Es uno de los mejores SUV con etiqueta CERO y 7 plazas de España, lo hemos probado para ver si realmente merece la pena

La industria del automóvil es un organismo vivo que ha vivido una progresiva evolución con el paso de los años. Sin embargo, con la llegada del siglo XXI el ritmo se ha acelerado. Dos son los factores que han provocado este cambio: la electrificación y la tecnología. Hoy vivimos en la era de los coches más avanzados de la historia. Nada es como era hace apenas dos generaciones. Tiempo suficiente para cambiar una marca de los pies a la cabeza, como bien nos demuestra Hyundai.

Los coreanos se presentaron en nuestras costas hace ya más de 30 años. Quién lo diría. En estas tres décadas o seis lustros Hyundai ha evolucionado más que el propio mercado. Considerada entonces una marca low-cost, hoy nadie puede negar que ha logrado convertirse en una de las compañías generalistas más populares y mejor valoradas del mercado europeo y mundial. Hyundai disfruta de las mieles del trabajo bien hecho en Europa, en Estados Unidos y en muchas regiones del planeta.

Aunque son los eléctricos de la gama IONIQ los que acaparan casi todos los titulares a día de hoy, no se debe pasar por alto la excelsa y variada oferta mecánica que Hyundai presenta en su porfolio. Motores térmicos, híbridos, sistemas eléctricos, de hidrógeno y, como no, híbridos enchufables. Hoy, permíteme que me centre en este último pues es el que he podido probar en el Hyundai Santa Fe PHEV. Un coche que, ya te adelanto, me ha gustado bastante.

Conste que no es la primera vez que lo cato. Hace algo más de un año que pude probarlo por primera vez con motivo de su llegada a España. Pero no es lo mismo probarlo durante unos kilómetros que probarlo durante toda una semana en diferentes tipos de entornos.

Como suelo hacer, el aspecto estético no entro a valorarlo pues el diseño es una cuestión muy personal. El Santa Fe actual no tiene nada que ver ni con el del pasado ni con cualquier otro producto de la casa. Hyundai apuesta por un formato único para él. Muy americano. Dormas rectangulares y ángulos rectos. Los coreanos han sumado a la moda de cambiar el aspecto en función del acabado. La unidad de pruebas monta el acabado Calligraphy. Uno de los más altos y atractivos (y caros).

De puertas para dentro sí hay que comentar muchos aspectos. El primero es que Hyundai no tiene nada que desmerecer a cualquier otra marca Made In Europe. De hecho, te garantizo que es mejor que muchos. La sensación de calidad percibida está varios niveles por encima de marcas como Opel o Citroën y tambien se consideran generalistas. La calidad del Santa Fe es equiparable a la de un Mazda CX-80. Rival por tamaño y posicionamiento.

Hyundai apuesta por ofrecer mucho más de lo habitual, por el precio habitual, que también ha crecido, obviamente. En cuanto al equipamiento, basta decir que presenta todos los elementos que hoy se han popularizado y convertido en esenciales. Cámaras, pantallas, asientos climatizados, calefactados, sistemas de conectividad… Todo. No se echa en falta ni uno solo de esos recursos. Muchos vienen de serie y otros tanto se van sumando según ascendemos en la escala de acabados.

El interior del Santa Fe es un interior agradable que llamará la atención a muchos que todavía no se han dado cuenta del inmenso salto de calidad ofrecido por los coreanos. Los asientos delanteros son cómodos, la sensación de amplitud es agradable, y la calidad de ejecución no puede recibir queja alguna. Nada cruje, todo está sólidamente anclado. Ya podrían aprender otras marcas que sí se reconocen como premium.

Al tratarse de un SUV del segmento D, con bastante acierto, Hyundai ha decidido que el Santa Fe solo está disponible en una configuración de siete plazas y tres filas de asientos (2+3+3). Otorga a los asientos intermedios ideales soluciones de habitabilidad como el ajuste longitudinal y vertical. Se puede jugar con el espacio según la ocasión y la necesidad. Encima ofrece suficiente espacio como para que tres pasajeros adultos puedan ir cómodos.

No se puede decir lo mismo de las plazas de la tercera fila de asientos. Son asientos de uso ocasional, mejores para niños que para adultos. El acceso está bastante comprometido y el espacio tampoco es extraordinario. Están para dar respuesta a compromisos puntuales. Si quieres un siete plazas de verdad esta no es la receta que deberías estar buscando.

Por contra, el maletero es muy grande. La cifra oficial es de 621 litros con cinco asientos desplegados. Si levantamos las dos plazas ocasionales la capacidad casi se anula por completo. Todavía hay espacio para guardar algunas bolsas o mochilas. Si abatimos por completo las dos filas traseras obtenemos la máxima capacidad de todas, calculada según Hyundai en 1.942 litros. Casi suficiente para viajar con la casa a cuestas.

