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Especial Skyfall. Los coches de James Bond (III). Aston Martin V8 Vantage 1987

La entrada en los años 90 de James Bond supuso un nuevo cambio de actor y también del coche que debía acompañar a 007 en su lucha contra los villanos. En cierto modo, se intentó regresar a los orígenes y recuperar a un Bond más serio y próximo al de los inicios, así que la marca en la que debía volver a confiar no podía ser otra que Aston Martin.

Los coches de James Bond (III). Aston Martin V8 Vantage 1987

4 min. lectura

Publicado: 28/10/2012 18:21

Tras el 'folclore' de los años 80 en los que James Bond casi acabó parodiándose a sí mismo y con la huella dejada por el Lotus Esprit, 007 volvió a conducir un Aston Martin.

Se trataba del Aston Martin V8 Vantage, que hizo su aparición en la gran pantalla en 1987 con el largometraje “Alta tensión” en el que también se estrenó a un nuevo protagonista: Timothy Dalton, a quien ya intentaron fichar en la primera huida de Sean Connery y del que los más fanáticos de la saga dijeron que era el actor perfecto para encarnar al personaje que Ian Fleming había descrito en sus novelas.

Dos fueron los modelos que usó el agente del servicio secreto británico: un Aston Mratin V8 Vantage Hardtop y un Aston Martin Volante Softop (descapotable), los dos, bañados en ese imprescindible color gris que parecía destinado a los Aston del personaje.

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El nuevo coche de James Bond no podía estar falto de tecnología, así que el ingenioso 'Q' dotó a los nuevos Aston Martin Vantage con un sistema adicional de propulsión por cohete, un dispositivo para cortar el hielo, así como neumáticos con clavos, rayos láser, carrocería ignífuga, dispositivo de autodestrucción o un sistema parecido a los actuales Head up Display capaz de proyectar sobre el parabrisas cierta información para 007.

En cuanto al Aston Martin V8 Vantage, fue uno de los automóviles que ayudaron a la marca a atravesar el complicado 'desierto' que tuvo que sufrir durante los años 80. Se trataba de un cupé fastback con cierto aire al Ford Mustang de finale de los 60 aunque con otro poder de representación. Además, su motor 5.3 de unos 380 CV (aunque llegó a alcanzar los 450 CV con versiones potenciadas hasta los 7,0 litros de cilindrada) lo que le permitía ser el segundo deportivo más rápido del mundo por detrás del mítico Ferrari Daytona: su registro oficial de velocidad punta era de 270 km/h. Hacia finales de los años 70, la era de los supercoches se empezaba a atisbar en el horizonte y Aston Martin ya había puesto su primera piedra con la presentación del V8 Vantage en 1977. Tras 12 años de producción se contruyeron 342 cupés y 192 cabrios.

Sin embargo, no sería hasta 1987 cuando entraría en el exótico garaje de 007. A pesar de los argumentos que el nuevo Aston Martin de Bond tenía para convertirse en otro icono, ni él ni Timothy Dalton consiguieron afianzarse en sus respectivos papeles. El coche ya no apareció en la siguiente película del agente británico, “Licencia para matar” (1989) y, soprendentemente, Dalton tampoco continuaría en los inminentes años 90.

Así que la productora volvió a poner el cartel de “Se Busca” tanto para el actor como para el nuevo coche de James Bond. Y su elección fue un bombazo al estilo de los que se ven el propias películas del agente secreto. Pero eso, ya sabes, en el próximo capítulo. Mañana en MOTOR.ES.

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