Comparan las pruebas de choque de un Volkswagen Golf de 1989 con uno actual y el resultado te sorprenderá
No hay mejor forma de ver las enormes diferencias en seguridad en el vehículo que comparar dos modelos separados por 30 años y someterlos a las mismas pruebas. El Volkswagen Golf es el protagonista de este nuevo informe de DEKRA.

Que la seguridad en los vehículos ha mejorado con el paso de los años es algo irrefutable, pero no está de más comprobar visualmente y con datos que la evolución de los automóviles en esta materia es algo real. Es lo que ha hecho el Informe de Seguridad Vial 2025 de DEKRA.
Además de las mejoras en la construcción de los vehículos, poniendo el foco cada vez más en la protección de los ocupantes, los asistentes a la conducción llegan ahora prácticamente a cualquier modelo, independientemente de su clase, tamaño o condición. La UE obliga ya a equipar todos los coches nuevos con ciertos elementos, como la frenada de emergencia, el reconocimiento de señales, etc.
Todo esto es muy importante porque, aparte del tema medioambiental, en España tenemos un parque automovilístico muy envejecido: una media de 14,5 años, según ANFAC, algo que repercute también en coches menos seguros circulando por nuestras carreteras.
Lo que ha hecho DEKRA es comparar dos Volkswagen Golf de distintas generaciones: uno fabricado en 1989, correspondiente a su segunda entrega, y otro en 2024, este de última generación, la octava. Veamos los resultados.

Enormes diferencias en 30 años
La primera prueba de todas fue una recreación de una de las pruebas protagonistas en los test Euro NCAP hasta hace bien poco. Se trata de una prueba de choque frontal desplazado, en el que el vehículo colisiona contra una barrera a 64 km/h con un solapamiento del 40 por ciento. Se simula así una colisión frontal entre dos vehículos idénticos que circulan a unos 50-55 km/h.
Las fotos de la galería con el VW Golf II, el de color rosa, son fruto de las pruebas de DEKRA, mientras que las del VW Golf VIII las hemos tomado prestadas de las pruebas oficiales realizadas por Euro NCAP para que veáis la diferencia de cómo queda uno y otro vehículo ante una prueba de seguridad similar.
«En el Golf II, los ocupantes habrían tenido pocas posibilidades de sobrevivir a esta colisión frontal debido al colapso del habitáculo, la profunda penetración de componentes del vehículo en él, la desaceleración y el impacto en el volante», comentan desde DEKRA.

Unos resultados que contrastan con los del Golf actual: «Todo el habitáculo permaneció completamente intacto, y los ocupantes estuvieron muy bien protegidos por los airbags frontales y laterales, en combinación con los cinturones de seguridad, los tensores y los limitadores de fuerza del cinturón».
DEKRA destaca la evolución y los avances significativos en seguridad, sobre todo en los sistemas pasivos. «La innovación continua y la implementación de sistemas de seguridad avanzados han reducido significativamente los riesgos», comenta Markus Egelhaaf, de Investigación de Accidentes de DEKRA.
Así pasó el VW Golf VIII las pruebas Euro NCAP, en vídeo.
Prueba de conducción
La segunda parte de los test realizados por la empresa alemana, especializada en inspección y certificación de vehículos, puso a prueba el rendimiento de los frenos, la estabilidad en las curvas y de los sistemas de iluminación de ambos modelos.
Estas pruebas, realizadas en el circuito de Lausitzring, también delataron la diferencia de rendimiento de ambos modelos separados tres décadas en el tiempo. En todas las pruebas realizadas para comprobar sus cualidades de frenado, la diferencia entre uno y otro fue del 30 por ciento en las distancias registradas. Obviamente, en favor del Golf VIII.

En el test de cambio de carril doble para simular maniobras evasivas repentinas, de cara a sortear un obstáculo en carretera, el Golf II pudo realizar la maniobra a un máximo de 65 km/h, mientras que el último Golf lo hizo a 75 km/h, sin ninguna pérdida de contacto con el asfalto. «Sin embargo, esta prueba de conducción dejó claro que incluso la tecnología moderna tiene sus límites, más allá de los cuales ya no se puede evitar un derrape», recalcan desde DEKRA.
Por último, y aunque es algo que entra dentro de la normalidad, la empresa alemana destacó la enorme diferencia entre los faros halógenos delanteros y las pequeñas ópticas traseras del Golf II, frente a los faros LED del Golf VIII, al que se le añade también la tercera luz de freno. «Son de otra categoría», remató DEKRA sobre la iluminación del último Golf.
Fuente: DEKRA
