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Diess y Winterkorn conocían la manipulación (Dieselgate) de Volkswagen antes de septiembre de 2015

Nos acercamos al tercer aniversario del estallido del escándalo de las emisiones diésel de Volkswagen (18/09/2015) y la justicia estrecha el cerco sobre altos directivos, además de mandos intermedios y de empleados. La manipulación fue conocida meses antes de que se hiciese pública.

6 min. lectura

Publicado: 22/08/2018 22:00

Herbert Diess, actual CEO del Grupo Volkswagen (VW AG) y responsable de la marca Volkswagen desde julio de 2015

Resulta interesante estar atento a la prensa alemana durante estos días, según van apareciendo piezas del sumario contra Volkswagen por parte de la justicia del lander de Baja Sajonia. La compañía, por su parte, también sigue su propio proceso de investigación interna.

Recapitulemos. El 18 de septiembre la Agencia de la Protección del Medio Ambiente (EPA) estadounidense emitió una notificación de violación [normativa] (NoV), en la que se hacía público el mal hacer la compañía en su mercado. El 22 de septiembre la empresa matriz (Volkswagen AG) hizo un comunicado y también informó a sus accionistas.

Los altos directivos han esgrimido desde entonces que la manipulación de los motores para pasar como ecológicos y legales en las pruebas de homologación fue cosa de mandos intermedios e ingenieros bajo una supuesta presión de sus jefes, así como la cultura del miedo a no poder cumplir objetivos.

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Martin Winterkorn (2015)

Según los documentos a los que ha tenido acceso Der Spiegel, el 27 de julio de 2015 hubo una reunión en la que estaba el entonces CEO, Martin Winterkorn, y el responsable de la marca Volkswagen, Herbert Diess. Winterkorn dimitió en los primeros días del escándalo, pero Diess es el CEO desde abril de este año.

En esa reunión supuestamente se abordaron las posibles consecuencias a las que podría enfrentarse el fabricante por saltarse los estándares anticontaminación de Estados Unidos. La EPA quería saber por qué las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de los Volkswagen eran tan elevadas, a raíz de los datos obtenidos por el ICCT y la Universidad de West Virginia, aparecidos en 2014.

Diess se había incorporado como responsable de la marca Volkswagen el 1 de julio de 2015, anteriormente había trabajado en BMW. Diess respondió negativamente a la pregunta de Winterkorn de si BMW había hecho también trampas en sus homologaciones. Winterkorn creyó que se podía convencer a los reguladores americanos de que sus coches podrían seguirse vendiendo, solo había que saber explicar el porqué de esas emisiones excesivas. No salió bien.

En 2015 Volkswagen aún publicitaba los TDI Clean Diesel, que dejaron de venderse al poco de estallar el escándalo

De acuerdo a la compañía, las versiones de los testigos en esa reunión difieren entre sí, por lo que no se puede concluir -a su juicio- que tanto Winterkorn como Diess supiesen en julio de 2015 que había un fraude. De haberlo sabido, tenían que haber avisado a las autoridades europeas y norteamericanas, pero también a los accionistas (a fin de cuentas, les afecta).

Volkswagen pasa la patata caliente a los tribunales, ellos deben decidir qué es la verdad

El 31 de julio de 2015 Volkswagen contrató los servicios de unos abogados para recibir asesoramiento, ¿a qué consecuencias se enfrentaban? ¿Habría multas? ¿Se podrían seguir vendiendo los coches? Según la documentación aportada, los abogados no estuvieron seguros de que se considerasen programaciones fraudulentas los apaños en los motores para lograr ser homologados.

Para la EPA se considera "defeat device" cualquier sistema encaminado a engañar a las autoridades, como puede ser una detección de una prueba de homologación que siempre se hace igual (tal velocidad, solo ruedas delanteras se mueven, sin girar dirección...) Al final, la EPA acabó considerando que sí había "defeat device", traducido habitualmente como "dispositivos de derrota", "dispositivos fraudulentos", aunque técnicamente se trata de una programación específica de la centralita del motor.

El escándalo también ha salpicado a Audi, como marca, a sus coches, y a sus directivos y empleados

Pero hay más. La documentación también revela que Hans Dieter Poetsch, entonces responsable de finanzas de Volkswagen, estimó que podrían recibir 172 millones de dólares en multas, basándose en paquetes que habían recibido fabricantes de la competencia por hechos similares.

Faltaban 4 días para que la EPA soltase su bomba. El 3 de septiembre ya se había admitido ante la EPA que había un fraude, y se supo que habría sanciones, pero no se imaginaban ni de lejos que llegarían a más de 25.000 millones de euros. Este aspecto cabrea mucho a los accionistas, como el propio lander de Baja Sajonia.

Potsch es el presidente actual de Volkswagen. Winterkown y Diess no han querido comentar nada al respecto

Al margen de la acción judicial, Volkswagen prepara una pequeña "purga" que se traducirá en despidos y dimisiones por parte de altos directivos, como Heinz-Jakob Neusser, reclamado por la justicia estadounidense; fue responsable de desarrollo de la marca Volkswagen. Casi 40 trabajadores podrán ser expulsados de la empresa, de acuerdo a Handelsblatt y Bild am Sonntag.

Todo este proceso es lento, pero acabará saliendo todo a la luz.

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