Estas bicis Alpine cuestan como un coche… y no son para ir al trabajo
Alpine ha celebrado su 70º aniversario con la presentación mundial de su modelo más práctico. Un A390 que también es una berlina deportiva, pero la firma francesa ha decidido hacerlo también en el mercado de las dos ruedas. Estas nuevas bicicletas son un sueño para muchos, y para los amantes de las Lapierre.
Esta no es la primera colaboración entre la marca de coches eléctricos más deportiva del grupo del Rombo y Lapierre. La firma francesa ha celebrado su 70º aniversario con el que es el modelo más práctico hasta la fecha, un Alpine A390 que ha sorprendido por su elegante y deportivo diseño, y por una gama de versiones con hasta tres motores eléctricos y más de 400 CV de potencia.
Un homenaje por todo lo alto en su gama de cuatro ruedas, pero que también se ha extendido al sugerente catálogo de propuestas de dos ruedas con una nueva colaboración con los especialistas galos de Lapierre. Dos bicicletas, una de carretera y otra de montaña y eléctrica, las denominadas Xelius DRS SE y Overvolt GLP S, ambas pintadas en el plata mercurio del inédito crossover eléctrico.
Alpine también es una Premium en el sector de las dos ruedas
La deportividad es un denominador común de ambas propuestas, aunque la Xelius DRS SE ha sido concebida para ofrecer un alto rendimiento gracias a la estructura de su cuadro de fibra de carbono que ofrece al usuario una gran capacidad de respuesta en los ascensos más duros. Esta cuenta con un grupo propulsor con una transmisión electrónica inalámbrica de 12 velocidades, bielas de titanio y un medidor de potencia que las monitoriza constantemente.
La guinda de esta bicicleta de alto rendimiento de carretera son las llantas de carbono, aerodinámicamente optimizadas, y montadas en unos neumáticos que, además, giran en unos rodamientos cerámicos. No es barata, porque sale por 11.000 euros.
Las nuevas bicis de carretera y de montaña de Alpine, para pocos
Por otro lado, tienes la Alpine Overvolt GLP SE y, como la anterior, también está inspirada en el automovilismo de competición, aunque con la especificación propia de las e-MTB. El cuadro también es de carbono pero, a diferencia de la anterior, esta logra su resistencia con 650 capas del material ligero todas en una sola dirección.
Además, la batería está situada fuera del cuadro y por encima del motor eléctrico de Bosch -refrigerado por aire- para concentrar el peso en un área, también dispone de una pantalla digital en el tubo superior, llantas de carbono, rodamientos cerámicos, ruedas Mulet y un sistema de frenos con cuatro pistones. Esta tampoco es barata, incluso más cara que la anterior, con un precio que asciende a 12.000 euros.
