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GP Sao PauloPor qué la defensa de Fernando Alonso sobre Checo Pérez en Brasil merece un lugar en la historia junto a Imola 2005

El octavo podio de Fernando Alonso ha llegado tras una demostración de cómo defender posición cuando lo tienes todo en contra. Y, a diferencia de otras defensas famosas como la de Imola 2005 o Hungría 2021, esta ha sido en un circuito propicio para adelantar.

Por qué la defensa de Fernando Alonso sobre Checo Pérez en Brasil merece un lugar en la historia junto a Imola 2005
Fernando Alonso, tercero en Brasil tras una impresionante demostración.

13 min. lectura

Publicado: 05/11/2023 23:46

Fernando Alonso tiene un lugar de honor en los libros de historia de la Fórmula 1 por muchas razones. El hecho de ser bicampeón del mundo o el piloto con más Grandes Premios disputados en la historia son dos buenas razones.

Sin embargo, también tienen cabida maniobras como el adelantamiento en la mítica curva 130R de Suzuka a Michael Schumacher en 2005, el que hizo a Lewis Hamilton en Bahréin este mismo año o actuaciones como la de Hungría 2006 y Europa 2012. Y, también, defensas como la de Imola 2005 ante ‘El Káiser’ o la más reciente de Hungría 2021, también ante Lewis Hamilton.

El Aston Martin AMR23 fue rápido, pero no lo suficiente

Lo vivido este domingo en el circuito de Interlagos, en Sao Paulo, pertenece ya a este selecto pero nutrido grupo de actuaciones y maniobras sobresalientes de Fernando Alonso.

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El piloto de Aston Martin ha conseguido su octavo podio de 2023 en el momento que Aston Martin más lo necesitaba. Aunque para ello no ha bastado el ritmo del AMR23, que si bien ha sido muy bueno, no puede compararse al que Red Bull y McLaren tenían.

«Empecé a tirar y en vez de abrir hueco vi que se me acercaba más, no me salían las cuentas»

A pesar de eso, el piloto español se las ha arreglado para mantener a Checo Pérez a raya. El mexicano partía noveno en parrilla, por lo que tuvo que abrirse paso entre los Mercedes y el Ferrari de Carlos Sainz. Sin embargo, el de Red Bull no tardó mucho en colocarse tras Fernando Alonso, pues lo hizo en la vuelta 18 de las 71 de las que constaba la carrera.

Fernando Alonso, un maestro controlando el ritmo

Gracias al ritmo lento de Lewis Hamilton, Fernando Alonso pudo amasar una ventaja de ocho segundos sobre Checo Pérez, pero con más de 50 vueltas por delante, parecía complicado que el asturiano conservara el podio.

La primera clave para conseguirlo estuvo en su gestión de los neumáticos blandos. Mientras Checo Pérez entró a cambiarlos por los medios en la vuelta 20, Fernando Alonso supo estirarlos hasta la 25, lo que le permitió afrontar la fase intermedia de carrera con los neumáticos en mejores condiciones.

Además, el de Red Bull comenzó muy pronto a marcar tiempos rápidos de 1:15, pero el de Aston Martin empezó su segundo relevo con calma y gestionando la ventaja, sabedor de que más adelante necesitaría compensar la menor velocidad de su monoplaza.

Así evolucionaron los tiempos por vuelta de Pérez y Alonso entre la primera parada en boxes y el momento en el que el mexicano alcanza al español (se eliminan las vueltas de entrada y salida de boxes).

Esto permitió a Checo Pérez colocarse a cuatro segundos en la vuelta 27, bajando a dos segundos cinco giros más tarde. El adelantamiento parecía inevitable, pero quien hubiera prestado atención a los tiempos sabía que Fernando Alonso estaba gestionando su ritmo de manera inteligente.

Y así fue, ya que Pérez llegó a estar prácticamente en distancia de DRS en la vuelta 33 (menos de un segundo con el coche de delante para poder activarlo), pero en ese momento Fernando Alonso comenzó a bajar sus tiempos para evitarlo. Así, tras varias vueltas rondando el segundo de diferencia, Pérez comenzó a perder tiempo, subiendo a los dos segundos en la vuelta 40 y a 2,5 segundos en la 45.

El momento de la verdad

Los medios no daban para más y Checo Pérez entró de nuevo en boxes para hacer su segunda parada en la vuelta 46, cuando perdía cuatro segundos con Fernando Alonso. El español entró en la siguiente para cubrirse y mantener la posición en pista, saliendo ambos de nuevo a pista con un juego de neumáticos blandos usados.

Quedaban 24 vueltas para el final y, si bien la carrera Sprint del sábado demostró que era factible completar esa distancia con estos neumáticos, había que andarse con cuidado para llegar al final de la carrera con garantías.

Así las cosas, Fernando Alonso comenzó el último relevo con la misma estrategia: conteniendo su ritmo para mantener los neumáticos en buenas condiciones. Mientras, Checo Pérez empezaba a recortar los 3,5 segundos de diferencia. En la vuelta 51 el mexicano ya estaba a sólo dos segundos y una más tarde comenzó a estar en distancia de DRS.

