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GP MónacoMercedes tiene el sexto doblete a tiro y la suspensión delantera es la clave

  • La formación alemana cuenta con un sistema muy particular que se adapta a la perfección a las características del circuito urbano monegasco.
  • Tras varias temporadas con problemas en un circuito tan lento, el nuevo diseño permite compensar la mayor distancia entre ejes y el rake más reducido.

5 min. lectura

Publicado: 24/05/2019 11:30

El Mercedes W10 se muestra más ágil que sus antecesores en las calles del Principado.

Durante los últimos años, Mercedes ha tenido en el circuito de Mónaco uno de los principales puntos débiles de la temporada, algo que en líneas generales es extrapolable a trazados lentos en los que el subviraje es el principal problema a solucionar.

No en vano la última victoria de los alemanes data de 2016 y la última pole de un año antes, por lo que a medida que Ferrari y Red Bull incrementaron su competitividad, las calles del Principado pasaron a ser un particular calvario para Mercedes.

La filosofía de diseño de los últimos monoplazas de la estrella de tres puntas ha seguido siempre dos conceptos claros: distancia entre ejes mayor que la de sus rivales y rake poco acusado. Algo que a medida que la velocidad desciende provoca un desplazamiento del centro de presiones al eje trasero, reduciendo la carga aerodinámica en el alerón delantero y provocando subviraje.

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Sortear el reglamento

En los últimos años, los equipos han ideado sistemas que permiten jugar con la altura del coche al suelo en función de la velocidad y la generación de carga aerodinámica que ésta provoca. Para controlar eso, la FIA emitió una directiva en el invierno de 2017 por la cual se informaba a los equipos de que no se permitiría una variación superior a 5 milímetros en la altura del coche al suelo. La altura de referencia se tomaba con el coche en parado y la dirección completamente recta, para luego girar el volante por completo hacia uno u otro lado.

En esta imagen se aprecia el particular sistema de suspensión de Mercedes, con la rótula marca en azul y rojo.

Debido a la nueva normativa, muchos de los sistemas ideados por los equipos debieron eliminarse, por lo que se buscaron nuevas soluciones a través del rediseño de las suspensiones. Uno de los antídotos para combatir el subviraje en curva lenta consiste en bajar la altura de la parte delantera con más cáster (ángulo de lanzamiento resultante entre la vertical y el eje de pivotamiento de las ruedas), pero tiene el inconveniente de que la transferencia de peso desciende a medida que se gira el volante y aumenta el ángulo de dirección.

El sistema de Mercedes

El equipo alemán lleva ganando de manera ininterrumpida desde 2014 y, aunque en las dos primeras temporadas la supremacía de su motor eclipsó su buen hacer en otras áreas del coche, la consolidación de su dominio ha venido dada por una constante búsqueda de la innovación técnica a nivel aerodinámico y mecánico.

Vídeo en el que se aprecia el movimiento vertical de la suspensión delantera izquierda al pasar por la horquilla.

La suspensión delantera de esta temporada es un ejemplo de ello, pues cuenta con un sistema de rótula (azul-rojo) en el brazo de suspensión situado entre el trapecio superior y el eje de dirección. Ello permite pasar el control de variación de altura de la FIA, pero también la suspensión sin alterar la altura y la transferencia de pesos del coche, como se puede observar en el vídeo.

Una de las consecuencias derivadas del uso de dicho sistema es el rediseño de todo el conjunto, de modo que tanto el eje de dirección como el brazo de suspensión se eleven para permitir un mayor juego de dicha rótula.

Fotos: Motor.es

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