Techlifts, apunta este término porque lo vas a ver mucho, BMW estrena vocablo para definir los facelift de la tecnología en sus futuros eléctricos
La tecnología se ha convertido en la verdadera punta de lanza de los fabricantes y de los coches nuevos que, como siempre, avanza a una velocidad de vértigo. La casa alemana ha decidido cambiar el sentido de sus estrategias, dejando a un lado los facelift y apostando por los «Techlifts». El tiro es muy simple, pero lo que hoy más importa a los clientes.
Tesla nunca ha sido partidaria de los lavados de cara a medio ciclo de vida, pero ante la avalancha de apuestas con un estilo más moderno no le ha quedado más remedio que sucumbir con uno de sus modelos más vendidos, el Tesla Model 3. Por ahora, se desconoce si ha sido una excepción o se subirá a este carro, del que Volvo ya ha renegado y ahora también lo hace BMW.
Los de Múnich han decidido abandonar los facelift y apostar por otro concepto más jugoso, el de los «Techlifts». Ya sabes que la casa alemana siempre ha sido muy especial. Cuando todos los fabricantes acuñaron el acrónimo de SUV, estos decidieron tener el suyo propio, el de los «SAV», de igual forma que el término «SAC» hace referencia a los SUV con aspecto coupé. Si esto es algo más discutible, respecto del nuevo término acuñado no hay discusión posible puesto que tienen toda la razón.
Los facelift aplicados a la tecnología tienen nuevo nombre
Los Facelift y Restyling son herramientas para potenciar las ventas a mitad del ciclo de vida de los coches nuevos, pero hoy pesa mucho más la carga tecnológica a bordo. Y con los eléctricos se hace mucho más patente esta inclinación de los clientes. Aunque a día de hoy todavía es necesario, los famosos LCI de BMW están a nada de pasar a la historia. Cuando el primer modelo de la plataforma Neue Klasse sea presentado, y ese es la segunda generación del BMW iX3.
Su diseño más vanguardista y atemporal no necesitará de un soplo de aire fresco para llamar más la atención de los clientes. Será más vivo, lo hará por sí solo, por lo que el dinero reservado para el facelift ahora se destinará a los «Techlifts». El precio de los coches nuevos, cada vez más caros, es un factor clave que contribuye a esta línea, pues los clientes apuestan más por el equipamiento frente a cambiar de coche más habitualmente. BMW lo sabe a través del análisis de sus ventas, un cambio en el paradigma que no es una imposición de las marcas, sino de los propios compradores.
Los clientes son los que mandan, el diseño ya no es tan importante
Frank Weber, una de las voces más autorizadas en el consejo de administración de BMW, ha señalado que «El lavado de cara ya no existe. Hemos seguido adelante. En realidad, es un levantamiento tecnológico. La conectividad digital y la movilidad eléctrica abren un ámbito completamente nuevo en la forma en que avanzamos los modelos en el futuro. Las actualizaciones inalámbricas llegarán periódicamente. Están sucediendo muchas cosas aquí. Uno de los desafíos es gestionar cómo se implementan».