Fue estrella de la música, cumplió un sueño imposible y acabó compitiendo en la Fórmula 1

No todos los pilotos llegan al automovilismo desde un karting: algunos vienen de un escenario, con baquetas en la mano, y terminan compitiendo al límite, demostrando que la pasión por correr puede ser tan intensa como la música.

Fue estrella de la música, cumplió un sueño imposible y acabó compitiendo en la Fórmula 1
Slim Borgudd en Formula 1

Publicado: 19/12/2025 17:00

6 min. lectura

En el imaginario colectivo, los pilotos profesionales suelen responder a un mismo patrón: infancia entre circuitos, padres vinculados al motor y una progresión casi matemática por las categorías inferiores.

Sin embargo, de vez en cuando aparece una historia que rompe por completo ese guion. La de Slim Borgudd es una de ellas.

Antes de ponerse un casco y subirse a un monoplaza, Borgudd ya había vivido una carrera de éxito en un entorno totalmente distinto.

Era músico profesional, batería, y había tocado con formaciones vinculadas al grupo ABBA, uno de los mayores fenómenos de la música europea. No era un aficionado ocasional: la música era su profesión, su día a día y su forma de vida.

Lo curioso es que, lejos de tratarse de una excentricidad pasajera, el automovilismo fue para él algo muy serio. Tan serio como para acabar compitiendo en la Fórmula 1, el escaparate más exigente y despiadado del motor mundial.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

Slim Borgudd y su llegada a la Fórmula 1

El salto de Borgudd al automovilismo no fue un capricho de famoso con dinero. Su progresión fue real, aunque poco habitual. Compitió en categorías inferiores y acabó llegando a la Fórmula 1 a principios de los años ochenta, en una época especialmente dura: coches exigentes, seguridad limitada y una parrilla con talento descomunal.

Slim Borgudd
Slim Borgudd

No pilotó para equipos punteros ni dispuso del mejor material, algo que condiciona cualquier carrera deportiva en la F1. Aun así, logró clasificarse, correr Grandes Premios y sumar experiencia en la categoría reina, algo que por sí solo ya lo coloca en un grupo extremadamente reducido de personas en el mundo.

Mientras otros pilotos vivían volcados exclusivamente en el automovilismo, Borgudd compaginaba su faceta deportiva con un pasado musical que seguía despertando curiosidad en el paddock. No era habitual ver a un piloto que, además de hablar de reglajes o neumáticos, podía contar anécdotas de estudios de grabación y giras internacionales.

Slim Borgudd corriendo en Formula 1
Slim Borgudd corriendo en Formula 1

Una segunda vida deportiva sobre camiones de competición

Si su paso por la Fórmula 1 ya resulta sorprendente, su historia no termina ahí. Tras dejar los monoplazas, Borgudd encontró un nuevo terreno donde demostrar su talento al volante: las carreras de camiones.

Lejos de ser un campeonato menor, el Campeonato de Europa de Camiones exige un nivel técnico y físico enorme. Vehículos pesados, potencias descomunales y carreras muy disputadas hacen que no todos los pilotos se adapten bien. Borgudd sí lo hizo.

Tanto, que acabó proclamándose campeón de Europa, demostrando que su capacidad al volante no dependía del tipo de vehículo. Pasar de un Fórmula 1 a un camión de competición y ser competitivo en ambos mundos no está al alcance de muchos.

Este logro terminó de consolidar su figura como una de las más singulares del automovilismo europeo: un músico profesional que no solo llegó a la élite del motor, sino que también supo reinventarse y ganar títulos lejos del foco mediático de la F1.

No ha sido el único: Brian Johnson y las carreras de históricos

El caso de Borgudd no es completamente aislado. La relación entre música y motor ha dejado otras historias curiosas, aunque pocas tan completas. Uno de los ejemplos más conocidos es Brian Johnson, vocalista de AC/DC.

Johnson es un apasionado del automovilismo clásico y ha participado en carreras de vehículos históricos, compitiendo en eventos donde prima más la fidelidad mecánica y el respeto por la historia que la tecnología punta. No se trata solo de exhibiciones: son competiciones reales, con coches exigentes y pilotos experimentados.

Brian Johnson, vocalista de AC/DC
Brian Johnson, vocalista de AC/DC

A diferencia de Borgudd, Johnson no llegó a la Fórmula 1 ni a campeonatos europeos, pero su implicación muestra un patrón común: músicos que encuentran en el automovilismo una vía de escape tan intensa como el escenario, donde la adrenalina sustituye al volumen de los amplificadores.

Pasión real, no postureo

Estas historias funcionan porque no son simples anécdotas de famosos probando cosas nuevas. En ambos casos hay compromiso, riesgo y dedicación real. Subirse a un Fórmula 1 o a un coche histórico de carreras implica aceptar peligros, entrenar, fallar y volver a intentarlo.

Slim Borgudd no fue “el músico que dio una vuelta”, sino un piloto que compitió contra los mejores de su tiempo y que, además, supo triunfar en otra disciplina completamente distinta. Brian Johnson, por su parte, demuestra que la pasión por el motor puede mantenerse viva incluso cuando ya se ha alcanzado la cima en otro ámbito.

Son recordatorios de que el talento y la obsesión por superarse no entienden de etiquetas profesionales. A veces, detrás de una batería o un micrófono, también hay un piloto esperando su momento.

Este artículo trata sobre

Pixel