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Por qué la victoria de Emmanuel Macron en Francia es una buena noticia

El nuevo Presidente de la República de Francia es Emmanuel Macron, un antiguo miembro del gabinete de su predecesor, François Hollande. Sus recetas económicas son más beneficiosas a largo plazo para la industria del automóvil, y los cambios pueden llegar rápidamente.

6 min. lectura

Publicado: 08/05/2017 20:00

Dentro de la Unión Europea, Francia es uno de los pocos países donde aún los grandes fabricantes están participados por el Estado. Tanto Renault como PSA tienen mucho dinero público invertido, aunque ambas sean compañías privadas. En el caso de la marca del rombo, la participación data desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Emmanuel Macron es un político que viene del partido socialista y que ha abrazado algunas tesis liberales. En otras palabras, es partidario de relajar las estrictas regulaciones del mercado laboral francés, pero tampoco es un defensor del libre mercado puro y duro.

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Es bastante previsible que Macron decida aliviar lastre y vender las participaciones en Renault y PSA. A fin de cuentas, ambos fabricantes se encuentran en una situación bastante saneada y están dirigidas por dos pesos pesadísimos de la industria: Carlos Ghosn (Renault Nissan) y Carlos Tavares (PSA). Además, en el último caso también hay que añadir a Opel y Vauxhall.

No solo puede vender esas participaciones, sino flexibilizar el mercado laboral. De esta forma, Renault y PSA dispondrían de mayor libertad para contratar y despedir trabajadores en función de sus necesidades reales. La rigidez del sistema francés ha hecho que parte de la producción se haya deslocalizado en los últimos años.

Contra estas ideas estaban las propuestas de Marine Le Pen, candidata del partido "Frente Nacional", conocido por su retórica anti-inmigración, euroescéptica y partidaria de algunas recetas proteccionistas de Donald Trump. Macron es europeísta convencido, por lo que la permanencia de Francia en la UE está fuera de discusión.

Su rival política prefería aislar a Francia en la misma medida que pretende el movimiento del "Brexit" británico, y pretender acabar con la deslocalización a través de gravar productos extranjeros. Esas medidas podrían afectar por ejemplo a España, que fabrica muchos coches para las marcas francesas. Tanto Renault como PSA han ampliado su presencia en el Magreb en los últimos años.

De momento el único problema que presenta Macron es que, pasados cinco años, no se hayan conseguido los objetivos y más votantes estén dispuestos a votar al FN. De hecho, Marine Le Pen llegó a la segunda vuelta de las elecciones -donde compiten el primero y segundo de la primera vuelta- de la misma forma que lo logró su padre, Jean-Marie Le Pen, allá por 2002.

El Presidente saliente, François Hollande, no ha conseguido mantener la popularidad del inicio de su mandato y se va como un mandatario poco querido. Macron ilusiona entre otras cosas por su juventud, desde Napoleón Bonaparte ningún dirigente tan joven ha regido el destino de los franceses.

Una Francia dentro de la Unión Europea es buena noticia para los fabricantes españoles, ya que somos muy dependientes de lo que ocurra en París. España produce más coches que Francia, de hecho, solo Alemania fabrica más que nosotros. Cuando se complete la adquisición de Opel, será PSA el mayor fabricante español si tenemos en cuenta el volumen de producción y sus tres fábricas: Vigo, Villaverde y Figueruelas.

Los franceses han cortado una vez más la posibilidad de que un dirigente populista y de ideas peligrosas llegue al Elíseo. No se puede decir lo mismo de los británicos, que votaron "Brexit" por un escaso margen, o los estadounidenses, que eligieron a Donald Trump. Las consecuencias de dichas elecciones aún no se han visto en su totalidad.

Mientras tanto, en Europa, la patronal de los fabricantes alemanes recibió con satisfacción la gran victoria de Macron, que se llevó más del 66% de los votos y quedó muy lejos de Marine Le Pen. Macron tiene que ganar las elecciones legislativas dentro de unas semanas para lograr todo lo que se propone, los primeros días de su Gobierno serán muy importantes.

En definitiva, la victoria de Emmanuel Macron facilita que se mantenga el estatus quo en el mundo del automóvil, y puede colaborar para que Renault y PSA sean más autónomos. Con Marine Le Pen, casi podríamos asegurar que ocurriría todo lo contrario.

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