Ya he conducido el sedán eléctrico más bonito y te cuento por qué puede ser tu próxima compra
Mazda ha puesto toda la carne en el asador con el nuevo Mazda6e, pero no sólo lo ha hecho en términos de diseño, sino también con su tecnología, practicidad y nivel de acabados. Que tiene sus «peros», por supuesto, pero antes déjame contarte cómo es y qué tal se mueve este bonito sedán eléctrico.

Mazda ha pasado por múltiples etapas vitales. Sin embargo, la fase de la electrificación parece que les ha costado un poco. El primer modelo 100% eléctrico llegó de la mano del MX-30, un SUV que pudimos probar pero que no ha recibido el cariño esperado y que actualmente sólo se vende con su mecánica híbrida. Pero la marca japonesa ha puesto un rápido remedio a esto con el nuevo Mazda6e.
Este nuevo modelo llega para poner patas arriba el sector de los sedanes eléctricos. Sus principal rival: el Tesla Model 3. Recordemos que este es un coche que ya pudimos probar a fondo hace un año y que nos dejó un verdadero buen sabor de boca. ¿Qué tal se defenderá el Mazda6e? Lo ponemos a prueba durante su presentación internacional.

El Mazda6e es un derivado directo del Mazda EZ-6, su versión china que se desarrolló hace unos meses de la mano de la marca Changan. Su éxito en el país oriental fue alto, así como las peticiones de que este fuese comercializado en otros mercados. Mazda escuchó a sus clientes potenciales y así lo ha hecho.
Así es el nuevo Mazda6e eléctrico
El nuevo Mazda6e hace uso del clásico código de diseño de la marca japonesa. Pese a ser un modelo totalmente nuevo, con su propio sello estético, es imposible no catalogarlo como un Mazda. Este cuenta nuevamente con el lenguaje de diseño Kodo, ya conocido en el resto de alternativas de la compañía, aunque debidamente adaptado a los nuevos cánones y con una estética llevada un paso más allá en todos los aspectos.
Pese a ser presentado como un rival para el Tesla Model 3, lo cierto es que sus medidas son bastante más generosas. Concretamente, el Mazda6e mide: 4.921 mm de longitud, 1.890 mm de anchura y 1.491 mm de altura. Como referencia, este es más próximo por cotas a un Volkswagen ID.7. La carrocería puede estar decorada en ocho colores: Sould Red Crystal, Melting Copper, Aero Grey, Crystal White Pearl, Polymetal Grey, Machine Grey, Deep Crystal Blue y Jet Black.

Estéticamente supone una evolución en todos los aspectos. Este cuenta ahora con una enorme parrilla frontal totalmente cerrada, a la que se le unen sendos faros delanteros también de gran tamaño. De hecho, toda esta zona incorpora una iluminación muy característica, tanto en la zona del perfil de dicha calandra, como de los grupos ópticos.
El perfil llama la atención principalmente por el propio tamaño del coche. Es bastante grande y eso se nota. Sus llantas tienen un diámetro de hasta 19 pulgadas. La caída del techo también está muy bien ejecutada, pues da la impresión de ser un modelo de estilo coupé. Las manecillas enrasadas en la carrocería también juegan un importante papel en el diseño y aerodinámica del mismo.
La zaga, por su parte, también toma un camino propio en términos de diseño. Sus grupos ópticos son finos, estilizados y muy horizontales, aunque también están rematados por unas circunferencias que recuerdan a otros modelos de la firma, como el MX-5. Aquí, sus formas parecen volverse más afiladas y enfocadas en canalizar la aerodinámica del coche.

Un interior digno de un coche de primera clase
Pero donde Mazda más ha querido romper con su tendencia ha sido en el interior. Hasta ahora la marca solía presumir de ser de las pocas compañías que aún insertaban botones físicos en su habitáculo, frente a lo habitual de eliminarlos en favor de pantallas táctiles. Mazda ahora ha eliminado esta costumbre y se une a la tendencia «pantallera».
El salpicadero cuenta ahora con un diseño más limpio a cambio de centrar todas (o la práctica totalidad) de funciones sobre su panel táctil central de 15,6 pulgadas. Esta, lo cierto es que tiene una buena fluidez de uso y un buen brillo durante el día, lo que hace que toda la información sea distinguible con total claridad.
Sin embargo, hay que decir lo que solemos repetir a este respecto, y es que es preferible optar por el uso de botones físicos, especialmente para cuando se circula por autopista a altas velocidades. Tener que navegar por diferentes menús sólo para hacer acciones más bien cotidianas no es algo que sea positivo.

También hay que partir una lanza en favor del Mazda6e pues, a diferencia del Tesla Model 3, este sí cuenta con una instrumentación digital de 10,2 pulgadas frente al conductor y tras un llamativo volante de sólo dos radios y parte inferior achatada. El resto del habitáculo se distribuye de una forma más o menos conocida ya en el sector, con una consola central con varios huecos portaobjetos o dos bases de soporte para smartphones.
Mirando su espacio habitable, el Mazda6e va más que sobrado. Los ocupantes de la primera fila viajarán realmente cómodos aquí, con unos asientos que se amoldan bien al cuerpo de sus pasajeros. Los que se acomoden en la fila trasera tendrán un gran espacio para las piernas y para la cabeza. Aproximadamente, personas de hasta 1,90 metros de estatura viajarán realmente cómodos aquí detrás.
Finalmente, el Mazda6e homologa un total de 466 litros en su maletero principal. Esto es más que suficiente para casi cualquier situación, especialmente gracias a su enorme boca de carga. La segunda fila se puede abatir para alcanzar así el máximo de 1.074 litros. Bajo el capó delantero también se presenta un hueco adicional de 72 litros ideado para pequeños objetos, como los cables de carga, por ejemplo.

