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James Rodríguez huyó de la policía, creyendo que era un secuestro

El futbolista del Real Madrid fue perseguido ayer en la carretera M-40 por un coche policial camuflado. La persecución terminó en la ciudad deportiva de Valdebebas, donde los agentes de la Policía Nacional se encontraron con la seguridad privada del club

4 min. lectura

Publicado: 02/01/2016 13:00

De vez en cuando conocemos noticias sobre deportistas que poco tienen que ver con los deportes que practican. El último en hacerlo ha sido James Rodríguez, que quiso escabullirse de un Opel Astra camuflado que le persiguió desde la M-40. James, al volante de un Audi R8, iba circulando a más de 200 km/h, según la versión de los agentes (con presunción de veracidad).

El coche camuflado estaba realizando tareas de vigilancia rutinarias en la M-40, que es una de las carreteras más vigiladas del país, pendientes de coches de alta gama por si pudiesen haber sido robados. Cuando se cruzaron con el R8 de James, este doblaba el límite de velocidad, y quisieron darle el alto con señales ópticas y de megafonía, que el futbolista ignoró, durante al menos cuatro kilómetros. Los agentes pensaban que el R8 había sido robado, a tenor de cómo iba de rápido

James llegó al entrenamiento 40 minutos antes, según Antena 3

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Al llegar a Valdebebas, James se quiso zafar de los agentes como en el parchís, estaba en "casa". La seguridad privada impidió el paso inicialmente a los agentes, que posteriormente entraron al recinto, y pidieron la documentación al futbolista. Si bien se fueron de allí sin denunciarlo, James se enfrenta a delitos contra la seguridad vial y desobediencia a la autoridad, con el agravante de querer darse a la fuga.

El Opel Astra camuflado (como el de la foto) pertenece al Grupo de Atención al Ciudadano (GAC), dependiente de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional

La primera versión del futbolista es que no se dio cuenta de las señales de los agentes para darle el alto, llevaba la música muy alta e iba rápido al entrenamiento por las prisas. Luego dio una segunda versión, creyó estar siendo víctima de un secuestro, algo más típico de su país de origen, al no tener el coche rotulación policial habitual. Eso último implica que ignoró deliberadamente las señales de los agentes.

James no es el primer ni el último futbolista que es cazado en una carretera pública por correr demasiado, no utilizar cinturón de seguridad o conducir con el carné retirado. La marca Audi cede sus coches al Real Madrid y FC Barcelona, en virtud de un patrocinio, pero ya van varias ocasiones que el patrocinio no llega a la prensa con connotaciones positivas.

Hace casi dos años, Karim Benzema, en la misma carretera, fue sorprendido a 195 km/h. Las consecuencias fueron 18.000 euros de multa -calderilla para ese nivel de ingresos- y ocho meses de retirada de carné, pero sin condena a prisión. Cuando una persona no tiene antecedentes delictivos, la primera condena no tiene consecuencia si es inferior a dos años. Seguramente James se enfrentará a una sanción muy similar, está a la espera de juicio.

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