Lamborghini se pasa al lado zen, adopta la filosofía Toyota de la fiabilidad… pero con condiciones
Lamborghini ya es una marca de volumen, a pesar de que sus modelos traspasan todos los límites de la lógica en precio. Los italianos saben que los clientes confían al máximo en sus tecnologías, por lo que ha decidido ampliar el período de garantía de fábrica, y con lo que pretende llegar a nuevos clientes.

Las marcas de lujo se pelean por los clientes, unas más que menos, porque en Rolls-Royce o Ferrari tienen prácticamente hechas las ventas. La británica y la italiana tienen una clientela prácticamente fija que, muy difícilmente, se plantearía irse a otra de la competencia, a menos que uno de estos se niegue a plegarse a sus deseos en cuanto a personalización. Porque en lo que compete a fallos, son los primeros en responder.
Pero Lamborghini, a pesar de ser una marca muy lujosa también, cualidad que se ve en los precios de sus modelos, dista mucho de estas. En la de los toros no hay listas negras de clientes, mientras lleguen con el dinero necesario, el fabricante tiene una venta asegurada y el cliente sabe que recibirá su pedido en el plazo de tiempo estipulado. El objetivo de Lamborghini es más Porsche o Mercedes, y para que a los clientes no les quepa duda alguna del nivel de los italianos, han optado por ampliar más la confianza en sus modelos y atacar a los alemanes en algo que tienen descuidado a pesar de ser marcas de lujo.

Lamborghini mima a sus clientes con una nueva garantía
Hablamos de la garantía de fábrica. Los germanos ofrecen dos años y después es el cliente el que tiene que rezar porque todo marche como el primer día. Lo garantizan, pero de palabra, no por escrito, que es lo que vale hoy en día frente a los concesionarios, por lo que los de Sant'Agata Bolognese han decidido dar un importante paso al frente y ampliar significativamente el plazo de protección que estaban dando para sus modelos, y que ascendía a tres años.
¿La verdad? Demasiado poco para un modelo, que el más barato, cuesta casi 300.000 euros, mientras sus vecinos de Ferrari ofrecen nada menos que siete años de mantenimiento gratuito con la compra de un modelo nuevo. De esta forma, si compras una bestia como el lujoso y radical Urus SE, el extremo Temerario o Revuelto contarás con cinco años de mantenimiento gratuito, y ocho años sólo y exclusivamente para la batería de estos modelos híbridos. Como los Toyota.
Lo cierto es que, aunque es un argumento de venta importante, y un plus frente a otras marcas que se niegan a expandir tanto los tiempos, este aumento en la garantía tiene mucho más que ver con determinados preparadores y expertos en tuning. Frente a estos, la gran novedad se encuentra en el programa de Extensión de Garantía «Selezione», a través del cual se extiende la garantía de fábrica a diez años, pero con condiciones porque no todo vale. La cuestión se centra en luchar contra empresas que hacen grandes cajas con la personalización de los modelos de Lamborghini, incluso atreviendo a tocar la mecánica para aumentar el rendimiento.
La marca de los toros se harta de pagar los platos rotos de los expertos en tuning
El problema es que cuando estos superdeportivos fallan, el cliente no recurre al preparador, sino que acude al servicio técnico oficial de Lamborghini y de lo que están más que hartos. Por eso, entre las condiciones que la marca italiana exige a los clientes es el uso de «repuestos genuinos» para respetar los términos de esta garantía original. Algo que se deben pensar muy seriamente los clientes, porque si la firman y no la cumplen, no podrán beneficiarse de ella.
Ello tiene una consecuencia directa y es que no podrán acudir a los servicios que prestan reconocidos proveedores como Novitec, ni siquiera para dotar de una personalidad más agresiva a los modelos de la marca de los toros. Lamborghini ofrece una colección con más de 150 accesorios para transformar la imagen de sus modelos, tanto piezas de fibra de carbono como llantas de aleación forjadas con diseños exclusivos hasta los mejores revestimientos de cuero y otros materiales para el interior. El programa «Ad Personam» se se encarga de la personalización de Lamborghini.
La garantía de Lamborghini no sólo es cosa de los coches nuevos, porque la marca viene ofreciendo certificados de autenticidad para sus modelos más históricos, especialmente después de pasar una larga temporada en las instalaciones de Polo Storico. Esta es la división de restauración, donde clásicos como el Miura, el Countach o el Diablo vuelven a su estado original hasta el último detalle, después de un laborioso trabajo con incontables horas. Así que, ya lo sabes, otro punto más a favor para comprarte un Lambo...
