El plan eléctrico de Volvo hace aguas, vuelve a la combustión con un XC90 que te va a romper los esquemas
Volvo está en serias dificultades. La marca sueca no se esperaba el importante revés en las cuentas que ha sufrido en esta primera mitad del año, llegando a una situación límite de la que solo hay una forma de salir: volver a la combustión. Hakan Samuelsson lo ha confirmado y ya ha apuntado a un modelo clave que estrenará esta estrategia.

Volvo ha estado dando la impresión de vivir en una dimensión paralela a la del resto de marcas, cuando a principios de año hablaba de los resultados del año anterior. Un poco más y los coches eléctricos se habrían adueñado de todas las ventas del fabricante durante el año 2024, dejando a la combustión y a los híbridos enchufables completamente de lado.
Los suecos tiraron las campanas al vuelo, persistiendo en una estrategia que ahora se ha demostrado que ha fallado. Porque era imposible que a estos les sonriese la vida de forma tan brillante y al resto de fabricantes europeos no. Véase la complicada situación de Porsche al tratar de vender el Taycan por encima de todo, y asistir a cómo los clientes lo desprecian.

Volvo se da cuenta de que la combustión es un clavo ardiendo
Los de Gotemburgo han venido apostando más de la cuenta a los coches eléctricos, y el mercado está demostrando que no es nada sólido en este campo y sí demasiado volátil, por lo que las cuentas de esta primera mitad del año han destapado un batacazo importante. Tan grande que Håkan Samuelsson se ha visto obligado a salir a la palestra y reconocer que la filosofía de «primero coches eléctricos y luego el resto» no funciona, al menos hoy.
Si bien el EX30 es un éxito en el mercado europeo, el buque insignia no ha encontrado su sitio, ni en Estados Unidos, es fundamental no caer en soluciones disparatadas que no hagan caer a Volvo en una espiral de la que después se hace imposible salir. Por eso, el CEO ha propuesto una solución en la que confía ciegamente, y que va a interesar enormemente a los clientes y no es más que lo que Volvo decidió apartar de su camino: volver a la combustión.
Un PHEV de categoría en el nuevo Volvo XC90 que llega en 2026
El elegido para ello es el Volvo XC90. El SUV más grande de la marca siempre ha sido un importante filón de ventas, por lo que pretenden aprovecharse al máximo de esta tercera entrega. Volvo tirará del banco de órganos de Geely para tomar uno de los conjuntos propulsores que más rendimiento comercial puede ofrecer tanto a un lado como al otro del Atlántico, y eso pasa por un híbrido enchufable.
Un PHEV que contará con una potente batería de iones de litio, de hasta 40 kWh, y con la que ofrecerá una autonomía eléctrica de más de 150 kilómetros, poniéndose por delante de importantes rivales alemanes. Solo hay un problema, y es que el motor de combustión no debería ser el cuatro cilindros de 1.5 litros, por lo que en esta situación podría entrar en juego HORSE. Volvo necesita un revulsivo importante, interesante y rápido. Sobre todo, no tardará en llegar, por eso se le ha dado prioridad máxima.
