El CEO de BMW deja bien clara su postura con respecto al coche eléctrico, "es un callejón sin salida"

El mercado eléctrico internacional sigue sin despegar salvo por varias excepciones. La opción de apostarlo todo al coche eléctrico es para BMW una vía muerta. Los alemanes apuestan por dividir la gama y ofrecer varias alternativas.

El CEO de BMW deja bien clara su postura con respecto al coche eléctrico, "es un callejón sin salida"
Oliver Zipse es una de las voces más críticas con respecto al nuevo enfoque eléctrico en Europa.

6 min. lectura

Publicado: 20/05/2025 11:30

El coche eléctrico centra hoy casi toda la atención de la industria del motor. Todos sabemos que antes o después la electromovilidad se impondrá en nuestra forma de desplazarnos, pero nada indica que vaya a ser pronto. Europa ha propuesto un plazo difícil de cumplir para conductores y fabricantes. En BMW tienen muy claro que la apuesta exclusivamente eléctrica es un «callejón sin salida». Así lo ha declarado el CEO de la compañía, Oliver Zipse. Una de las voces más críticas con respecto a las decisiones que Bruselas lleva años tomando.

A mediados de la década pasada todo hacía pensar que el coche eléctrico iba a sustituir rápidamente a la combustión. Tesla demostró las enormes posibilidades de la movilidad libre de emisiones, pero la realidad, una década más tarde en bien diferente. Esta debía ser la década en la que el coche eléctrico se impusiese sobre el resto de alternativas, pero las cifras dicen todo lo contrario. A pesar de que cada vez son más los conductores que quieren dar el salto a la movilidad eléctrica, las encuestas no se materializan a la hora de firmar contratos.

BMW fue uno de los primeros fabricantes en apoyar la llegada de coches eléctricos.

Enfoque múltiple para un mercado cada vez más local y específico

Si bien las matriculaciones siguen creciendo, el ritmo es muy lento. Demasiado. Salvo contadas excepciones, Noruega y China, el coche eléctrico sigue muy lejos de las expectativas, a pesar de que cada vez ofrecen mejores condiciones, más autonomía y menores costes. El problema no sólo reside en el precio del producto sino en la libre disposición de un punto de carga. Muchos conductores no tienen acceso a un enchufe donde cargar sus vehículos y sin duda es un inconveniente que, hoy por hoy, tiene difícil solución. No es posible levantar una infraestructura de carga a esa escala. Siempre habrá alguien que no pueda recargar su coche eléctrico en las inmediaciones de su casa o de su trabajo.

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Es por ello que Zipse reconoce abiertamente que el pensamiento de «blanco o negro» no puede resolver los problemas climáticos que reinan en el mundo. Los cambios deben ser impulsados por el consumidor, no por los políticos. A pesar de ello, BMW cree que los reguladores están presionando demasiado a favor de los vehículos eléctricos. Su director ejecutivo quiere que todos bajen el ritmo. «Sólo un enfoque integral puede facilitar y estimular la inversión. Porque, como tecnología independiente, la movilidad eléctrica conduce a un callejón sin salida, eso ya ha quedado claro. Las diferencias son simplemente demasiado grandes, incluso dentro de Europa».

Si bien en países como Bélgica el coche eléctrico representa el 60% de las matriculaciones, en España se sitúan por debajo del 7%. En el caso de Italia el porcentaje es aún menor. La industria del automóvil se está volviendo cada vez más local y específica. Esto obliga a los fabricantes a apostar por diferentes vías que disparan sus costes y por lo tanto el de los vehículos. Es un equilibrio muy difícil de lograr. Las normas europeas no tienen en cuenta este tipo de desigualdades sociales entre los países miembros de la unión. Los conductores llevan meses esperando una propuesta de ayudas común que todavía no llega. La única forma de fomentar el coche eléctrico es subvencionándolo.

A pesar de que los políticos tienen gran parte de la culpa de la situación que hoy afecta a la industria, las marcas no pueden olvidar su parte. Los fabricantes han abrazado la movilidad eléctrica sin rechistar a tenor de unos resultados económicos muy favorables. Menos ventas y más rentabilidad. Durante años han sacado pecho de sus ventas, pero ahora, cuando el coche eléctrico parece estancado, lanzan la voz de alarma. Marcas como BMW ya no pueden ni considerar a China como un foco de atención ya que las nuevas marcas locales están desplazando a las tradicionales rápidamente. Y pronto podría pasar en el extranjero.

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