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Las baterías de plomo son el talón de Aquiles del parque automovilístico, máxime en pandemia de COVID-19

Pese a todos los avances que se han hecho en automoción en décadas, hay tecnologías que siempre han estado ahí, como las baterías de ácido de plomo. Todos los coches llevan una. Necesitan de cierto mantenimiento para no dejarnos tirados.

Las baterías de plomo son el talón de Aquiles del parque automovilístico, máxime en pandemia de COVID-19
La descarga de batería de 12 voltios es una avería recurrente - Clarios

6 min. lectura

Publicado: 11/12/2020 20:00

Apuesto a que la historia te suena. Un buen día quieres abrir el coche o bien la llave mecánica no activa el cierre centralizado, o el mando para abrir el coche no responde. Mal asunto. Suele ser el primer síntoma de batería frita. Al intentar arrancar, se confirma, batería descargada.

Desde que se abandonó la circuitería eléctrica de 6 voltios, hace décadas, los coches siguen utilizando un circuito auxiliar de 12 voltios que alimenta muchos sistemas, entre ellos, el motor de arranque. En los coches híbridos y eléctricos el circuito auxiliar es menos importante, pero sin batería de 12 voltios arrancar es imposible.

Antes de los confinamientos de población generalizados durante la pandemia de COVID-19 en torno a la tercera parte de las baterías de 12 voltios del parque automovilístico español no estaba en buen estado, de acuerdo a datos aportados por Clarios. La inactividad empeoró el problema.

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Las baterías de ácido de plomo tienen características muy deseables: relativamente económicas, pueden proporcionar mucha energía en poco tiempo, su sustitución es muy sencilla, su operación no requiere de complejas herramientas, y está asegurada la «retrocompatibilidad» a nada que se cumplan las características de capacidad (Ah) e intensidad (EN).

Por otro lado, se llevan fatal con las descargas (por debajo del 80% empiezan a sulfatarse), cada vez tienen más consumidores eléctricos, su capacidad de energía específica por masa es lamentable (pesan mucho para lo que dan) y si no se cuidan son una fuente de problemas que puede acabar con nuestra paciencia.

Si un coche se va a tirar parado más de dos semanas es recomendable una estrategia de conservación: desconectar bornes, conectar un cargador de mantenimiento solar o a la red eléctrica, arrancar el coche unos minutos a la semana, etc. Durante el confinamiento muchas baterías en la cuerda floja acabaron diciendo basta.

No es necesario que las baterías de 12 voltios mueran de viejas para quedarnos tirado, basta con haberse dejado encendida durante horas una luz de cortesía en el interior o la radio -en modelos más añejos- para dejarla tiesa y que no haya energía suficiente para el motor de arranque. Si la descarga no ha sido muy profunda, basta con una ayudita.

Lo más habitual es llamar a la grúa, que nos den un "chispazo", lograr el arranque, y que el propio alternador la vaya recargando. En los modelos de cambio manual siempre queda el socorrido recurso del arranque a empujón, nada recomendable de cara al catalizador. En los modelos automáticos me temo que no es una opción, podemos romper algo muy caro. Mejor llamar a la grúa.

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Según va envejeciendo el parque móvil, los problemas de batería van a más, sobre todo en los coches que no se mueven a menudo. Un coche que arranca todos los días puede aguantar fácilmente más de cinco años con la misma batería, incluso rondar los 10, pero si se tira unos días parado ya estará «kaputt».

En los coches con Stop&Start el estado de la batería es aún más importante, ya que hay más esfuerzos de cargas y descargas. Y malas noticias, seguirán haciendo falta baterías de 12 voltios incluso en modelos eléctricos nuevos, y si esa batería falla, nos da igual cómo estén de llenas las principales de alto voltaje.

Además, los modelos con Stop&Start no se conforman con cualquier batería, debe ser de la misma tecnología que la de origen (AGM o EFB), y es más cara que la típica batería de 12 voltios convencional. Si el estado de la batería no es óptimo el motor tenderá a apagarse menos para que no caiga la tensión, por lo que habrá aún más consumo (décimas de litro cada hora).

Un día de mucho frío puede impedir un arranque satisfactorio si la carga útil de la batería se ha visto afectada por una descarga profunda

En un futuro no muy lejano hará falta una evolución tecnológica, ya que en un coche autónomo no parece una opción que se quede sin batería, y cuando se tiene conexión a Internet permanente (para que se le pueda llamar) empeoran las cosas en términos de consumo. Son un mal necesario, incluso en 2020.

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