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A la venta el Jaguar XJ220C que hizo trampas en Le Mans

Bonhams va a subastar una auténtica pieza única y muy llamativa de Jaguar, el XJ220C de competición que logró ganar su clase en las 24 Horas de Le Mans de 1993, aunque poco después fue despojado del título por irregularidades técnicas.

A la venta el Jaguar XJ220C que hizo trampas en Le Mans

5 min. lectura

Publicado: 25/11/2018 12:00

El Jaguar XJ220C vencedor en Le Mans ‘93.

El excitante Jaguar XJ220 también fue la base para crear versiones de competición, de las que se hicieron apenas un puñado de unidades. En este caso hablamos de todo un ejemplar único, pues en 1993 solo fueron fabricadas 4 unidades del XJ220 Competition (XJ220C) en las instalaciones de Tom Walkinshaw Racing (TWR), el equipo encargado de las actividades deportivas oficiales de Jaguar, y esta fue la que se llevó la victoria de su clase en la edición de ese año en Le Mans.

Este ejemplar participó en la categoría GT de las 24 Horas de Le Mans de 1993 y aunque logró llegar a la meta como vencedor, poco después fue desposeído de su título por irregularidades en el sistema de escape. Por lo que no estamos ante un simple ejemplar modificado más, ni tampoco ante una de las raras unidades del Jaguar XJ220 N-specs que os mostramos hace unos meses, desarrolladas también por TWR pero dotadas de una configuración menos radical que los XJ220 Competition.

Esta unidad será subastada por Bonhams próximamente en Gran Bretaña, durante el evento “The Bond Street Sale”organizado por la histórica casa de subastas y que tendrá lugar el próximo 1 de diciembre.

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Su precio superará con mucho el de las unidades de calle regulares.

Según las estimaciones de la casa de subastas esta unidad puede alcanzar un precio entre 2.2 y 2.8 millones de libras, entre 2.5 y 3.2 millones de euros, lo que lo convertiría en el ejemplar más caro del modelo y uno de los modelos más caros de la historia de la marca, aunque este récord le corresponde al Jaguar D-Type bastidor XKD 501 de la Ecurie Ecosse subastado en Monterey 2016 por 21.78 millones de dólares, lo que le valieron para ser durante un año el coche británico más caro de la historia, ya que de nuevo en Monterey, pero justo al año siguiente, el Aston Martin DBR1 bastidor DBR1/1 de 1956 logró superar dicho récord.

Independientemente de si se superan o no las estimaciones de la casa de subastas, de llegar a su precio de reserva será notablemente más caro que las unidades de calle convencionales del XJ220, que no llegan al millón de euros incluso en el mejor de los casos.

Esta unidad de competición cuenta con el número de bastidor 002 y sigue disponiendo de la misma configuración con la que compitió en 1993. El motor es el mismo V6 de doble turbo que entrega 549 CV (542 hp) y 644 Nm de par máximo.

Los bastidores #002 (dorsal 50) y #003 (dorsal 52).

A nivel exterior seguimos encontrando el mismo dorsal (el nº 50), la misma librea deportiva e incluso los adhesivos con los nombres de los pilotos que compitieron tras el volante de este XJ220C: John Nielsen, David Brabham y David Coulthard. Al contar aún con su configuración de competición, esta unidad sigue siendo no matriculable, por lo que solo puede ser empleada para dos propósitos: o bien para rodar en circuito cerrado o bien para ser expuesta como la cara pieza de museo que es.

A pesar de que esta unidad logró atravesar la meta de Le Mans siendo primero de su categoría, no sin antes luchar con el otro Jaguar XJ220C #003 (dorsal 52), los comisarios poco después lo descalificaron al descubrir que esta unidad no montaba sus correspondientes catalizadores. Una norma exigía que si el vehículo de calle los montaba, la unidad de competición debía mantenerlos.

A pesar de haber sido el vencedor oficial tan solo durante un tiempo determinado, esta historia sigue siendo lo suficientemente llamativa como para acompañar y caracterizar a este ejemplar durante el resto de su vida, lo que ayudará notablemente a elevar la percepción que tengan los futuros coleccionistas sobre el modelo y por tanto a elevar su precio.

Su estado es magnífico.

El estado de conservación del ejemplar es magnífico y además, se encuentra totalmente original, lo que ayudará sin duda a alcanzar las estimaciones de la casa de subastas, aunque estas son algo altas.

Fotos: Bonhams

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