Renault avisa a los defensores del coche térmico: «Nadie desarrolla ya nuevos motores de combustión en Europa»

En las últimas semanas, los seguidores europeos del coche térmico han descubierto que no todo está perdido. La decisión de Alemania de mantener con vida el motor de combustión interna (ICE por sus siglas en inglés) y, de esta manera, evitar la prohibición de la venta de coches nuevos térmicos en Europa desde 2035, ha generado muchísimo revuelo. Especialmente por parte de aquellas compañías y/o instituciones que opinan que se trata de un error.

Luca de Meo, CEO del Grupo Renault, ha aprovechado el momento para analizar la situación y advertir de que, lamentablemente, ya sea demasiado tarde para salvar el motor de combustión interna en Europa. El máximo dirigente de uno de los principales colosos de la industria automotriz europea, ha asegurado que los grandes fabricantes de automóviles ya están dirigiendo cantidades ingentes de recursos (especialmente económicos) a afrontar el proceso de cambio al vehículo eléctrico.

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En declaraciones al medio POLITICO, Luca de Meo aseguró que los fabricantes ya habían adaptado sus planes de estrategia a la hoja de ruta fijada por la Comisión Europea. Una hoja de ruta que establece la muerte del coche nuevo de gasolina y diésel en 2035. Es más, hace especial hincapié en el hecho de que no se están desarrollando nuevos motores de combustión interna en Europa.

«No creo que haya nadie… que esté desarrollando un motor completamente nuevo en Europa. Nadie está, ya sabes, desarrollando desde cero un nuevo motor de combustión interna en Europa... Todo el dinero se destina a la tecnología eléctrica de batería o de hidrógeno», aseguró De Meo.

Lo cierto es que si atendemos a la estrategia que están siguiendo otras compañías como el Grupo Volkswagen o Stellantis, se ha optado por mejorar lo máximo posible la generación actual de motores de combustión interna en lugar de lanzarse al desarrollo de motores completamente nuevos. La tecnología híbrida ligera (MHEV) de 48 voltios está permitiendo mejorar los niveles de eficiencia sin destinar grandes recursos. Y de manera paralela se acelera el desarrollo de nuevos coches eléctricos y/o de hidrógeno.

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Alemania encabeza un grupo de países europeos que están en contra de la decisión votada por el Parlamento Europeo. Gracias al cambio de postura de última hora, Alemania, junto a Italia, Bulgaría, Polonia, Italia y la República Checa, han suspendido la aprobación final de la nueva legislación que estipulaba la mencionada prohibición que entraría en vigor en el año 2035.

En el seno de la Unión Europea se está viviendo en estos momentos una guerra. Una guerra de cuyo resultado dependerá directamente la supervivencia del coche térmico. Ahora bien, el hecho de apostarlo todo a los denominados «e-fuels» no quiere decir que en un futuro no muy lejano el ciudadano de clase media se vea en la obligación de adquirir un coche eléctrico o, directamente, renunciar al automóvil privado. Y es que es posible que no haya combustible sintético para todos.

De Meo ha enfatizado que está a favor de la «neutralidad tecnológica», lo que significa que la UE o debería dictar cómo los fabricantes de automóviles alcanzan el objetivo de emisiones cero en 2035. Tal y como se ha propuesto el plan actual, solo las baterías y el hidrógeno son alternativas viables a la gasolina y el diésel. Además, recalcó que «Todos los proveedores de nivel 1 están dejando de invertir en motores de combustión interna por completo. Verás venir la ola». Lamentablemente, es muy posible que, años de ataques desmedidos al coche térmico hayan supuesto una sentencia de muerte anticipada.

Fuente: FCE