El inesperado socio que propone BMW a Europa para desarrollar baterías de coches eléctricos
Ya sabemos que Europa no cuenta con una política firme para asegurar una cadena de suministro de baterías potente para coches eléctricos. Se están poniendo esfuerzos, pero quizás una solución para reducir la dependencia china pase por socios como el que propone BMW.

En el mercado de los coches eléctricos, China tiene no solo el dominio de las ventas en cuanto a volumen. También tienen un control total de la cadena de producción de las baterías, algo verdaderamente preocupante a ojos de las autoridades europeas, que ven cómo la dependencia de las marcas chinas resulta muy complicada de reducir.
Sobre todo, porque no hay una alternativa clara. Europa lleva rezagada mucho tiempo en este apartado, y el enfriamiento de la demanda de coches eléctricos en estos dos últimos años no ha hecho más que volcar un jarro de agua fría sobre la industria del continente.
En este contexto de necesidad, Europa podría recurrir a un socio que nadie se espera y que puede tener un gran potencial. Al menos así lo dice el CEO de BMW Sudáfrica que, como era de esperar, ha barrido para casa.

Europa y Sudáfrica, una alianza insospechada
Sudáfrica representa, actualmente, el 51 por ciento de la producción de coches en todo el continente africano. Sin embargo, tiene una enorme necesidad, como Europa: van muy atrasados en materia de electrificación.
Aun así, el país supone un gran potencial para los fabricantes generalistas: Ford, BMW, Toyota o el Grupo Volkswagen fabrican allí modelos para el mercado local y para el europeo. Fíjate, más de la mitad de las exportaciones que salen de allí llegan al Viejo Continente, por lo que los lazos están establecidos.
En Sudáfrica se miran al espejo y se comparan con otros países con Etiopía, que cuenta con una proporción 25 veces mayor de coches eléctricos en la carretera. Para atajar esta situación, el gobierno sudafricano anunció una deducción fiscal del 150 por ciento para las inversiones relacionadas con la producción de coches eléctricos y de pila de combustible para el 2026.

Además, en asociación con el Banco Mundial y otros socios, están desarrollando una estrategia nacional de minerales críticos que permitan asegurar una cadena de suministro para sus coches eléctricos, o para atraer a potenciales aliados.
Y aquí es donde entra en juego Europa. Peter van Binsbergen, CEO de BMW Sudáfrica, alienta a una cooperación entre estas dos potencias para reducir la dependencia de China. «Sudáfrica, junto con Europa, podría elaborar una estrategia para crear una cadena de valor alternativa para las baterías de vehículos eléctricos. Eso ofrece al mundo una alternativa a China. Ahora, si quieres una batería, viene de China. Tenemos que conseguirlo».
Los directivos de las marcas en el país sudafricano ya están pidiendo un enfoque nacional coordinado que ayude a potenciar la producción de coches eléctricos. ¿Te suena? Europa podría tener en este país un inesperado socio del que poder tirar y solucionar parte de sus problemas en el largo plazo. «Si no nos adaptamos, corremos el riesgo de perder estos mercados de exportación clave».
Fuente: Reuters