La vida no volverá a ser igual para Brad Pitt: "La adrenalina de acercarme a Eau Rouge me hace ser feliz de verdad”
Tras rodar la película 'F1', Brad Pitt admite haber conocido un nuevo nivel de realización personal y felicidad. Uno de los actores más icónicos de la historia del cine se rinde ante la Fórmula 1 y sus protagonistas.

Llegará el 27 de junio de este año, cuando la Fórmula 1 comience a rodar en el Red Bull Ring para disputar el Gran Premio de Austria. La película 'F1', dirigida por Joseph Kosinski y protagonizada por Brad Pitt y Damson Idris, aspira a marcar un punto de inflexión en la siempre compleja y delicada simbiosis entre automovilismo y cine.
Lo cierto es que, para rodar esta película, sus creadores y la propia Fórmula 1 no han escatimado esfuerzos, hasta el punto de integrar un undécimo equipo ficticio en la parrilla del campeonato. Durante numerosos grandes premios, el APXGP compartió pista con los monoplazas y pilotos reales, subió al podio y formó parte de las reuniones y briefings habituales de los pilotos, dirección de carrera, etc.
Todo para imprimir una dosis de realismo hasta ahora nunca vista, con permiso de las míticas Grand Prix (1966, John Frankenheimer), Le Mans (1971, H. Katzin, Steve McQueen) y Rush (2013, Ron Howard).
«No entiendes cómo estos coches pueden pegarse tanto y que puedas frenar tan tarde y aun así el coche te proteja»
«Si estorbamos, mandadnos a la mierda»
Para lograr todo ello, los autores de la película utilizaron un Fórmula 2 modificado para asemejarse lo más posible a un Fórmula 1. La bestia que Brad Pitt y Damson Idris tendrían que domar en los circuitos reales del campeonato y, por supuesto, en condiciones reales.
De dicha experiencia ha hablado Pitt, uno de los actores más icónicos de la historia del cine y, desde ahora, un enamorado del automovilismo y de la Fórmula 1. Y lo primero que recuerda es la sensación de invadir un espacio al cual no pertenecían.
De ahí que, durante la primera reunión de pilotos al comienzo del rodaje en Silverstone, Pitt tomara la palabra: «Después de la primera vez en Silverstone, nos sentamos con los pilotos en una de sus reuniones y les dijimos: “Si alguna vez estorbamos, mandadnos a la mierda”».
Primer tráiler de la película 'F1'
Sin embargo, todo fue rodado y, de hecho, todo el paddock de la Fórmula 1 les acogió con gran profesionalidad y ánimo de colaborar.
«Llegamos a Silverstone que, Dios mío, es un circuito glorioso y fue como un hogar para nosotros», prosigue Brad Pitt al recordar aquel comienzo. «¡Y empezamos a correr, por fin estamos listos! Estamos en la parrilla junto a los pilotos. La retransmisión va a cortar nuestra parte, pero nuestras cámaras van a captarlo todo, como si estuviéramos dentro».
«Está siendo un fin de semana increíble. Todo va como un reloj, todo va genial. Todo el mundo está con el subidón de adrenalina. ¡Por fin hemos empezado! Conduje delante de 80.000 personas en la grada ese día. No me cargué el coche, no lo estrellé contra un muro, no lo dejé varado, ¡todo salió bien!», prosigue un emocionado Pitt.
Sin embargo, la huelga de actores y productores promovida por el sindicato SAG-AFTRA cortó de raíz aquel comienzo de ensueño. «Llegó la huelga y me mató. No sabía qué hacer. Me daba cabezazos contra la pared».
«En plan: “Tío, cómo puede ser que tuviéramos toda esa energía, ese comienzo, y entonces, de repente, alguien nos dijera: ¡Corten!”. Pero probablemente fue lo mejor que le pasó a la película, y a mí. Pude pilotar un año más gracias a eso», argumenta.