Mecánica, gama y precios del Mazda6e en España
El nuevo Mazda6e ya está disponible para comprar en España. Como ya hemos mencionado anteriormente, este cuenta únicamente con alternativas 100% eléctricas y, hay que admitir que estas pueden no ser tan sencillas de entender para los gustos y costumbres occidentales. Mazda ha optado por una receta poco habitual: que el cliente pueda escoger entre obtener más autonomía o más potencia.
Por ello, su versión más accesible ofrece principalmente potencia. Este cuenta con un motor de 258 CV y 320 Nm, así como con una batería de 68,8 kWh de capacidad. El resultado es una autonomía de 479 kilómetros y un consumo de 16,6 kWh/100 km, según su homologación en ciclo mixto. La recarga se puede ejecutar a una potencia de 200 kW en corriente continua o a 11 kW en alterna.
Alternativamente, la segunda opción reduce la potencia de su motor eléctrico hasta los 245 CV y 320 Nm de par máximo. La batería crece hasta los 80 kWh, lo que hace que su autonomía también lo haga y ahora homologue 552 kilómetros y un consumo de 16,7 kWh/100 km. Sin embargo, baja notablemente su potencia de carga hasta los 95 kW en CC.
Como ya hemos mencionado, su apartado mecánico es bastante particular, aunque no son así sus acabados. El Mazda6e ofrece dos niveles: Takumi o Takumi Plus. La diferencia principal entre ambos es que en el segundo, su tapicería es de cuero Nappa marrón, frente al cuero sintético de la opción de acceso. También el segundo cuenta con un techo solar panorámico con cortinilla electrónica. En el resto de puntos, ambos son idénticos e incluye prácticamente todo lo posible y no deja espacio para un catálogo de extras.
El Mazda6e parte en España desde 43.725 euros para la opción mecánica de 258 CV y acabado Takumi. Con este mismo nivel de equipamiento, si se quiere optar por la versión de más autonomía, su precio crece en 1.600 euros. La opción más cara parte desde 46.975 euros e incluye el nivel Takumi Plus y la mecánica de 552 km de autonomía.
Prueba de conducción
Pero entrando ya en el grano del asunto, ¿qué tal se mueve el Mazda6e sobre carreteras de múltiples condiciones? Lo cierto es que hemos podido ponerlo a prueba durante su presentación internacional, por lo que los datos obtenidos habrá que repasarlos más adelante, especialmente lo obtenido con sus consumos. Nuestra unidad contaba con la mecánica de 258 CV y 479 km de autonomía junto al acabado Takumi Plus.

Lo primero que salta a la vista nada más acomodarnos en su asiento principal, es que su posición de conducción es bastante más alta de lo que cabría esperar de un modelo de este tipo. Sin embargo, estos asientos cuentan con varias regulaciones electrónicas, con lo que su adaptabilidad es muy alta. También hay que incidir en el hecho de que son bastante mullidos y realmente cómodos.
Una vez ya tras el volante del Mazda6e, lo cierto es que la marca ha optado por simplificar aparentemente las cosas, pero a base de renunciar a los botones físicos. Esto, a simple vista es muy atractivo, especialmente en materia estética. Sin embargo, aunque esta es la tónica general en el sector a día de hoy, lo cierto es que puede ser un «pero» a la hora de moverse por los distintos menús en marcha.
Pero dinámicamente se nota mucho la mano de Mazda a la hora de poner a punto este coche. Las buenas sensaciones se expanden por todos los puntos de este coche eléctrico. El Mazda6e se mueve realmente bien ante cualquier tipo de vía. Por autopista está como pez en el agua, se intuye muy aplomado, pero también bastante silencioso. A altas velocidades no se nota ni ruido de rodadura ni tampoco aerodinámico.

Una vez entramos en carreteras reviradas, el Mazda6e sabe disimular muy bien tanto su tamaño como su peso (alrededor de 2 toneladas). Pese a todo esto, es un coche realmente ágil. Su dirección transmite muy bien todo lo que sucede más allá del aro del volante, a la par que es bastante precisa. La dureza y lo directo de esta varía significativamente a la hora de seleccionar entre el modo de conducción Comfort o Sport. Siendo, para mi gusto personal, bastante más apetecible para el día a día el primero.
Por otro lado, la aceleración, aunque es bastante considerable, no es de las más impresionantes. Mazda ha querido hacer aquí un guiño a sus motores atmosféricos y, por eso, dicha aceleración es bastante constante con el paso de los segundos. Lo mismo sucede con sus amortiguaciones, las cuales tienen un tarado y una puesta a punto realmente cómodas para cualquier tipo de situaciones. El coche no se siente que balancee en curvas, pero también sabe camuflar muy bien las imperfecciones del terreno.
También hay que hacer hincapié en su sistema de frenada regenerativa, el cual funciona realmente bien y hará mayor o menor acto de presencia también según el modo de conducción seleccionado. Se puede personalizar a través del modo Individual, con varios puntos configurables.

Finalmente, tras nuestra pequeña ruta al volante del Mazda6e, el consumo medio que nos presentó fue de 18,6 kWh/100 km. En este recorrido estuvieron presentes carreteras de todo tipo y, por la propia concepción de esta prueba, no pudimos sacar todo el partido a este apartado, en el que siento que no será difícil generar un menor consumo en las situaciones cotidianas.
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