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Siempre a la altura.
Pontiac GTO Convertible 1966.
Ayer concluía el enorme evento de Mecum Auctions en Indianápolis, 5 días consecutivos de subastas en los que salieron al estrado cientos de vehículos y en algunos casos, colecciones al completo, como fue el caso de la colección completa que formaba el museo Bob McDormand, dedicado a la historia de Chevrolet y sobre todo al Corvette.
Una de estas colecciones nos ha llamado poderosamente la atención, pues aunque no incluye ninguna pieza realmente rara o excepcional, el tamaño de la misma y sobre todo su historia, se salen completamente de lo común.
Esta colección está formada por casi medio centenar de vehículos. En concreto son 49 ejemplares, la mayoría de ellos de firmas estadounidenses como era de esperar, y que forman una amalgama bastante homogénea de clásicos de los años sesenta y setenta. Aunque podemos encontrar vehículos de muy distintas tipologías, la gran mayoría de ellos son versiones deportivas o auténticos Muscle Cars y lo que único que tienen todos en común es que todos ellos fueron comprados a la vez, hace ahora 7 años.
Oldsmobile 442 Convertible 1968.
La colección ha sido bautizada 2010 Spring Classic Collection, y la casa de subastas no ha querido desvelar la identidad de su propietario, aunque sí que ha revelado la particular historia tras esta colección. Al parecer, los 49 vehículos fueron adquiridos por el mismo desconocido coleccionista en el evento que realizaba Mecum hace ahora 7 años, también en Indianápolis.
No tenemos más información ni más pistas, pero por lo revelado por Mecum el dueño de esta colección completa que ahora está a la venta sin reserva, la formó en las subastas de Indianápolis de 2010, seis días ininterrumpidos de subastas en el que por lo que vemos, este coleccionista se gasto mucho dinero y esfuerzo por crear una colección completa. Aunque en aquel momento se hizo no con los 49 ejemplares que aparecen en el listado de Mecum sino con más de 50, sin especificar el número exacto.
Quién, cómo y por qué decidió comprar no uno o varios, sino toda una colección completa de valiosos clásicos en un solo evento es un misterio, como también lo es el motivo por el que tras mantener cuidadosamente estos magníficos ejemplares de colección ahora se deshace de ellos a la vez.
Shleby Mustang GT500KR 1968.
Se nos ocurren muchos motivos que puedan explicarlo, desde pura especulación, problemas legales o financieros o incluso puro capricho de coleccionista, pero todos serían elucubraciones sin base. Por lo que lo único que podemos analizar es la composición de esta envidiable colección, que además se encuentra en perfecto estado y lo más curioso, sale al completo sin reserva, lo que significa que quieren deshacerse de las 49 unidades sí o sí, a cualquier precio.
La composición de la colección es bastante espectacular. Si bien no encontramos ninguna pieza realmente destacable por si sola, sí que hay algunas que son bastante importantes. Destacan sobre todo la presencia de varios Pontiac GTO, de los que podemos encontrar hasta 5 ejemplares, incluido un GTO “The Judge”, además de varios Ford Mustang, incluido un Mustang Shelby GT500KR convertible de 1968 y un Shelby GT500 de 1968, ambos manuales, lo que los convierte en piezas muy destacadas.
También podemos encontrar algún clásico europeo, como dos MG de 1952 y 1972, un Austin-Healy 3000 mkIII, un Jaguar E-Type de 1971 y un Rolls-Royce Silver Shadow Convertible de 1970. El modelo más antiguo de la colección es un Packard Deluxe 8 Touring Sedan de 1948 y el más moderno es un Pontiac Grand Prix de 1976.
Chevrolet Corvette Convertible 1963.
Como podéis comprobar, la gran mayoría de los modelos son vehículos de colección, evidentemente algunos de mayor valor, como los Mustang, los Camaro Z28 y Chevelle SS o los Corvette, pero todos ellos tremendamente valorados en ese mercado.
Chevrolet Camaro Z28 1969.
Solo dos de ellos bajaron de las 5 cifras, y salvo unos pocos, la gran mayoría de los ejemplares sopresaron los 20.000 dólares. Los más destacados fueron el Corvette C2 Convertible de 1967, por 165.000 dólares y los 3 Shelby GT500, que alcanzaron los 155.000 dólares en el caso del GT500KR convertible de 1968 y los 92.500 en el del GT500 1968. Por encima de la barrera de las 6 cifras encontramos el Dodge Polara, 110.000 dólares, y el Mercury Super Marauder, por 100.000 justos.
La recaudación total fue de 2.025.000 dólares, lo que parece una ganga teniendo en cuenta el tamaño de la colección y su composición. Venderla al completo sin reserva puede haber costado a este anónimo coleccionista alrededor de un 30 por ciento de su valoración máxima. Los ejemplares que más nos llaman la atención por sus bajos precios son el Corvette C2 Convertible de 1963 y el Jaguar E-Type, aunque los más caros no llegaron realmente a sus estimaciones.
En el caso del Corvette, aunque el ejemplar se encuentra en un estado magnífico y cuenta con transmisión manual, no dispone de una motorización muy cotizada, al contrario que el otro Corvette 1967, que dispone del motor 427 y alcanzó los 165.000 dólares, aunque curiosamente este no alcanzó su estimación más baja, al contrario que el modelo de 1963. Mientras que el británico pertenece a una de las últimas y menos valiosas series fabricadas, y se quedaó muy por debajo de sus estimaciones previas.
Ford Mustang Mach 1 1969.
En suma, al no contar con ninguna pieza muy rara, como las que podíamos encontrar en otras colecciones o lotes de estas subastas, la venta de esta colección no deparó grnades sorpresas o titulares. Lo más llamativo sigue siendo el extraño historial de la propia colección.
Puede que nunca lleguemos a saber quién y por qué formó una colección como esta para luego deshacerla de manera tan rápida y precipitada. Puede que esta sea solo una fracción de una colección mayor o se corresponda a un comprador compulsivo, las posibilidades son muchas, pero lo que está claro es que es una de esas extrañas historias que solo nos podemos encontrar en el mundo de los clásicos.
Fotos: Mecum Auctions
Siempre a la altura.