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¿Videojuegos a bordo? La NHTSA investiga a 580.000 Tesla por si suponen un riesgo

Hace meses que los modelos 2017 a 2022 de Tesla permiten la ejecución de videojuegos en la pantalla del sistema de infoentretenimiento. En teoría es solo para el pasajero delantero, pero existe el riesgo de que distraiga al conductor y ocurran siniestros viales.

¿Videojuegos a bordo? La NHTSA investiga a 580.000 Tesla por si suponen un riesgo
Pantalla de infoentretenimiento del 2022 Tesla Model S Plaid

6 min. lectura

Publicado: 22/12/2021 22:00

Hace más de 20 años que algunos modelos de alta gama permiten ver la televisión en el coche -por entonces analógica-, como Jaguar X-Type o Audi A8, pero esa prestación solo estaba disponible con el coche parado. A mayor velocidad el sistema se desactiva o solo se puede escuchar el sonido.

Las pantallas táctiles modernas tienen detrás un ordenador en miniatura, como una tableta o un portátil, y entre las cosas que pueden ejecutar están algunos videojuegos. De hecho, en los Model S, X, 3 e Y es posible jugar al solitario, a un arcade de aviación militar y a un juego de estrategia, entre otros tantos. Y es posible hacerlo en marcha.

Estos videojuegos llegaron hace meses mediante una actualización OTA, a través de Internet, y se supone que son solamente para el pasajero -se juega en la mitad derecha de la pantalla o a pantalla completa-. Sin embargo, el conductor puede aceptar una advertencia y jugar él. El sentido común dice que no, pero la combinación con Autopilot o FSD puede ser explosiva. Se han visto cosas peores, como un perro «conduciendo» en un Model X en marcha.

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Solo en Estados Unidos se pueden ligar 3.142 muertes a la distracción conduciendo, y eso fue en 2019, con la movilidad normal. El número real puede ser muy superior, dado que algunos conductores que han sufrido siniestros viales no han sido sinceros respecto a su distracción y han mentido a los investigadores.

Con semejante percal, es comprensible que los reguladores se pregunten qué riesgo pueden añadir los videojuegos a bordo y distraer al conductor, ya sea porque mire con el rabillo del ojo al pasajero -si la partida le resulta interesante-, porque este le pregunte al conductor algo del juego, o porque el conductor sea imbécil y esté jugando en marcha.

A la hora de diseñar algunos sistemas en un coche hay que partir de este supuesto: hay conductores que son imbéciles y se van a distraer. Se supone que el instinto de conservación de la vida dicta otra cosa, pero algunos especímenes desafían las leyes de la selección natural. Y no van solos por la carretera, claro.

De momento la NHTSA está investigando cómo funciona el sistema, sin entrar en profundidad en el asunto. En un segundo paso se puede solicitar a Tesla información técnica para comprender mejor el sistema, y si se determina peligroso, se podrá ordenar a Tesla una campaña de revisión. En otras palabras, otra actualización que impida o dificulte jugar, por ejemplo con datos del sensor de peso del asiento derecho, o evaluando patrones de conducción erráticos.

La población de coches de la marca Tesla que son compatibles con el sistema de videojuegos es numerosa, más de medio millón de unidades en EEUU, unas 580.000. El sistema en discordia se llama «Passenger Play». Además, también existe un karaoke a bordo, y también se ha diseñado solo para el ocupante delantero.

En el manual de usuario en línea de Tesla se indica que se pueden jugar videojuegos cuando la palanca de cambios se ha colocado en «Park», es decir, con el coche completamente detenido. Esto no evita las distracciones del todo, ya que alguien podría verse tentado de aprovechar una parada en el semáforo, pero sí evita que se haga en movimiento.

Una cuestión de «higiene al volante»

En teoría, el conductor y el pasajero no deberían interactuar de la misma forma con el coche, dado que el primero debe prestar atención a lo que está haciendo, y el pasajero tiene un rol mucho más pasivo, especialmente en la época de los navegadores GPS. Algunos modelos disponen de una pantalla solo para el pasajero, como el Porsche Taycan o Jeep Grand Cherokee.

Un enfoque más acertado, y que nada tiene de nuevo ya, es la solución propuesta por Land Rover hace unos años, «Dual Screen View». Mediante una pantalla sofisticada, conductor y pasajeros no ven lo mismo a la vez, como si fuesen dos pantallas, ya que depende el ángulo de visión. De esta forma, se puede proteger al conductor de distracciones innecesarias.

Las pantallas han llegado para quedarse, ya que la clientela base cada vez es más nativa digital por una cuestión de edad, y porque para los fabricantes supone una simplificación del diseño de interiores, e incluso un gran ahorro económico. Los coches van camino de ser tabletas con ruedas. Al menos que eso no sea un retroceso en materia de seguridad.

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