frente a 140 g/km de media durante el primer semestre), y mucho más que los híbridos HEV (110 g/km de media).
El Nissan Qashqai es, a día de hoy, el vehículo con tecnología microhíbrida más vendido en España según la consultora MSI, seguido del FIAT 500 y el Ford Puma.
La DGT quiere cambiar el reparto de etiquetas
Esta situación, obviamente, ha llamado la atención a los dirigentes españoles, que se ven en una situación similar con los deportivos o superdeportivos híbridos enchufables, con un alto nivel de potencia, que pueden acceder a las ZBE sin necesidad de moverse en eléctrico.
La Dirección General de Tráfico ya ha avisado que se revisará el reparto actual de etiquetas medioambientales. Eso sí, lo que no podrá hacer es eliminar los derechos de los conductores que ya tienen esta etiqueta. ¿Será ya entonces demasiado tarde?