Así se calcula realmente la potencia de un coche, el secreto del 5252
La potencia es clave para un gran número de clientes, tanto para los que quieren comprar coche como sólo soñar. Hablamos de caballos pero pocos saben cómo se determinan los que rinde un motor, no es algo que la marca señale así como así, hay mucho más detrás.

Hablar de coches significa hacerlo, por norma, de rendimiento y prestaciones. La primera condiciona a una gran mayoría de los que están interesados en comprar coche, sea nuevo o de ocasión, porque dependiendo de la potencia es más caro o más barato. Cuanto mayor es esta cifra más deseados nos parecen los coches pero, en verdad, no es lo más importante en el apartado del rendimiento, y el que nos puede sacar de un aprieto en carretera, como ya te contamos.
Hablando con propiedad, no es la potencia por sí sola la que pone el coche en movimiento, sino el par motor disponible en el cigüeñal. La potencia, medida en caballos de fuerza, mide lo rápido que se entrega el par motor que se genera en el cigüeñal, medido en Newton-metro (Nm), determinando tanto la velocidad máxima como la aceleración a un régimen de giro del motor más alto. Los ingenieros utilizan herramientas como dinamómetros para obtener la fuerza que se produce a diferentes revoluciones del motor para dibujar las curvas de par y potencia.

Par, revoluciones y potencia, la ecuación que explica cómo rinde un motor
Pero, el par motor no es suficiente para señalar la potencia del motor, por lo que las revoluciones por minuto son el multiplicador que falta en esta ecuación. Saber cuántas veces se aplica ese par motor es lo realmente importante o, dicho de otra forma más correcta, cuántas veces gira el cigüeñal por minuto. Cuanto más rápido gire con el mismo par, más trabajo hace el motor y mayor es la potencia. Pero, para poder calcular ésta, los técnicos utilizan un factor de conversión estándar, ya que los giros del cigüeñal se miden en radianes por segundo.
Esto es hablando en el mundo de la física pura y dura, pero en la automoción se usan las «RPM». La medida de los radianes obliga a la industria del automóvil necesita una constante para facilitar las conversiones a caballos de fuerza, no CV, sino hp. Esta es la unidad tradicional que se utiliza en la relación entre par motor, revoluciones por minuto y potencia, y el valor resultante no se ha escogido al azar: 5252.
El detalle clave que muchos pasan por alto cuando hablan de potencia
Esta cifra corresponde al régimen de giro en el que, cuando el par se expresa en libras-pie -la medida estándar en Estados Unidos- y la potencia en caballos de fuerza, ambas curvas se cruzan y muestran el mismo valor numérico. Los caballos de fuerza son el resultado de aplicar una fórmula más sencilla, en la que se multiplica el par motor por las RPM correspondientes y se divide por la constante 5252.
El resultado es como se calcula realmente el caballo de fuerza, y que sirve para determinar la capacidad de un coche para seguir acelerando a velocidades altas. La potencia en hp se multiplica por 1,014 para obtener su equivalente en CV. Potencia y par motor importan, pero cada uno por diferentes razones. En los coches modernos, el par motor máximo se suele alcanzar a unas bajas RPM, sintiéndose más vigor casi desde parado, o al acelerar en marchas bajas, mientras la máxima potencia se alcanza a unas RPM muy elevadas. Cuando lo importante es alcanzar grandes velocidades y que estas se mantengan durante más tiempo.