A la pregunta de por qué comprarse un híbrido enchufable, déjame que te cuente. Cada vez somos más los que vivimos en o en torno a las grandes ciudades. Espacios urbanos masivos que limitan la movilidad de sus ciudadanos en función de la huella de sus vehículos. La etiqueta CERO del Hyundai Santa Fe PHEV es cada vez más deseada por muchos de esos conductores urbanos que quieren un coche con el que poder moverse libremente sin tener que depender de un enchufe. Son conductores que aceptan pagar el sobrecoste de la etiqueta.

La teoría dice que los híbridos enchufables son polivalentes y eficientes vehículos para todo tipo de usos. La parte eléctrica nos permite un uso diario casi a coste cero y un uso de amplio rango a base de consumir combustible. Insisto que eso es lo que dice la teoría. La realidad, ampliamente demostrada, es que la gente no recarga los híbridos enchufables. Solo quiere la etiqueta y le da igual quemar el dinero de forma absurda.

No tiene sentido comprarse un híbrido enchufable si no se tiene acceso diario a un punto de carga. Por dos motivos. El primero, es que el coste por uso se dispara. El peso de las baterías es considerable -y el de todo el sistema eléctrico- peso que hay que arrastramos a costa de gastar mucha más gasolina. El segundo motivo es que si no cargamos un híbrido enchufable la batería acaba por deteriorarse. En ese caso el coche surfirá una avería cuya reparación supone un coste considerable. Luego no digas que no te he advertido.

Gastarse tanto dinero, con lo cara que está hoy la vida, no tiene sentido. El sistema híbrido enchufable del Hyundai Santa Fe está compuesto por un motor turbo de gasolina de cuatro cilindros y 1.6 litros que desarrolla 160 caballos. A él se une un bloque eléctrico delantero y una batería de litio de 13,8 kWh de capacidad bruta. El rendimiento combinado es de 253 caballos y 54 kilómetros de autonomía eléctrica (ciclo WLTP). La potencia se transmite a los dos ejes mediante una caja de cambios automática de convertidor de par con 6 velocidades.

Si hacemos caso a lo que dice Hyundai, el gasto consumo de combustible es de 1,7 litros por cada 100 kilómetros recorridos. Con la batería cargada, ojo, y en recorridos cortos. Es un dato que podemos lograr fácilmente si salimos de casa con la batería cargada, hacemos unos 80 kilómetros y volvemos. Sin embargo, cuando nos vamos de viaje -o no cargamos la batería- el consumo crece rápidamente. Lo normal será operar en cifras próximas a los 8 litros por cada 100 kilómetros.

Sí, ya sé lo que me vas a decir, es mucha diferencia, pero es lo que pasa con el Santa Fe y con cualquier otro PHEV que hay a la venta en el mundo. A pesar de no ser un coche 100% eléctrico la dependencia de la batería sigue ahí. Para aprovechar al máximo el equipo desarrollado por Hyundai hay que cargar la batería casi a diario. Ahorraremos mucho dinero en el día a día a costa de compensarlo cuando nos vayamos de viaje. Ahora piensa, ¿coges más el coche para distancias cortas o para hacer largos viajes?

A la hora de conducir hay otras formas de ahorrar. Estas nos las presta Hyundai para sacar el máximo provecho al conjunto. Además de los habituales modos de conducción: Eco, Normal, Sport e Individual, podemos sumar los formatos EV y HEV. Recomiendo activar siempre el modo híbrido. El coche arranca, por defecto en el programa EV (siempre y cuando tenga batería). Por último, pero no por ello menos importante, las levas tras el volante. Permiten regular la retención que aplica el motor cuando levantamos el pedal del acelerador.

Jugando con estos modos y programas podemos aprovechar al máximo cada litros de combustible y cada electrón de la batería. Es un juego en el que iremos ganando experiencia con el paso del tiempo. Tampoco creas que se va a obrar el milagro, pero sí podemos arañar algunas décimas, puede que más, al consumo combinado.

Dejando a un lado el aspecto eficiente, el Santa Fe PHEV es un coche configurado para agradar a sus ocupantes. Un SUV cómodo y de tacto blando que se toma su tiempo para reaccionar. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos y muestra una velocidad punta de 180 km/h. En términos cotidianos son cifras modestas que no dejan claro que la potencia máxima solo la vamos a lograr con la ayuda del motor eléctrico. Se toma su tiempo, vamos. El motor de gasolina ofrece 160 caballos. No es mucho si tenemos en cuenta que el coche pesa casi 2,2 toneladas.

Ahora bien, ¿cuánto hay que pagar por todo esto? Esa es la pregunta del millón en los tiempos que corren. Antes de darte el susto recuerda que el Santa Fe tiene muchas y muy buenas cualidades como ya te he expuesto. El precio mínimo de venta del Hyundai Santa Fe PHEV es de 60.820 euros, sin ofertas. Por suerte, Hyundai suele tener muchos descuentos, pero lamentablemente esa cifra le impide acceder a las ayudas ofrecidas por el MOVES III para la compra de vehículos híbridos enchufables.