El renting, otra forma de comprar coche nuevo
¿Y si en vez de pagar el coche y sus múltiples gastos, se mete todo en una única cuota? Es el propósito del renting, esto es, pagar una cuota mensual donde se incluye todo menos combustible, multas, peajes, aparcamientos, y lavarlo.
En el mundo empresarial y el de los autónomos el coste de la flota de vehículos se puede convertir en un dolor de cabeza por su imprevisibilidad: ¿y si hay una avería? ¿cambian las cuotas de los seguros? ¿toca cambiar neumáticos? Todo eso se evita mediante la modalidad del renting, que ofrecen bancos y empresas especializadas.
Los coches de renting se compran en un volumen suficiente como para que el fabricante pueda ajustar un poco más los precios a las empresas especializadas en el negocio. El coste de la cuota lo incluye todo: compra, mantenimiento programado, seguro, reemplazo de neumáticos, etc. Se firma un contrato estipulando plazo (en años) y kilometraje total. También hay modalidades de renting flexible, aunque pueden ser cuotas más altas.
Por ejemplo, para un contrato de tres años y 60.000 kilómetros, el cliente no debería pasarse de dicho kilometraje para que no aumente el gasto total, y, en función de la compañía, puede haber una bonificación por no haber llegado al tope. Para ese kilometraje estará contemplado ya un cambio de neumáticos.
Los coches de renting pueden ser interesantes para la empresa porque son una retribución en especie a los trabajadores, y puede tener deducciones en los impuestos. Con la reforma fiscal del año pasado, se puede deducir un 15-30% del IRPF, dependiendo de las credenciales ecológicas de las nuevas adquisiciones.
Hay tres grupos de vehículos beneficiarios:
- 15% de deducción: con emisiones por debajo de 120 g/km de CO2, hasta 25.000 euros (sin impuestos)
- 20% de deducción: como antes, hasta 35.000 euros (sin impuestos) pero con tecnologías de propulsión alternativa (híbridos o a gas)
- 30% de deducción: eléctricos puros o híbridos enchufables, hasta 40.000 euros (sin impuestos)
En otras palabras, una empresa que dedida adquirir para su equipo de comerciales híbridos convencionales podrá deducirse un 20% del IRPF. Los impuestos derivados del renting, como es el IVA, son deducibles para las empresas. El Gobierno tomó esta medida para estimular el canal de empresas, responsable de la cuarta parte de las matriculaciones en España.
Con el renting la empresa externaliza los costes de los vehículos y los convierte en fijos. Da igual que haya averías o problemas de cualquier tipo, mes a mes se paga lo mismo, y el mantenimiento también está externalizado. En caso contrario hay que realizar gastos para tener esos coches al día, aunque se lleven a talleres independientes u oficiales.
Al finalizar el contrato, hay tres opciones: a) renunciar al coche, b) seguir pagando cuotas por uno nuevo, o c) pagar el valor residual y no devolverlo. Esta fórmula no resulta interesante para los particulares, porque no pueden deducirse las cuotas de renting. Es cuestión de hacer números, pero los particulares a los que el renting les interesa tienen un patrón de uso muy concreto de kilómetros, o tipo de coche.
Para algunas personas puede salir a cuenta pagar un poco más, mes a mes, por una mayor comodidad o el capricho de cambiar de coche con frecuencia y perder menos dinero. Incluso las administraciones públicas han empezado a apostar más por estas fórmulas para reducir los costes de sus parques de vehículos.
Pago por uso, alternativa al renting para particulares
Sabedores de que cada vez los compradores están menos dispuestos a afrontar la ruina económica que supone mantener un coche, los fabricantes empiezan a apostar por fórmulas alternativas a la compra, como el pago por uso, pay per drive o apodos similares. Entre las ventajas se anuncian menores ataduras, pero con la misma flexibilidad que el renting.
Ojo, el "todo incluido" suele incrementar la cuota base
Esta fórmula puede beneficiar a personas a las que no compense un coche de alquiler al uso, pero tampoco le salga interesante mantener un coche en propiedad con todos sus gastos para los kilómetros que hacen. Es cuestión de hacer números. El mantenimiento se lleva a cabo en concesionarios oficiales con recambios originales, en buena lógica.
Al término del contrato, es como el renting, el coche se puede devolver, mantener o cambiar por otro. Hay que mirar cada oferta con lupa, porque no es lo mismo pago por uso, que un sistema de financiación a particulares vestido de renting. En todo caso, no es tan buena idea para quien haga una compra a largo plazo, sino para quien quiera cambiar a menudo.