GP MéxicoLa curva 1 desata la perdición de Sainz en México: "Un desastre, no podía empujar"
Un ligero contacto rueda a rueda con Liam Lawson desencadenó un día de pesadilla para Sainz, con dos sanciones en pit lane y un accidente final. El piloto de Williams lamentó que su penalización previa le metiese en medio del lío inicial.

Sin casi saberlo o sospecharlo, la colisión de Carlos Sainz con Andrea Kimi Antonelli en el Gran Premio de los Estados Unidos fue el principio del fin para las opciones del español en México. Así lo atestigua el que era vigente vencedor de esta prueba, que salía duodécimo tras cumplir una penalización de cinco posiciones por aquel contacto, y que se vio atrapado por ello en un incidente inicial que deparó una cadena de sucesos hasta su abandono final.
Durante la frenada de la primera curva, el piloto de Williams fue superado en el interior por Fernando Alonso, pero este hizo contacto en el vértice de la primera curva con un Esteban Ocon que se quedó justo delante de Sainz. Al intentar evitar a Ocon girando a la izquierda, el español hizo contacto rueda a rueda con un Liam Lawson que también dañó el alerón delantero en el proceso. Aunque ligero, ese impacto causó daños en la llanta delantera izquierda de Sainz, que se manifestaron poco después.
«Ha pasado de todo, la verdad, un desastre», se lamentaba Sainz ante los medios. «No hemos salido del todo mal, pero ha habido una melée en la curva 1 entre Fernando, yo, Ocon y (Lawson), hemos entrado tres o cuatro en paralelo y creo que nos hemos tocado un poco entre todos. Eso ha dañado mi llanta delantera izquierda, en el primer stint iba lleno de vibraciones, la rueda estaba dañada y no podía empujar».
Debido a esas vibraciones, Sainz perdió una posición antes de una primera parada en pits en la que excedió el límite de velocidad, recibiendo por ello una sanción de cinco segundos. Con una estrategia a dos paradas, se repitió el problema en su vehículo, siendo castigado en esa ocasión con un Drive Through que arruinó cualquier opción de puntuar, tras un buen stint intermedio. Tratándose claramente de una incidencia mecánica, como atestiguaba el rebote del coche en el pit lane, Sainz explicó el motivo.
«Se me han roto los sensores de velocidad del limitador. En la llanta tenemos los sensores, así que el hecho de dañar la llanta está relacionado», alegaba Sainz. «Por lo tanto, el coche no sabía a qué velocidad iba, yo tampoco lo podía leer bien, y nos daban una penalización cada vez que entrábamos a boxes. No me funciona el limitador, el coche empieza a saltar... Era un desastre. (...) Aún así, estábamos en la lucha por los puntos antes de la segunda parada, pero otra vez tuvimos un problema con el limitador, y ahí la carrera se nos ha ido».
El remate llegaría en la antepenúltima vuelta, con un trompo y posterior colisión con las barreras en la zona del estadio, en la que dañó una suspensión trasera. Pese a aparcar el coche con dificultades en uno de los accesos cercanos, su situación causó un polémico Virtual Safety Car, ya que los comisarios necesitaban empujarlo un poco más desde la escapatoria. Sainz no fue preguntado por esta circunstancia, pero aprovechó para poner en valor el buen rendimiento de su Williams este fin de semana pese a irse de vacío.
«Hoy tenía muy buen ritmo; cuando tenía aire limpio y he podido tirar con la rueda blanda, éramos los más rápidos de la zona media. Una vez más, la penalización de ayer, salir más atrás de lo que tocaba, la melée me ha tocado justo por donde andaba yo, y la curva 1 de México, que siempre es problemática, nos ha causado el resto de problemas del día», comentaba.
No se le escapaba a Sainz el hecho de que su sanción, por tanto, era el desencadenante de todos sus males dominicales. «Hay que seguir en la buena línea que llevamos de sensaciones con el coche y de clasificaciones. Estoy seguro de que, si hoy hubiese salido séptimo, ese problema no nos hubiese tocado a nosotros. La penalización de Austin es lo que nos ha costado aquí el fin de semana».
Fotos: Williams F1

