Llegan los F1 de 2026, te mostramos cómo son los coches y qué novedades presentan

Nueva aerodinámica, nueva unidad de potencia, nuevos neumáticos, nuevas dimensiones… podría decirse que los monoplazas de Fórmula 1 de la temporada 2026 serán completamente nuevos. Y es que no quedará ningún área sin revisar.

De hecho, los ingenieros de la categoría lo consideran uno de los cambios reglamentarios más profundos de la historia y, sin duda alguna, el mayor de la era moderna.

Además, 2026 dará la bienvenida a un nuevo equipo, Cadillac, y a dos nuevos fabricantes de motores: Red Bull Powertrains-Ford y Audi (además del retorno oficial de Honda). Sí, la palabra ‘nuevo’ toma mayor presencia y relevancia que nunca…

La FIA espera conseguir una reducción de carga aerodinámica del 30 %, al tiempo que la resistencia aerodinámica debería alcanzar el 55 %

Los principales cambios en los Fórmula 1 de 2026

La generación de coches que se despidió en el pasado Gran Premio de Abu Dhabi ha destacado por su gran tamaño y peso, enormes neumáticos y aerodinámica de efecto suelo.

Y si bien gracias al límite presupuestario y a la estabilidad del reglamento la igualdad se convirtió en el principal reclamo del campeonato, no es menos cierto que los monoplazas no terminaron de convencer a los pilotos ni tampoco ofrecieron el espectáculo prometido a los aficionados.

Los nuevos monoplazas buscan mantener lo primero y mejorar lo segundo. Y, para ello, adoptan una serie de cambios en todos los ámbitos. Estos son los más relevantes.

Coches más pequeños y ligeros

Una de las principales demandas de los pilotos en los últimos años ha sido la necesidad de reducir las dimensiones de los monoplazas, que además de medir más de dos metros de ancho y cinco de largo, alcanzaron los 800 kilogramos de peso.

De cara a 2026, el objetivo es convertir a los monoplazas en máquinas más cortas, estrechas y ágiles. Para ello, se ha acortado la distancia entre ejes en 200 mm, mientras que la anchura se reduce en 100 mm.

Las superficies del monoplaza también ven modificado su tamaño, con el suelo siendo 150 mm más estrecho y el alerón delantero perdiendo 100 mm de anchura.

Los neumáticos tampoco se salvan, y aunque seguirán montándose en llantas de 18 pulgadas, ahora serán más aerodinámicos y ligeros al perder 25 mm de anchura de la banda de rodadura en la parte delantera y 30 mm en la trasera. Así, el diámetro total también es 15 mm menor en la parte delantera y 10 mm menor en la trasera.

Aerodinámica simplificada… y activa

El concepto aerodinámico de los monoplazas de Fórmula 1 de 2026 también ha cambiado de forma radical. El efecto suelo que volvió en 2022 se despide tras dejar un sabor amargo en pilotos e ingenieros, retornando en su lugar el concepto de fondo plano con difusor extendido.

También desaparecen los aletines situados sobre las ruedas y los de viga o beam wings del alerón trasero. En su lugar llegan alerones más sencillos, pero dotados de aerodinámica activa.

La posición es estos variará en función de la zona del circuito en la que se encuentre el monoplaza, con los flaps cerrados en las curvas para maximizar el agarre y abiertos en las rectas que designe la FIA para reducir la resistencia aerodinámica y ganar velocidad.

Esto significa que el DRS desaparece para dar la bienvenida al modo Active Aero, ya que el mismo podrá utilizarse en las zonas designadas independientemente de la distancia existente entre los monoplazas.

En líneas generales, la FIA espera conseguir una reducción de carga aerodinámica del 30 %, al tiempo que la resistencia aerodinámica debería alcanzar el 55 %. Por tanto, los coches de 2026 serán algo más lentos en el global de toda la vuelta. Además, también deberían permitir más adelantamientos al reducir la estela turbulenta que impide a los coches rodar muy cerca entre sí.

La unidad de potencia y los modos Boost, Overtake y Recharge

Otro gran cambio en la Fórmula 1 de 2026 es la unidad de potencia. El bloque se mantiene: un V6 turboalimentado de 1,6 litros de capacidad, pero este pierde algo de potencia para compensarla con energía eléctrica, que casi se triplica con respecto a 2025 a pesar de eliminarse el MGU-H (recuperador de energía cinética asociado al turbo).

Esto, unido a que las baterías no ganan capacidad de almacenaje, hará que la gestión de la energía sea crucial, ya que el piloto no tendrá suficiente para toda la vuelta y deberá decidir dónde utilizarla. Esto abre una nueva variable estratégica que puede influir muy mucho en el resultado final.

La gestión de la energía se realizará mediante tres modos a utilizar por el piloto:

• Boost: proporciona un extra de potencia, se acciona con un botón y puede utilizarse en cualquier momento de la vuelta siempre que haya energía en la batería. Existe la posibilidad de accionarlo en diferentes puntos del circuito o todo de golpe, a discreción del piloto.
• Overtake: también se acciona mediante un botón y proporciona potencia adicional, pero únicamente puede utilizarse para atacar y se activa cuando el vehículo perseguidor se encuentra a menos de un segundo en el punto de activación único situado en un punto del circuito.
• Recharge: supervisado por el piloto y su ingeniero, incluye diversos modos de recarga de la batería, en fase de frenada, desaceleración o, incluso, aceleración parcial.

El combustible 100 % sostenible

La combustión del motor térmico también cambiará, pues los fabricantes han tenido que adaptarla al nuevo combustible 100 % sostenible (el de 2025 lo era en apenas un 10 %).

Este, que ya se probó en la Fórmula 2 y la Fórmula 3 en 2025, proviene de fuentes de captura de carbono, residuos urbanos y biomasa no alimentaria, pero a nivel técnico supone un reto al modificar la forma en que se quema en los cilindros.

Ello impactará no solamente en el rendimiento, sino también en la fiabilidad, especialmente durante el primer año de competición.

Mayor seguridad para el piloto

A pesar de aligerar su peso en 30 kilogramos, los nuevos coches serán aún más seguros gracias a una celda de supervivencia y un arco antivuelco mucho más resistentes. La estructura de impacto frontal también ha evolucionado para separarse en dos etapas, ofreciendo al piloto mayor protección ante colisiones graves con impactos secundarios tras el contacto inicial.

Otro aspecto a destacar es que los nuevos coches incluirán luces intermitentes en los retrovisores para días de lluvia o baja visibilidad, acompañando de este modo a las que ya se introdujeron en los alerones traseros.

A grandes rasgos, la nueva Fórmula 1 de 2026 se basa en un monoplaza más pequeño, ligero y ágil, pero igual de potente y más seguro. También más sostenible y algo más lento con el objetivo de proporcional un mejor espectáculo. ¿Conseguirá su propósito? Comenzaremos a verlo a partir del 26 de enero, cuando da comienzo la pretemporada.