IndyCarKyle Kirkwood mantiene el pulso a Álex Palou y gana una carrera de locos en Gateway
Tercer triunfo para el piloto de Andretti, que doblegó a Pato O'Ward y al afortunado Scott Dixon en una carrera con múltiples líderes. Primer podio para el espectacular Christian Rasmussen y debacle de Penske con vuelco de Josef Newgarden incluido, en un día discreto para el líder Palou

Con la lección aprendida del paquete aerodinámico que dio un buen espectáculo en la Gateway 500 el año pasado, la disputa de la edición de este año en condiciones nocturnas ha deparado quizá la mejor de las 18 carreras que la IndyCar ha disputado en este peculiar óvalo asimétrico. Múltiples líderes, alternativas constantes, drama por doquier, intriga casi hasta el final de la prueba, batallas para el recuerdo... Eso sí, el ganador fue uno de los dos que han asolado el palmarés este año, un Kyle Kirkwood con el que no se contaba tanto en este terreno, pero que se postula como oponente lejano al reino de terror de un Álex Palou que acabó octavo, más discreto de lo habitual.
La carrera comenzó con una espectacular ofensiva de David Malukas desde el cuarto puesto para arrebatarle el liderato a Will Power antes de acabar la primera vuelta, que también imitó Kirkwood saltando del décimo puesto al quinto, y un desatado Conor Daly desde la 15ª plaza al top 5 en muy pocos giros. Tras un caution temprano por un accidente leve de Devlin DeFrancesco (arrollado después en el paddock por un cámara de televisión), Malukas abrió un hueco de hasta cinco segundos con un Power que sufrió el primer infortunio de otra noche desastrosa para el Team Penske, cuando se fue al muro en la vuelta 47 por un pinchazo en la delantera derecha.
En las paradas masivas bajo caution, Scott McLaughlin se hizo con el liderato, pero por detrás apareció un Josef Newgarden que había recuperado posiciones paulatinamente tras una mala salida, poniéndose segundo en la vuelta 74. Por detrás, Álex Palou ya había tenido un inicio difícil cayendo de su novena plaza inicial a la duodécima, pero la cosa se complicó en su primera parada cuando Christian Lundgaard se quedó cruzado delante suya al pasarse su puesto en pits, hacíendole caer al puesto 20. Intentando esquivar el fantasma de ser doblado, Palou ganaría seis posiciones durante el siguiente stint.
Siempre cómodo entre el tráfico de doblados, y tras atosigar a McLaughlin durante varias vueltas, Newgarden se puso líder con un undercut en la vuelta 102 que también hizo Malukas, el cual le seguiría a unos dos segundos. El gran ritmo hizo que alcanzara a doblar hasta el decimocuarto, siendo Palou su siguiente víctima propiciatoria, pero el español se defendió con uñas y dientes en la vuelta 119. Esta maniobra acabó resultando crucial para que el destino le sonriera cuando la carrera tuvo su giro más cruel 12 vueltas más tarde.
Louis Foster, que rodaba delante de Palou en undécima posición, se pasó de alto en las curvas 3-4 y golpeó el muro, sufriendo daños que descontrolaron su coche hacia el interior de la pista en la recta principal justo delante de Palou y Newgarden. El líder de la general redujo y se fue a la derecha, pero un Newgarden menos prevenido por la relativa tardanza de la bandera amarilla se fue a la izquierda a más velocidad y no pudo esquivar el monoplaza del rookie británico, golpeándole entre la parte trasera y el muro. Su coche salió catapultado en el aire y cayó boca abajo, arrastrándose varios metros. Por fortuna, no hubo percance físico para el estadounidense, que ocupa ahora la 16ª posición en la general y cuyo 2025 es digno de galería de los horrores.
En las paradas durante el largo caution, el nuevo líder Malukas retuvo la plaza ante McLaughlin, pero ambos fueron sancionados con ceder tres posiciones por salir de forma insegura de sus cajones, situándose tras O'Ward, Daly y Kirkwood. Por medio andaba también en primera instancia Christian Rasmussen, que había remontado ya en dos ocasiones desde el puesto 25 con el coche de Carpenter tras tener que hacer una parada extra por un 'incendiario' problema durante su primera detención. Pese a ello, el danés se fue al fondo del pelotón por haber tenido que hacer un 'splash' de emergencia antes de que se abrieran los pits.
