Mercedes Clase C

Los orígenes de la Clase C de Mercedes-Benz se remontan a principios de la década de los años 80. Fue en esta época cuando la serie Mercedes 190 desempeñó un papel determinante para sentar las bases de lo que acabaría siendo uno de los sedanes premium más importantes de la historia. También conocido a nivel interno como Mercedes-Benz W201, este automóvil con carrocería de tipo sedán debutó en el Salón del Automóvil de París celebrado en 1982. Estuvo en cartera durante aproximadamente una década.

No sería hasta el verano de 1993 cuando se llevó a cabo la puesta de largo de la primera generación del Mercedes Clase C. Denominado internamente con el código W202, este modelo desempeñó durante unos cuantos años el papel de vehículo de acceso a la gama Mercedes. Un papel que cedió posteriormente al Mercedes Clase A.

Si tenemos en cuenta el modelo original, desde el año 1982 se han vendido más de 11 millones de unidades de esta serie de Mercedes-Benz. El Clase C es un superventas global y uno de los modelos más relevantes de la compañía alemana. Especialmente en mercados tan importantes como China. Y precisamente China ha sido un país clave en el crecimiento de la Clase C siendo su principal mercado desde el año 2016. Estados Unidos, Alemania y Reino Unido son otros mercados clave para el Clase C.

En el mes de febrero de 2021 debutó en sociedad la quinta generación del Clase C. Una generación que supuso un antes y un después en cuestiones tan importantes como la apuesta de este vehículo por la electrificación. Es el Clase C más digital y conectado jamás creado. Un vehículo preparado para afrontar los tiempos que corren. Unos tiempos marcados por la movilidad sostenible, la conectividad y la automatización.

A lo largo de su vida comercial el Mercedes Clase C ha estado disponible en diferentes variantes de carrocería. Desde el clásico Sedán hasta el modelo familiar Estate pasando por las opciones deportivas Coupé y Cabriolet (Descapotable). Con la entrada en escena de la quinta generación la Clase C dejó atrás las carrocerías cupé y descapotable apostándolo todo a las variantes tradicionales.

Tomando como referencia la variante de carrocería tipo sedán, puesto que se trata del pilar central sobre el que se sustenta la Clase C, nos encontramos con un vehículo de tamaño mediano. El nuevo Clase C, que está basado en la plataforma MRA2 de Mercedes-Benz, mide 4,79 metros de largo. Una longitud que le sitúa en el segmento D. En su interior, que es muy lujoso y espacioso, hay cinco plazas. La distancia entre ejes es de 2,87 m. El maletero cubica un volumen de carga de 455 litros. Una cifra ampliable si abatimos los respaldos de los asientos posteriores.

Si bien se trata de uno de los modelos de referencia de su categoría, la Clase C debe enfrentarse a adversarios de primerísimo nivel. Entre los principales rivales del Mercedes Clase C se encuentran modelos como el BMW Serie 3, el Audi A5, el Alfa Romeo Giulia, el Volvo S60, el Jaguar XE, el Mazda6, el Tesla Model 3, el BYD Seal y el Lexus ES.

La gama de motores del Mercedes Clase C ha sufrido numerosos cambios con el paso de los años y, de manera especial, de las distintas generaciones. Fue con la cuarta generación cuando este modelo sucumbió a la electrificación con varias versiones híbridas (tanto HEV como PHEV). Sin embargo, no sería hasta la llegada de la quinta generación cuando la electrificación se convirtió en verdadera protagonista del apartado mecánico.

El nuevo Clase C está disponible con motores de gasolina y diésel. Todos electrificados con tecnología híbrida ligera (MHEV) de 48 voltios. Mercedes también ofrece varias motorizaciones de gasolina y diésel con tecnología híbrida enchufable (PHEV). El rango de potencias abarca desde los 163 CV hasta los 680 CV.

Independientemente del motor elegido nos encontraremos con una caja de cambios automática y una configuración de tracción trasera o de tracción integral. En el pasado hubo versiones con cambio manual. Coronando la oferta mecánica se encuentran las versiones deportivas firmadas por Mercedes-AMG. La división deportiva de Mercedes saca a relucir el lado más radical y extremo del Clase C.

Es producido en territorio europeo. El Mercedes Clase C se fabrica en Alemania. En concreto, el proceso de producción en serie del modelo destinado al mercado europeo se lleva a cabo en unas instalaciones del Grupo Mercedes-Benz localizadas en Bremen. Al tratarse de un vehículo global también se fabrica (o se ha fabricado) en otras partes del mundo como Estados Unidos, China, India, Brasil y Sudáfrica.