«En 2023, me sentía como si estuviera en el jardín de otro, en casa de otro, y quería mostrarme más humilde y más tímido. Sentía un gran respeto hacia ellos y hacia este deporte. Pero al año siguiente, al rodar allí, ya sentía que era nuestra casa, que estábamos tan integrados en el ecosistema que todo salía a pedir de boca», resume el oscarizado actor estadounidense.

La magia de un monoplaza de competición
El rodaje de la película permitió a Brad Pitt pilotar en muchos circuitos del Mundial, y no despacio precisamente. Las imágenes tenían que ser realistas y, además, estaba el reto de involucrar al resto de monoplazas de la parrilla, auténticos Fórmula 1 pilotados por profesionales.
Esto hizo que Pitt y su compañero Idris profundizaran al máximo en las técnicas de pilotaje y en la complejidad de la competición. Lo que llevo al veterano actor -y piloto- a experimentar sensaciones hasta ese momento nunca vividas.
«En el coche experimentas una tranquilidad… Hay días en los que estás mentalmente descolocado y te retrasas una fracción de segundo en el punto de giro. Si tienes un día raro y no estás concentrado en el coche, si no confías en él, todo sale mal. Y luego están esos días en los que todo es sublime y no te crees de lo que el coche es capaz», rememora.
«Simplemente, no entiendes cómo estos coches pueden pegarse tanto y que puedas frenar tan tarde y aun así el coche te proteja. Es como subirte a un caballo y poner tu confianza en él, conocerlo, quererlo y establecer una comunicación con él», prosigue, enamorado de la magia de los monoplazas de competición.
Segundo tráiler de la película 'F1'
«Y a veces lo haces todo bien, todo encaja en su sitio y hay un… Tío, tengo que encontrar una palabra mejor, pero todo en el mundo está bien. No hay mierdas del pasado y nada que te preocupe del mañana».
Pitt también explica la paradoja de encontrar sosiego en el momento en el que más rápido vas en un monoplaza, las rectas. Un momento para distraer la mente brevemente. «Es solamente ese momento, cuando llegas a las rectas, que es donde vas más rápido, pero también donde puedes descansar y recuperar el aliento y dejarlo todo estar unos segundos».
«Tu mente puede divagar, en plan “Mira qué nube tan bonita” o “Qué curioso, han pintado esa tribuna de azul. Un color un poco raro, ¿no?”. Tienes tiempo para divagar un poco hasta que empiezas a acercarte a la siguiente curva», explica.
Un nuevo comienzo... y Spa-Francorchamps
A lo largo de su ya extensa trayectoria profesional en el cine, Brad Pitt ha protagonizado todo tipo de películas, historias y vivencias. Sin embargo, la Fórmula 1 le ha permitido alcanzar una nueva dimensión.
«Tío, llevo mucho tiempo haciendo esto y me preguntaba: “¿Tengo más historias que contar? ¿Hay algo más que pueda hacer? ¿Me queda algo emocionante que encontrar aquí?”. Para mí supuso un impulso renovado», reconoce.
Y uno de los lugares en los que más vivo se ha sentido ha sido el circuito de Spa-Francorchamps, un templo de las carreras en el que un piloto experimenta los límites de su máquina como en pocos lugares.
«Es otro lugar donde puedo meterme en el coche, ponerme al frente del volante. Puedo sentirlo. Puedo sentir la adrenalina de acercarme a Eau Rouge y acelerar a fondo en esa curva ciega», rememora Pitt.
«Puedo imaginarme llegando a la curva Pouhon y confiar en el coche cuando parece que se va a salir y llegas pendiente abajo y parece que vas a salir volando al espacio. Pero tú confías en él, y en cómo se clava en la curva, esa curva de alta velocidad tipo doble vértice. Y me siento feliz de verdad», concluye, emocionado.
No sabemos si la película 'F1' convencerá a los aficionados o si gustará a los que todavía no lo son, pero una cosa está clara: Brad Pitt será siempre un fan incondicional de la Fórmula 1.
Fuente: Revista GQ