En la resalida se produjo una espectacular batalla de seis vueltas entre O'Ward y Daly, donde el americano persistió por el exterior de forma constante hasta que finalmente se puso líder en la vuelta 154. Durante el resto del stint, tuvo siempre al mexicano a su vera, mientras Palou era noveno entre Marcus Armstrong y Alexander Rossi sin grandes alardes. Delante tenía también a Colton Herta y al recuperado Santino Ferrucci desde el puesto 19, pero a todos estos los pasó un Rasmussen desbocado que recuperó 13 posiciones en 42 vueltas para subir al top 5.
El ahorro de gasolina no había factorizado en casi toda la carrera, y en la vuelta 191 empezó el penúltimo turno de paradas entre los líderes. O'Ward, Kirkwood y Malukas alargaron un poco más que Daly y salieron todos delante de él en ese orden, pero cuando Malukas trató de recuperar la posición sobre Kirkwood en su retorno a pista, la defensa por el interior le mandó al muro de la curva 4. Solo fue un roce, pero el precedente de Foster llevó a una rápida bandera amarilla... cuando Scott Dixon todavía no había hecho su parada, lo que le hizo saltar de la 13ª plaza al liderato por tener doblados a todos los que ya habían parado.
En este momento comenzó un interesante juego estratégico de gasolina. Dixon tenía la intención de llegar hasta el final con su parada en la vuelta 200, quedando 60 por delante, aunque necesitaría casi con toda seguridad un caution para ello. Desde atrás, se le sumaron Christian Lundgaard (10º en ese momento), Callum Ilott (18º) y Felix Rosenqvist (20º), mientras el resto tenía asumido que deberían parar sí o sí. Una frenética resalida en zona media hundió a Malukas, que después perdería mucho más al alargar demasiado su parada. Palou, que ya había caido al puesto 12 tras parar demasiado pronto antes del caution, cayó aún más a la posición 16.
Kirkwood pasó a O'Ward con un agresivo exterior en la resalida y pasó a ser el principal perseguidor de Dixon, que finalmente tiró la toalla a falta de 24 vueltas para el final. Kirkwood paró tres vueltas antes y salió por delante, como harían también O'Ward y Ferrucci con sendos overcuts. Daly se quedó detrás tras parar más pronto, pero no Rasmussen, que pasó a Dixon en pista en la vuelta 241 por lo que sería eventualmente la tercera posición real de carrera. En cuanto a McLaughlin, remató el día negro de Penske abandonando en la vuelta 216 por un problema en la suspensión cuando iba sexto.
Aunque Lundgaard abandonó pronto su tentativa de machada, Rosenqvist y Ilott perseveraron, llegando a intercambiar liderato. Sin el caution que buscaban, ambos tuvieron que parar a falta de siete y cuatro vueltas, respectivamente. Vía libre para que Kirkwood, con sus perseguidores cerca, sumara su tercer triunfo de la temporada, el quinto de su trayectoria y el primero en un óvalo, prolongando además el pleno de triunfos de Chevrolet y la sequía de Honda. O'Ward, que mantiene su excelso ratio de podios en óvalos (17 en 29 carreras), suma su tercer segundo puesto del año y el cuarto en Gateway, conservando además la segunda plaza en la general.
Con 22 posiciones remontadas, Rasmussen consiguió su primer podio, algo que Ed Carpenter Racing no lograba desde Barber 2022 con Rinus VeeKay, otro que completó una sólida segunda mitad de carrera para terminar séptimo. Por delante, Dixon, Ferrucci (tercer top 5 seguido) y un Daly que volvió a quedarse con ganas de más. Por su parte, Palou salvó notablemente los muebles tras lanzar un undercut a varios pilotos en la vuelta 221 y terminó octavo, la mejor posición que ocupó en todo el día. Gateway se le sigue resistiendo, pero su colchón sigue siendo muy sólido: 73 puntos con O'Ward y 75 con Kirkwood. Los demás, a más de 114 puntos.
RESULTADOS DE LA GATEWAY 500 / CLASIFICACIÓN GENERAL
Completaron los 10 primeros puestos Marcus Armstrong, que se pasó todo el día batallando en esa zona y pasó en la última vuelta a Robert Shwartzman, al que le funcionó de perlas posponer todo lo posible su parada final junto a Ferrucci, consiguiendo el primer top 10 en carrera para Prema mientras su compañero Ilott acababa 17º en su apuesta kamikaze, y tras la caída en desgracia estratégica de pilotos como Herta, que perdió muchísimo durante su última parada. Desde el noveno lugar, observa como Kirkwood no solo le saca 90 puntos, sino que parece haberle robado el aura de piloto estelar en Andretti Global. Y aún queda mucha tela por cortar.
Fotos: IndyCar Media