No entró en pánico Fernando Alonso, que seguía ejecutando su plan para llegar al final de la carrera siendo competitivo. Para defender su posición, centraba sus esfuerzos en ser rápido desde la curva 10 hasta la 4, la zona en la que su rival podía adelantarle.

«Tenía que ahorrar un poco de gasolina en la última tanda y un poco los neumáticos. Iba más o menos controlando, o lo que yo creía que estaba bajo control; pensé que Checo iba a estar como 10 vueltas o así detrás mío, y luego que iba a abrir hueco, como abrí con las medias», explicaba el propio Fernando Alonso tras la carrera.

Fernando Alonso exprimió el Aston Martin AMR23 al máximo para volver al podio.

Fue entonces cuando Fernando Alonso comenzó a apretar de nuevo, aunque en esta ocasión el plan no salió según el asturiano había ideado. «Cuando faltaban cinco o seis vueltas empecé a tirar y en vez de abrir hueco vi que se me acercaba más, y entonces ahí no me salían las cuentas de que estaba tan cerca».

Ya no quedaba otra, había que tirar de experiencia y épica para mantener al Red Bull de Checo Pérez detrás y conservar el podio. Fernando Alonso, que siempre ha sido un piloto propenso a utilizar trazadas diferentes a las del resto en algunas curvas, lo demostró también en Interlagos.

Trazando las curvas 10 y 12 por el exterior de la trazada habitual, el español recorría algunos metros más, pero reducía el deslizamiento y, por tanto, el sobrecalentamiento de los neumáticos. Además, se aseguraba una mejor tracción a la salida, consiguiendo unos metros extra que impedían a Checo Pérez acercarse lo suficiente para intentar el adelantamiento.

Todo estaba perdido, pero Fernando Alonso hizo magia

Cuando ya parecía que Fernando Alonso iba a conservar el podio, llegó la frenada de la curva 1 en la penúltima vuelta. Checo Pérez había conseguido por fin acercarse lo suficiente a la salida de la 14 y, con ayuda del DRS, superó al español por el interior.

Con un monoplaza mucho más rápido, lo lógico era pensar que el mexicano se escaparía y conseguiría un podio tan luchado. Sin embargo, Fernando Alonso no desesperó y se mantuvo al acecho con ayuda del DRS. Y, cuando el mexicano se coló ligeramente en la frenada de la curva 1, ya en la última vuelta, preparó su movimiento final en la curva 4.

De nuevo con el DRS como aliado, el Aston Martin cogió la aspiración en la recta y permitió a Fernando Alonso superar a Pérez por el exterior, llegando a la frenada con la suficiente ventaja como para ganar la frenada.

Sólo quedaban unas pocas curvas, pero aún había que solventar un último obstáculo: la subida hacia la recta de meta desde la curva 12. Pérez lo dio todo y salió muy pegado a Fernando Alonso, cogiendo la aspiración del Aston Martin #14. Tanto que ambos se colocaron en paralelo a pocos metros de la meta, pasando finalmente el español con únicamente 52 milésimas de ventaja sobre el mexicano.

Fernando Alonso había conseguido uno de sus podios más sufridos. Y lo había hecho tras dar una master class de pilotaje defensivo e inteligencia en carrera.

Como Imola 2005… ¿o mejor?

La demostración de Fernando Alonso en Interlagos ha recordado a muchos la que 18 años antes hizo en Imola frente a Michael Schumacher. En aquella ocasión, el asturiano tuvo que apañárselas con un Renault achacoso que tenía problemas en el motor y no daba toda la potencia que debía.

Schumacher, ya en ese momento heptacampeón del mundo, lo intentó todo, pero no pudo adelantar a un Fernando Alonso que aguantó el tipo durante 12 agónicas vueltas. Aquel día, el joven piloto de 24 años se consagró definitivamente.

Cierto es que el Aston Martin de este domingo en Interlagos no sufría avería alguna y Fernando Alonso pudo exprimirlo al máximo. También lo es que Sergio Pérez no puede compararse al gran Michael Schumacher de Ferrari. Sin embargo, lo que hace especial la hazaña de Sao Paulo es que la ha logrado en un circuito muy propicio para los adelantamientos. Y durante 18 vueltas.

Interlagos es el único circuito en el que se ha utilizado el formato Sprint cada año desde que se estrenó. Además, es también el único en el que el formato ha sido positivo para el espectáculo. Y es por una razón, porque sus características permiten adelantamientos y acción en pista, tal y como comprobamos de nuevo este sábado.

Por tanto, todo parecía estar a favor de Checo Pérez, que contaba con un monoplaza muy superior y también varios puntos de adelantamiento con el DRS como inestimable aliado. Sin embargo, dicha circunstancia acabó volviéndose en su contra gracias a la maestría de Fernando Alonso.

Como Imola 2005… ¿o mejor? En realidad es lo de menos, nos basta con haberla disfrutado tanto como lo hicimos 18 años antes.

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