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Qué ocurre realmente en Arabia Saudí y por qué la Fórmula 1 no puede aparentar sorpresa

La llamada 'Guerra Olvidada', por su escasa repercusión mediática en Europa y el resto del mundo, comenzó a gestarse durante la Primavera Árabe de 2011 y derivó en conflicto con Arabia Saudí en 2015. Ahora, la Fórmula 1 la ha llevado a las portadas de todo el mundo.

Qué ocurre realmente en Arabia Saudí y por qué la Fórmula 1 no puede aparentar sorpresa
El circuito de Jeddah Corniche, ¿el lugar más seguro de Arabia Saudí este fin de semana? - Red Bull Content Pool

7 min. lectura

Publicado: 26/03/2022 09:00

La Fórmula 1 celebra este fin de semana en Jeddah el segundo Gran Premio de la temporada 2022 y el segundo en Arabia Saudí en menos de cuatro meses. Y es que el nuevo circuito urbano promovido por Aramco, empresa petrolera saudita y patrocinadora principal del campeonato, debutó en la categoría reina el pasado mes de diciembre.

Sin embargo, si entonces el foco se centró en la violación de los derechos humanos que se produce habitualmente en Arabia Saudí, esta vez la atención se ha dirigido hacia el conflicto de este país con su vecino del sur, Yemen.

En 2015 comienza un conflicto que incluye a Arabia Saudí y otros países árabes sunitas apoyados por Estados Unidos, Francia y Reino Unido

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Y es que los rebeldes hutíes, una comunidad islámica que recibe su nombre de Husein Badrudin al Huti, comandante muerto en septiembre de 2004 a manos de las Fuerzas Armadas de Yemen, han materializado un ataque con drones a la refinería de Aramco situada a 10 km. del circuito Jeddah Corniche.

Sin embargo, como se deduce de todo lo anterior, esta situación no debe coger por sorpresa a la Fórmula 1 y a la FIA, pues hablamos de una guerra que comenzó en 2015 y que, además, ya ha generado situaciones similares en la Fórmula E y en el Dakar, competiciones automovilísticas del máximo nivel.

El origen del conflicto entre Yemen y Arabia Saudí

Este mes de marzo se cumplieron 7 años del inicio de la guerra entre Yemen y Arabia Saudí, un conflicto que ha sumido al primero en una crisis humanitaria con más de 20 millones de personas dependientes de ayuda humanitaria (aproximadamente el 75% de la población) y más de cuatro millones de desplazados. Cifras que hacen que la ONU la considere la mayor del mundo.

Un país que ya era pobre antes de la Primavera Árabe de 2011, pero que empeoró a raíz de la revolución iniciada para derrocar al presidente Ali Abdullah Saleh, que llevaba en el poder 21 años.

Esta situación derivó en la presidencia del entonces segundo al cargo, Abdrabbuh Mansour Hadi, reconocido actualmente por la ONU, pero a quien parte de la población yemení rechaza.

Los hutíes suelen atacar localizaciones estratégicas desde el punto de vista financiero y logístico, como esta refinería de Aramco o el aeropuerto.

A consecuencia de ello, emergieron diversos grupos rebeldes, como el partido político y movimiento paramilitar Al-Hirak, que tiene como objetivo conseguir la independencia de los territorios del sur (Yemen del Sur hasta la unificación del país en 1990).

También los hutíes, musulmanes chiítas zaidís que ya en 2004 habían acusado a Arabia Saudí de presionar y financiar al expresidente para actuar contra dicha minoría. En su intento de tomar el control de la provincia de Saada, al norte del país, llevaron a cabo un intento de golpe de estado a finales de 2014 que les permitió tomar Saná y forzar a Hada al exilio.

Arabia Saudí se convierte en enemigo

Tras el golpe de estado llevado a cabo por los hutíes, un grupo de naciones se alió para llevar a cabo ataques contra estos guerrilleros en suelo yemení en marzo de 2015. Es el inicio de un conflicto que incluye a Arabia Saudí y otros países árabes sunitas apoyados por Estados Unidos, Francia y Reino Unido.

Pero la operación para restaurar el gobierno de Hadi -que continúa en el exilio- no tuvo los efectos deseados, dando inicio a un conflicto entre Arabia Saudí y los hutíes que aún hoy permanece activo. Un conflicto que, además, mantiene en segundo plano una disputa histórica entre los suníes y los chiítas por extender su influencia y poder en los países de la región. Y que tiene a Irán como principal apoyo a los hutíes a través del suministro de armas y soporte logístico, algo que dicho país niega.

Actualmente, los hutíes lanzan de manera habitual misiles con drones desde Taiz hacia Arabia Saudí y militantes yihadistas de al Qaeda y sus rivales, grupos afiliados al autodenominado Estado Islámico, se han aprovechado del caos y tomado territorio del sur del país, donde han perpetrado ataques letales, particularmente en Adén.

Según datos de Norwegian Refugee Council (NRC), en Yemen han muerto más de 100.000 personas a consecuencia de la guerra, así como más de 130.000 por la crisis humanitaria.

En resumen, la Fórmula 1 se ha colocado a sí misma en una situación extremadamente delicada y negativa a nivel de imagen, pero lo que no puede proyectar al resto del mundo es sorpresa. Porque el mismo problema que ha surgido este fin de semana ya estaba presente durante el primer Gran Premio de Arabia Saudí de diciembre de 2021. Y mucho tiempo atrás.

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