Alonso, un ingeniero más al servicio de Newey en el desarrollo del Aston Martin AMR26
Fernando Alonso se ha involucrado al 100 % en el desarrollo del monoplaza de 2026, el primero diseñado por Adrian Newey para Aston Martin y que dará la bienvenida al nuevo reglamento. Estas son sus razones para ejercer como un ‘ingeniero’ más.

La temporada 2025 no ha terminado y aún restan muchas cosas por decidirse. Sin embargo, prácticamente todos los equipos tienen la mente ya prácticamente centrada al 100 % en el año que viene. La razón es que el nuevo reglamento que entrará en vigor va a resetear por completo la competición, tanto a nivel técnico como de jerarquía.
Aston Martin es uno de los equipos que más esperanzas tiene en el campeonato de 2026, ya que es el que debe marcar el comienzo de su etapa gloriosa: aquella para la que lleva años preparándose y por la que ha invertido tanto dinero y recursos.
Será, también, la primera en la que un monoplaza diseñado por Adrian Newey llevará los colores de Aston Martin. Y, para Fernando Alonso, la oportunidad que tantos años lleva esperando de pilotar una máquina del diseñador más laureado de la historia.
«Tal vez sea algo que podamos explorar más a fondo e intentar mejorar la idea que nuestros diseñadores tenían originalmente»
Alonso, un ingeniero más en Aston Martin
De momento, ni Fernando Alonso ni Lance Stroll pueden pilotar el coche más allá del simulador. Pero eso no significa que el piloto no tenga influencia ni pueda resultar valioso. Algo que el asturiano sabe bien y por lo que ha querido involucrarse para, en cierto modo, convertirse en un ‘ingeniero’ más al servicio de Adrian Newey.
«Newey hace preguntas que le inquietan en busca del punto de vista del piloto, con este tipo de coche, este tipo de carga, las velocidades puntas que esperamos alcanzar o el momento de cortar la batería a mitad de las rectas», comienza explicando el bicampeón del mundo. «Habrá una dinámica diferente a la hora de afrontar las curvas porque el coche se comportará de otra manera, será más ligero y con unos neumáticos diferentes».
Newey es conocido por querer tener todas las variables controladas. Y, en ese sentido, el piloto es esencial para su trabajo. «Él se intenta adelantar al futuro y piensa en la velocidad con la que llegarás a una curva en Barcelona y en lo que te gustaría que hiciera el coche, más tren delantero, más tren trasero, más potencia en frenada».
«Hace todas estas preguntas porque él ya está visualizando la pieza del coche que quiere cambiar para que estés más cómodo», añade un Fernando Alonso que está disfrutando mucho del proceso.
Del simulador a la pista
Enero marcará el final de la etapa de simulación para comenzar el desarrollo del nuevo coche en el circuito. Mientras eso sucede, Fernando Alonso está absorbiendo toda la información para poder utilizarla en beneficio propio y de los ingenieros cuando llegue el momento de la verdad.
«Hasta ahora hemos estado conduciendo el nuevo coche en el simulador y asistiendo a algunas reuniones y debates sobre las reglas y cómo afectarán a la conducción», explica Alonso. «Temas como la energía disponible, la aerodinámica activa».
«Todas estas son cosas con las que todo el mundo está familiarizado, pero por el momento son solamente palabras, gráficos y números en una pantalla. Toda esa información eventualmente se hará realidad cuando el coche esté vivo y cuando lo conduzcamos por primera vez», prosigue el asturiano.
«Todo lo que el equipo ha estado discutiendo y desarrollando tiene sus raíces en los datos, está en su lenguaje, han estado hablando de gráficos y números. Pero cuando nos subimos al coche, solamente tenemos sensaciones, por lo que estos meses son realmente importantes para tratar de asegurarnos de que el equipo entienda qué necesitamos», continúa, consciente de que puede marcar la diferencia.

Al ser preguntado si el piloto puede llegar a sentir cosas que no están en los datos, Fernando Alonso es categórico: «Absolutamente. Por eso es tan crucial para nosotros, como pilotos, estar informados sobre cómo se está desarrollando el coche y qué ideas o filosofías estamos adoptando en el desarrollo del mismo en este momento».
«Por ejemplo, cuando nos subamos al coche y frenemos en la curva 1 [en el primer test] en Barcelona», expone el veterano piloto de 44 años, «y sintamos algo extraño o inesperado al entrar en la curva o al salir cuando aplicamos el acelerador, podemos recordar cuál podría ser la razón por la que el coche se comporta así».
«Y podemos transmitir eso al equipo, porque tal vez sea algo que podamos explorar más a fondo e intentar mejorar la idea que nuestros diseñadores tenían originalmente», concluye Fernando Alonso.
El bicampeón del mundo sabe que su última oportunidad de ganar carreras y, quizá, el título mundial, se acerca. Y, fiel a su estilo, no va a escatimar en esfuerzos para intentar que suceda.
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Fotos: Aston Martin F1