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Uno de los raros Isdera Imperator 108i a fondo en Nürburgring

Vídeo de uno de los pocos Isdera Imperator 108i fabricados a fondo en el trazado de Nürburgring. Este extraño deportivo clásico que porta los emblemas de Mercedes fue el fruto de un proyecto independiente que realmente no está relacionado con la marca alemana.

Uno de los raros Isdera Imperator 108i a fondo en Nürburgring

7 min. lectura

Publicado: 27/08/2017 18:00

Isdera Imperator 108i.

No es muy habitual encontrarnos con uno de estos ejemplares a día de hoy, y mucho menos rodando a fondo en el circuito de Nürburgring. Los Isdera, cualquiera de los pocos modelos fabricados por la pequeña marca alemana, son piezas hoy muy raras, en el caso del 108i que aparece en el vídeo es uno de los solo 30 ejemplares que se fabricaron entre 1984 y 1993.

Muy poco conocidos salvo para los muy aficionados a los deportivos, el Isdera Imperator 108i fue la materialización de uno de los proyectos más raros asociados a Mercedes-Benz, pues como puedes ver en las imágenes, el modelo cuenta con los emblemas de la marca alemana, pero esta no tiene nada que ver con el modelo. De hecho, es el único proyecto de la historia de la marca que ha llevado sus emblemas sin estar realmente relacionado con ella.

Al igual que Pagani a día de hoy, Isdera fue un proyecto que empleó elementos mecánicos Mercedes y de AMG. El proyecto inicial fue una iniciativa privada del fundador de la propia Isdera, Eberhard Schulz, con la colaboración del tuner Rainer Buchmann, de la compañía también alemana B+B.

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Prototipo CW311.

El plan original de Schulz, ingeniero que ya había fabricado el deportivo Isdera Erator GT en los años sesenta, era desarrollar un modelo deportivo de motor central que pudiera ser comercializado en cualquier concesionario de Mercedes, marca donde Schulz precisamente ya había estado trabajando como ingeniero por lo que conocía muy bien las interioridades técnicas de los modelos de la marca. Para ello, fue desarrollado el prototipo CW311, un modelo que si bien no interesó a Mercedes a nivel comercial, sí que fue del agrado de la marca, por lo que no se opusieron a que portara sus emblemas.

El prototipo original contaba con un bastidor tubular con carrocería de fibra de vidrio que montaba los depósitos de combustible en los laterales, de ahí la necesidad de contar con puertas de tipo alas de gaviota, homenajeando de paso al Mercedes 300 SL Gullwing, una de las fuentes de inspiración del modelo y responsable del número 3 de su denominación. El resto del nombre se correspondía con su coeficiente aerodinámico, 0.311.

La mecánica montada de manera central era el V8 M100 del Mercedes 600 aunque tocado por AMG, con una potencia de 380 CV (375 hp) y un par máximo de 580 Nm a 3.000 rpm. Otros elementos tomados de la casa alemana eran los pilotos traseros, que no pueden ocultar su procedencia, con la clásica textura de líneas horizontales en relieve. Aunque en el bastidor realmente encontramos elementos de otra marca alemana, Porsche, ya que contaba con el sistema de dirección del Porsche 911 y elementos de suspensión extraídos del 928.

Elementos de Mercedes muy visibles.

A nivel exterior el prototipo era muy radical y llamativo, sobre todo teniendo en cuenta que se desarrolló entre 1972 y 1978, momento de su presentación. Schulz consiguió homologar el modelo a pesar de que Mercedes no se interesó realmente por él, por lo que estos fueron los primeros pasos del proyecto, que llegó a las calles unos 6 años después.

A pesar del retraso en su lanzamiento, la espectacularidad del modelo era suficiente como para no resultar desfasado en ese tiempo. Además de su línea en cuña, con un enorme e inclinado parabrisas y un extraño único retrovisor exterior a modo de periscopio, el prototipo contaba con una de las primeras pinturas de efecto perla que se vieron en la calle, desarrollada para el proyecto por Merck.

La versión de producción contaba con la imagen casi inalterada del prototipo CW311, incluido el extraño periscopio, aunque contó con diferentes mecánicas, todas ellas de ocho cilindros Mercedes pero algunas desde la propia AMG, como fueron los V8 M117 de 5.0 y 5.6 litros, y los bloques V8 de 5.6 y 6.0 litros de culata de 32 válvulas de los de Affalterbach, en aquel entonces todavía una compañía independiente.

Solo 30 fabricados.

En total fueron fabricados solo 30 ejemplares del 108i de producción, que en su variante más básica de motor lograba una aceleración de 0 a 100 km/h inferior a 5 segundos y una velocidad máxima próxima a los 290 km/h. Curiosamente, el interior del deportivo es bastante amplio para un vehículo con sus formas y tamaño, algo en lo que Schulz puso mucho énfasis durante el diseño del prototipo original, incluyendo un maletero capaz de albergar la maletas de dos personas.

El prototipo CW311 permanece desaparecido a día de hoy. Se desconoce si fue vendido en su forma original o si todavía está en manos de Schulz o su familia, o si en algún momento fue desmantelado para el propio desarrollo del 108i, o incluso, remozado y convertido en uno de los 30 ejemplares que llegaron a manos de clientes particulares.

Los pocos ejemplares de producción son una rara avis, por lo que es muy complejo verlos en la calle y sobre todo, siendo exprimidos a fondo en un trazado como el del Ring, de ahí que este vídeo sea tan interesante. Donde podemos oir el fantástico sonido del modelo así como acercarnos a sus interioridades al final del metraje.

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